Un gesto de unidad, un clamor a medias y la elaboración de una estrategia para sacar adelante el complejo presente del oficialismo a menos de seis meses de las PASO fue el resultado del primer encuentro nacional del Frente de Todos que vio debutar su mesa política con una fuerte presencia bonaerense el pasado jueves.
De las 33 personas que se sentaron en la mesa política del Frente de Todos, al menos 21 tienen una relación directa con la provincia de Buenos Aires, de un modo directo en materia de militancia y representación. Más allá de la lectura estratégica que pone al territorio bonaerense como el mapa central sobre el cual desplegar la apuesta de cara a la elección nacional, el dato tampoco sorprende a partir de su lógica.
Además del gobernador Axel Kicillof, en el plenario nacional dijeron presentes las intendentas de Quilmes, Mayra Mendoza, y Moreno, Mariel Fernández; y los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mario Secco (Ensenada), Lucas Ghi (Morón) y Juan Andreotti (San Fernando).
Al listado de bonaerenses hay que sumarle al ministro del Interior, el mercedino Eduardo “Wado” De Pedro; al tigrense a cargo de la cartera económica, Sergio Massa; a su par de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el sanisidrense Santiago Cafiero; y a la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.
También estuvieron la titular de Aysa, Malena Galamarini; el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense; Andrés Larroque; el diputado nacional Máximo Kirchner, la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau; el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Rubén Eslaiman; el referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro; y los líderes sindicales Hugo Yaski (CTA), Abel Furlan (UOM) y Sergio Palazzo (La Bancaria).
Desde hace tiempo, la provincia de Buenos Aires viene poniendo en marcha una serie de encuentros en donde dirigentes de diferentes vertientes del oficialismo ponen en común realidades y estrategias. Esta semana, sin ir más lejos, en simultáneo con la atención nacional puesta en la sede nacional del PJ en la Ciudad de Buenos Aires, dirigentes enrolados en el peronismo bonaerense se reunieron en diferentes puntos del territorio y avanzaron en el juego de tácticas y estrategias para llegar de la mejor manera posible al 2023.
Desde la provincia también había surgido el pedido para que Alberto Fernández, en su rol de presidente del partido, convocara a la mesa que finalmente se reunió el jueves. Las ansias de debate y el deseo de una puesta en común de lecturas y proyecciones quedan expuestas en los datos duros: seis horas de debate, presencia de casi todos los protagonistas centrales del oficialismo en el concierto político nacional, un documento conjunto y una historia de declaraciones posteriores que eleva la necesidad de unidad y, reconociendo los matices, espanta fantasmas.
“Necesitamos un ámbito para encontrarnos, vernos, debatir, escuchar, escuchar qué piensa el otro, escuchar lo que piensa alguna compañera, cuáles son los fundamentos de por qué se hacen o no se hacen algunas cuestiones”, dijo Wado De Pedro exponiendo esa necesidad que se expresa desde la militancia bonaerense desde hace ya tiempo.
Presentada como una mesa electoral desde el primer minuto de su convocatoria, la reunión comenzó centrándose en el tema pero rápidamente abrió su camino hacia algunos temas coyunturales que se cruzan diametralmente con el debate estratégico. Alli, se colaron los dos temas más calientes del debate frentetodista: la situación judicial de la vicepresidenta Cristina Kirchner y la proyección económica y social.
El documento final expresa, desde su título, una especie de unidad de criterio respecto a la necesidad de “salir a bancar a Cristina”. Prácticamente nadie en el frente, y en la política argentina general, se anima a cuestionar el poderío de la vice en materia de caudal electoral aunque también están los que se encargan de remarcar la insuficiencia de ese liderazgo. “Sin Cristina no se puede y con Cristina sola no alcanza”, decía el actual Presidente en la previa al armado del 2019. Su sector parece repetir ese mantra en la actualidad. Y aunque faltó la tradicional foto grupal que suele cerrar los grandes plenarios organizados para sepultar los rumores de ruptura, ese es el momento en donde la dirigencia pone el acento en la unidad.
