Las calles y avenidas de la ciudad de Buenos Aires ya no tendrán más carteles con publicidad de bebidas alcohólicas. Y las empresas que fabrican vinos, cervezas o licores no podrán promover eventos deportivos, culturales ni educativos de acceso libre y gratuito. Lo votó la Legislatura.
La excepción: se podrá publicitar en la vía pública si el 75 por ciento del cartel contiene frases preventivas sobre los riesgos de consumir alcohol. El 25 por ciento del afiche podrá contener el nombre y el logo de la marca.
El proyecto establece multas que van de los 150.000 hasta el millón de pesos para quien violara la norma. Además está previsto el decomiso de la mercadería a los infractores y la inhabilitación para actividades comerciales.
La medida es consecuencia de la tragedia de Time Warp, en abril pasado, que le costó la vida a cinco jóvenes por consumo de drogas sintéticas en una fiesta en Costa Salguero. De esta manera se pretende atacar el consumo de drogas y alcohol.
Los productores vitivinícolas mostraron su rechazo, aduciendo que la prohibición no es el camino para bajar el consumo, y que el caso del tabaquismo así lo demuestra.
La Organización Mundial de la Salud colocó a la Argentina y Chile a la cabeza de los países con mayor consumo en América Latina, con algo más de 9 litros promedio per cápita al año. América latina es la segunda región en consumo detrás de Europa.