River Plate apeló a la practicidad y eficacia en la pelota detenida para llevarse un importante triunfo 1-0 como visitante de Tigre, en la continuidad de la cuarta fecha de la Liga Profesional.

El equipo de Martín Demichelis sumó el tercer éxito en el ciclo sobre cuatro presentaciones, a partir de un cabezazo de Leandro González Pirez cuando el cotejo parecía encaminarse hacia una igualdad en el estadio José Dellagiovanna.


La solvencia del arquero Franco Armani, la versatilidad de Milton Casco y el criterio de Enzo Pérez en el quite y la distribución le permitieron al conjunto de Núñez sumar de a tres, ante un adversario que jamás claudicó en su propuesta, aunque no estuvo fino y perdió el invicto.

River presionó desde el comienzo y obligó a cometer errores en la salida del Matador, que no mostró precisión en los pies de Prediger ni en los de Menossi. Y a pesar de no haber generado situaciones claras, el equipo de Demichelis lucía mejor y asomaba dominador.

Tigre recién empezó a reacomodar líneas pasada la media hora, con Facundo Colidio como eje para las maniobras ofensivas, y tuvo dos ocasiones para marcar, pero la falta de eficacia y cierto egoísmo le jugaron en contra.

En el segundo período, en tanto, el Millonario continuó ejerciendo dominio territorial, con Casco que pasaba continuamente al ataque por el sector izquierdo, con Enzo Díaz que parece adaptarse cada vez más a la posición de segundo zaguero y con un Paradela que en el medio colaboró mucho.

El equipo de Diego Martínez dependía de lo que pudiera hacer por la banda Alexis Castro, juntándose con Colidio, porque el goleador Mateo Retegui lucía aislado y muy bien tomado por González Pirez.

En eso el equipo visitante aflojó en el ritmo y el encuentro parecía ingresar en el terreno de la conformidad. Entonces entró a tallar la pelota parada para amargar a la multitud local. "Nacho" Fernández ejecutó un tiro de esquina, Enzo Pérez la peinó en el primer palo y por el segundo y en soledad apareció González Pirez, quien se arrojó casi en palomita para convertir y someter a Gonzalo Marinelli.


Tigre tuvo el empate con una maniobra de Blas Armoa que exigió una excelente respuesta de Armani, muy seguro cada vez que tuvo que intervenir.

Así, River se quedó con el triunfo, se ilusiona con el partido del miércoles ante Banfield que definirá quién será el rival de Boca  por la Supercopa Argentina) y sigue metiéndole presión al puntero Lanús.