“Son once. Juegan con palabras, en cancha de papel, y los dibujos de Fontanarrosa comentan el partido. Cada cual se luce según su maña y su manera pero los once forman, juntos, un lindo equipo. Ojalá encuentren la hinchada que la buena prosa, como el buen fútbol, merecen”.
Así, desde la contratapa del legendario De Puntín (una antología de once autores con las que salió a la cancha), el inolvidable escritor uruguayo Eduardo Galeano saludaba el lanzamiento de Ediciones Al Arco, la primera editorial argentina e independiente de literatura futbolera. En febrero de 2023, el deseo de Galeano está más que satisfecho: Al Arco cumple 20 años y, con unos 150 títulos publicados desde su lanzamiento, es referencia ineludible de un género que llegó para quedarse.
Dirigida por los periodistas Marcos González Cezer y Julio Boccalatte, Al Arco -continuación de una revista del mismo nombre publicada en 2001 y 2002-, surgió con aquel fundacional De Puntín, antología de 11 cuentos con contratapa de Galeano, dibujos de Roberto Fontanarrosa y prólogo de Jorge Valdano del que se hicieron tres ediciones.
Pensada, en principio, como un espacio para la ficción relacionada con el fútbol y el deporte en general, Al Arco se fue ampliando hacia otros géneros vinculados de igual modo con la literatura y el periodismo. Ensayos, biografías, aniversarios de clubes, investigaciones, historias.
“La idea nació porque interpretamos que había un vacío, un lugar en el que sí existían plumas de peso pero que eran poquitas: Fontanarrosa, Osvaldo Soriano, Juan Sasturain, los autores que todos reconocemos. Por lo pronto, entre colegas, sabíamos que había una oferta amplia que no encontraba dónde manifestarse y ahí fuimos. No pensamos que íbamos a llegar a las dos décadas y mucho menos lo que sucedió con los años, que fue la multiplicación de la oferta de libros vinculados al deporte y sobre todo al fútbol en particular”, contaron los editores.
“Antes, los materiales de deportes en una librería eran más bien escasos, y eso cambió notablemente: ahora la oferta es abrumadora. Creemos que Al Arco contribuyó para que se produjera ese cambio, sobre todo porque grandes sellos se animaron a publicar libros del género”, agregaron.
Para celebrar los 20 años, Ediciones Al Arco tiene pautada la publicación de varios títulos: el primero de ellos será Manos Enguantadas, un libro sobre crónicas y semblanzas de boxeo del escritor, poeta y periodista Walter Vargas, uno de los autores emblemáticos “de la casa”.
El sello, historia y presente
Entre abril de 2001 y mayo de 2002, Al Arco editó la revista del mismo nombre. Fueron 12 números de una publicación original, de alta calidad gráfica y periodística, que cosechó mucho prestigio. Escribieron, entre otros, Eduardo Galeano, Fernando Niembro, Roberto Fontanarrosa, Enrique Macaya Márquez, Juan Pablo Varsky, Juan Sasturain, Gonzalo Bonadeo, Ezequiel Fernández Moores, Angel Cappa, Alejandro Fabbri, Víctor Hugo Morales, Daniel Arcucci, Rafael Bielsa y Julio Marini (ex jefe de Deportes de Clarín), además de varios de los mejores periodistas deportivos del país y de España, entre ellos Vicente Verdú (diario El País).
La idea, encarar el deporte desde un lugar más analítico, más descansado, se concretó a través de entrevistas con personajes propios del ambiente (desde Juan Román Riquelme hasta José Pekerman; desde Pep Guardiola hasta Jorge Valdano) y ajenos (como Augusto Roa Bastos), investigaciones, historias desconocidas y un fuerte componente de opinión a través de las firmas más destacadas. El proyecto contó con la colaboración de los autores de las notas y, luego, de su solidaridad para permitir la difusión. Fue una experiencia muy enriquecedora y sentó las bases para la creación del sello actual.
En efecto, Ediciones Al Arco fue la continuación de aquella revista. Desde entonces, sostuvo su ritmo de publicaciones, es referencia ineludible del género y resultó legitimado por la colaboración de firmas prestigiosas y reconocidas. Así, entre muchos otros títulos (en general todos bien recibidos por el público y la crítica), el sello editó Picado Grueso, de Juan Sasturain (junto con Roberto Fontanarrosa y Osvaldo Soriano, emblema de la literatura “futbolera”); permitió la ópera prima de Horacio Pagani, El fútbol que le gusta a la gente, desde donde edificó buena parte del personaje mediático que hoy se manifiesta en la radio y la TV; y publicó la biografía de Juan Curuchet (Sangre, sudor y oro), el primer ciclista argentino en conseguir una medalla olímpica para la disciplina nacional (en la prueba Madison de los Juegos Beijing 2008).
Además, y a través de prólogos, contratapas o ilustraciones, también sumó a Eduardo Galeano, Jorge Valdano, Fontanarrosa, Fernando Niembro, Víctor Hugo Morales, Alejandro Dolina, Juan Pablo Varsky, Alejandro Apo, Ezequiel Fernández Moores, Roberto Perfumo, Diego “Chavo” Fucks, César Luis Menotti, Jorge Gottling, Juan María Traverso, Diego Bonadeo, Manuel Pellegrini, Tomás Sanz, Fabián Casas, Rep, Daniel Paz, Augusto Costhanzo y más.
El apoyo llegó también por parte de empresas diversas (Banco Provincia, Telefónica de Argentina, Aeropuertos 2000, Repsol-YPF y varias otras), que tuvieron participación publicitaria en algunos títulos; de la Secretaría de Deportes de la Nación y la Dirección de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, ambas declarando de interés nacional el libro Deportes, Desaparecidos y Dictadura, de Gustavo Veiga; y de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que declaró de interés cultural la Semana Al Arco, una serie de jornadas multidisciplinarias (presentación de libros y cortometrajes de fútbol, mesas redondas, exhibición de coleccionistas y fotografías), realizada en la bodega del legendario Café Tortoni.
Al Arco participó asimismo con cuatro cuentos en la campaña de lectura “Leer también es una pasión”, organizada por el Ministerio de Educación y Cultura de la Nación en diferentes estadios de fútbol del país; recibió el premio Estímulo de Tea/DeporTEA; y organizó dos ediciones del Concurso Nacional de Cuentos de Fútbol Roberto Santoro, que contó con el auspicio del Ministerio de Educación de la Nación y al apoyo de la Secretaría de Deportes de la Nación.
En ocasión de los Juegos Olímpicos de Londres y el Mundial de Fútbol Brasil 2014, Al Arco y el Ministerio de Educación de la Nación editaron en conjunto diversos títulos que fueron repartidos en las escuelas públicas y tuvieron una recepción extraordinaria.