Racing Club obtuvo su primer triunfo en la fecha 4 de la Liga Profesional tras golear 3-0 de visitante a Arsenal en el Viaducto.
En la primera etapa, Gonzalo Piovi, Facundo Mura y Matías Rojas le dieron amplia ventaja al equipo de Fernando Gago.
Los de Sarandí no repuntan y acumularon una nueva derrota que los ubica en zona de descenso.
De entrada, el anfitrión sorprendió con su indumentaria -íntegramente roja-, por lo que pudo vivirse la ilusión de presenciar el clásico de Avellaneda, pero en Sarandí.
Lo cierto es que Racing llegó primero cuando avisó Romero con un remate de larga distancia que pudo ser controlado por el arquero local en dos tiempos. En la réplica, dos tiros de esquina al hilo de Arsenal ponían en alerta al seguro Gabriel Arias.
El conjunto de Carlos Ruiz esperaba atrás bien agrupado, pero salía disparado en ataque cuando su rival le daba un resquicio para poder prosperar en ofensiva. En este punto, el movedizo Guzmán parecía ganarle el duelo a Mura por su franja.
Por su parte, la Academia pretendía abrir la cancha y, con el paraguayo Rojas como pivote más el despliegue del "Demonio" Hauche por todo el frente de ataque, apostaba básicamente a la velocidad que por el sector izquierdo le brindaba el colombiano Carbonero, que armó una jugada bárbara para dejar solo a Romero, cuyo zapatazo le quemó las manos a Medina, protagonista de un verdadero atajadón.
Sin embargo, en la jugada siguiente el arquero de Arsenal nada pudo hacer ante el golazo de tiro libre de Piovi, que la clavó en un ángulo. Sobre la media hora, Racing se ponía arriba en el resultado. Y era merecido.
El equipo de Gago seguía buscando, en este caso con el lateral Gabriel Rojas, cuyo zurdazo en plena posición de ataque salió apenas alto. Entonces Nardoni mandó un genial pelotazo que devino puñalada, Mura la bajó de pecho, rompió líneas -porque la última línea local lo terminó habilitando- y, tras una media vuelta, el defensor definió muy bien para el segundo gol.
Antes del descanso, el paraguayo Rojas ejecutó un tiro libre de forma magistral y Racing gritó así el tercero. En contrapartida, Arsenal se nubló: del empuje y cierta prolijidad que había exhibido al principio ya no le quedaba nada. Apenas un tiro libre del colombiano Londoño que dio en el travesaño. Bastante poco, por cierto.
En el complemento, el visitante siguió mejor plantado y pudo ampliar aún más la cuenta, pero le faltó justeza. El peruano Paolo Guerrero, que nuevamente ingresó en el complemento, tuvo una, aunque la mandó a las nubes.
Arsenal buscó descontar, pero lo suyo fue pura insinuación y sumó una frustración mayúscula, sobre todo porque quedó último en la tabla de los promedios y, si no reacciona a tiempo, quedará a las puertas de descender. Racing jugó bien, ganó bien e invita a su gente a soñar.