Hay un fragmento del documento que concentra su atención especialmente en ese punto: “Quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado”. "No hay, o no debería haber, ningún poder económico, mediático o judicial capaz de decidir por encima de la voluntad popular”, destaca el texto que reafirma a “la unidad en la diversidad” del frente gobernante como “un valor importante”.
Lo cierto es que, si bien resulta difícil que los tiempos de la Justicia se aceleren para dejar firme a condena antes de la elección, la decisión de la vicepresidenta de no exponer a su fuerza política a la complejidad de encarar una candidatura con un fallo de primera instancia que busca impedírselo a cuestas parece una decisión tomada. Nadie sabe si la determinación sólo refiere a una candidatura presidencial o si la ex mandataria ya asumió que su nombre no aparecerá en ningún tramo de las boletas durante este 2023. En el sector más parecido a un “albertismo” que se puede identificar en el armado, dan por hecho que la vice no retrocederá en sus pasos.
Pese a eso, también están los que piensan que “hay que ir a buscarla”. Entre quienes estuvieron sentados en la mesa del jueves confirman que fue el diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, Sergio Palazzo, el que propuso “armar una comisión” para ir a “intentar convencer a Cristina”. El dirigente que probablemente mejor conozca a la vicepresidenta, su hijo Máximo, cortó con la dulzura de raíz. Sin embargo, la idea quedó flotando en la mayoría de los presentes como una posibilidad. “Hay un camino a seguir para generar las condiciones para que Cristina sea candidata”, dijo Mayra Mendoza que enunmeró, por ejemplo, el pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia. “Lo de ayer fue una primera charla para saber que todos estamos de acuerdo y que no nos alcanza con un tweet o un comunicado, porque a Cristina quisieron matarla y esas no son cosas que pueden tomarse livianamente”, advirtió la intendenta de Quilmes.
De cara a la candidatura principal de este 2023, este medio pudo reconstruir que en la mesa se expresaron dos posturas con una clara mirada general apuntada sobre el Presidente. “Tiene que decidir qué va a hacer, y si no quiere apurar un anuncio, al menos lo tiene que dejar claro hacia adentro”, así resume uno de los presentes el devenir de un debate que va para largo y que debería desembocar en la forma que tomará una candidatura del Frente de Todos en el mes de octubre.
En ese marco, se habilita la discusión en torno a las primarias dentro del oficialismo. Tal como lo señala el documento que se giró luego de la reunión, hay un acuerdo común respecto a la valoración de las PASO como herramienta. Atrás parecen haber quedado de lado las disputas públicas respecto a su suspensión o eliminación. Lo que sí se debate el frente es si corresponde, si se puede o si conviene, abrir un juego electoral interno en el que el Presidente en ejercicio sea uno de los candidatos. No son buenas las experiencias en el peronismo al respecto. Y si bien no se vocifera, la historia reciente de la provincia de Buenos Aires tiene mucho que aportar entre los antecedentes inmediatos.
Con todo ese telón de fondo, hace rato que los nombres se amontonan y, sin liderazgos indiscutibles aparece la idea de la igualdad de condiciones en la línea de largada se unifica. "Todos podemos ser candidatos", señalan algunos, aunque hay uno que asoma con más fuerza pero que en la reunión volvió a correr el cuerpo. “Cuando le tocó hablar, (Sergio) Massa se concentró en la economía”, cuentan desde adentro, donde el tigrense pidió enfocarse en el combate contra la inflación de cara al tiempo que separa el presente nacional de las elecciones generales.
En esa línea se ubicaron algunos planteos posteriores que, ante las consultas periodísticas reflexionaron sobre lo ocurrido el jueves. “Por supuesto es un año electoral y hay que hablar de la estrategia, pero muchas veces la política se aleja de las necesidades concretas de la Argentina y la preocupación también debe ser bajar la inflación, cuidar y mejorar la seguridad, apuntalar el trabajo, lograr que el salario alcance”, dijo el referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro.
En la misma línea se pronunció el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, que resumió: “Todos pretendemos fortalecer la unión del fente y todos tenemos la voluntad de ganar las elecciones, pero para hacerlo debemos trabajar en un diseño que logre la estabilidad cambiaria, que nos permita bajar la inflación y la generación de empleo de calidad”.