La historia de Benjamin Barker es una auténtica tragedia: un juez corrupto lo condena injustamente a cadena perpetua y lo envía a Australia separándolo de su familia, pero él jura venganza y regresa a Londres con una nueva identidad. Ese alias da título a uno de los musicales más icónicos en la historia del género: Sweeney Todd. El resto del título –el barbero demoníaco de la calle Fleet– alude a que vuelve a su antiguo oficio pero no para ganarse la vida honradamente sino para cortar unos cuantos pescuezos y ejercer justicia por mano propia. La señora Lovett, una mujer que atiende un local de pasteles debajo de la barbería, será su cómplice porque le viene bastante bien… la carne. Por supuesto, los dos sufrirán consecuencias por sus actos despiadados.
La música y las letras fueron creadas por el legendario Stephen Sondheim, y el libro de Hugh Wheeler está basado en una obra de teatro escrita por Christopher Bond. En 2007 tuvo su versión cinematográfica a cargo de Tim Burton, con Johnny Depp, Helena Bonham Carter y Alan Rickman en el elenco. Y en Buenos Aires tuvo varias versiones: una de las más recientes fue dirigida por Ricky Pashkus, con protagónicos de Julio Chávez y Karina K en el Maipo. Sin embargo, lo que podrá verse en funciones gratuitas a partir de este domingo a las 17 en Timbre 4 (México 3554) es inédito. La compañía canadiense Talk is Free Theatre propone una experiencia inmersiva en distintos espacios de la sala del barrio de Boedo (en idioma original y sin subtítulos por las características de la puesta, aunque se ofrecerá a los espectadores un cuadernillo con la sinopsis de las escenas).
En diálogo con Página/12, Arkady Spivak –uno de los fundadores de la compañía– cuenta el origen de este inusual proyecto que combina el musical con otra obra que funciona como antesala: “Sweeney Todd trata sobre el viaje del personaje principal (a Australia) por una carga judicial errónea, y su intento de regresar para recuperar su familia y su hogar. Podemos imaginar las dificultades de ese viaje, durante semanas en el mar. En nuestra producción original de 2018 pensamos en tratar a la audiencia como un Sweeney Todd colectivo y hacerlos viajar, literalmente, desde nuestra casa en Barrie (Canadá) hasta Londres (Inglaterra), en un viaje inmersivo y personalizado de tres días, al que llamamos The Curious Voyage. De esta manera y estando en Londres cuando Sweeney Todd canta ‘There Is No Place like London’, nadie tendría dudas de cuál es la referencia”. La primavera pasada en Toronto tuvieron que producir sólo el musical a causa de la pandemia. La obra ganó cinco prestigiosos premios Dora Mavor Moore (el más importante al teatro en Canadá) y ahora, gracias a las mejores condiciones sanitarias, pueden volver a una visión más compleja de The Curious Voyage y crear nuevas escenas complementarias para el musical, que aquí serán interpretadas por actores locales en español.
-¿Por qué Sweeney Todd? ¿Qué les atrajo de este musical y qué creen que nos puede decir en el presente?
Mitchell Cushman (director): -Sweeney es realmente una historia atemporal, ya que desafortunadamente los temas de corrupción y venganza siguen vigentes. También hemos sido muy influenciados por los temas de las desigualdades de clase que se viven dentro de la pieza. “Los de arriba servirán a los de abajo” es el texto final que celebran Sweeney y Lovett, y fue uno de los principales impulsos que ha guiado el trabajo.
-¿Cuáles son los elementos que definen el teatro inmersivo y site specific? ¿Qué posibilidades creativas encuentran en ellos?
M.C.: -Site-specific es una práctica que se inspira en el espacio donde ocurrirá la obra. Las versiones anteriores de Sweeney ocurrieron en un espacio subterráneo en Londres, en un restaurante abandonado, y centro de comida comunitaria. Y cada vez, cada locación tuvo un impacto significativo en la manera en que abordamos la historia. En este caso nos inspiramos en la arquitectura de Timbre 4, así como en el pasillo central y su bar. Estos espacios funcionan como personajes clave para la obra. El aspecto inmersivo se refiere a la forma en que los espectadores estarán dentro de la historia a medida que se desarrolla: desde sentarse en una mesa donde se consumen “pasteles de carne humana” hasta tal vez recibir un afeitado del propio Sr. Sweeney Todd. El público debe estar listo para ser parte de la acción.
En la web enumeran una gran variedad de propuestas que ofrece la compañía, con materiales que se gestaron en el circuito independiente pero también en el mainstream, y hablan de una “producción desde la periferia”. Cuando se les consulta por esa forma de creación, Arkady responde: “Hay múltiples piezas teatrales que a menudo no se interpretan para un público general, sino para un público específico. Esto sucede por diversas razones: los textos son demasiado complejos, o tal vez son obras significativas pero incompletas. También está la necesidad para las grandes organizaciones teatrales de programar lo que atraerá una audiencia considerable, en lugar de lo que es relevante o transformador. Al igual que nuestra creencia de que el mejor talento saldrá de un miembro secundario del elenco, la experiencia teatral más transformadora a menudo proviene de las obras que comienzan acumulando polvo, sin demasiada repercusión. A veces esto acarrea un éxito porque los artistas brillantes necesitan un desafío e iguales oportunidades para reelaborar esos textos. Con The Curious Voyage, la forma en que nos acercamos al teatro musical y la experiencia en general es profundamente no comercial. Por lo general, Sweeney Todd se presenta como una ópera, a diferencia de un encuentro teatral más íntimo. En nuestro caso es una experiencia inmersiva con una proximidad desafiante, es más importante el cómo por sobre qué se está programando”.
Griffin Hewitt –uno de los actores– fue convocado para crear The curious voyage mientras era testigo de la crisis habitacional en Toronto, una problemática bastante común en las grandes urbes pero no por eso menos preocupante. Esta fue una de las razones para que decidiera explorar el concepto de hogar. “Para muchas personas alrededor del mundo el deseo de una casa seguramente es solo un sueño, y cada persona tiene su idea de lo que significa un hogar –explica–. Me interesé en las diferencias entre la idea práctica e imaginaria de la definición de hogar. Obviamente llevar al escenario esta idea tan lejos de mi propio país fue muy enriquecedor, agregó al conocimiento que ya tengo muchas ideas diferentes, que son al final una vía de unión espiritual”.
La obra está dirigida hacia “los aficionados al teatro inmersivo, los amantes de la cultura y el teatro musical, y los buscadores de aventuras”. En relación a las expectativas con la recepción, Hewitt comenta: “Creamos momentos íntimos en reducidos espacios con pocas personas para permitir a los actores interactuar e interpelar directamente a la audiencia. Vamos a tratar a cada uno como un colega, como un actor, pero no como uno más sino como el personaje más importante, quien está buscando respuestas como todo héroe. Esperamos inspirar la curiosidad, la excitación y el coraje de cada uno como los auténticos protagonistas de su propio viaje”.
*The curious voyage + Sweeney Todd podrá verse 19, 21, 22, 23 y 24 de febrero a las 17 en Timbre 4 (México 3554) de manera gratuita. Reservas por Alternativa Teatral.