En el principio fue el fuego. Bueno, al menos así sucedió en las series de la franquicia "Chicago One", creadas por el productor Dick Wolf durante la década pasada. Primero fue Chicago Fire, en 2012, dos años después siguió Chicago P.D. y en 2015 se completó la trilogía con Chicago Med. Evidentemente, el también creador de la saga de La ley y el orden encontró en "la ciudad de los vientos" el espacio para historias que abarcan todo el rango de los servidores públicos: bomberos, policías y médicos (también lo intentó con jueces y abogados en Chicago Justice, pero esa no funcionó). Los lunes desde las 21, Universal TV trae las nuevas temporadas de las tres series de "Chicago One", con la de doctores, enfermeros y paramédicos en el primer lugar de la grilla.
"En la historia de la televisión hay unos cuantos programas médicos y cada uno tiene su propio nicho: algunos se enfocan más en las historias de amor detrás de escena, otros solamente en lo médico, otros sólo en un doctor", asegura vía Zoom la actriz Jessy Schram, quien interpreta a la obstetra y ginecóloga Hanna Asher desde la quinta temporada de Chicago Med. "Creo que lo diferente de nuestro programa es que tiene muchos personajes que son importante entre sí y para el programa, y aunque también hay historias personales individuales, tenemos entre tres y cinco casos médicos en cada episodio. En programa que mezcla muchas cosas, pero está enfocado en lo médico".
Entre las cosas que mezcla Chicago Med están las vidas de los protagonistas más allá de la sala de emergencias del Gaffney Medical Center, lo cual en el caso de la doctora Asher implica un pasado de adicción a la heroína. "Lo que estamos mostrando con ella es diferente, porque habitualmente cuando se retrata a un adicto o termina mal o simplemente se ignora que eso pasó", dice Schram, que empezó a encarnarla como personaje recurrente hasta que se convirtió en parte del elenco fijo. "Y en el universo de Dick Wolf tenemos la oportunidad de mostrar a alguien saliendo adelante y floreciendo en lugar de simplemente sobreviviendo. Por eso me doy cuenta de que aquí hay una historia de empoderamiento femenino pero también de empoderamiento humano, porque todos se ven afectados por el modo en que ella se desempeña en los casos que le tocan. Y también creo que tenemos infinitas historias de partos, de mujeres dando a luz y problemas femeninos, entonces al ser la doctora Hanna Asher alguien que se dedica específicamente a este campo... Como no vamos a dejar de dar a luz, siempre habrá trabajo para ella (risas)".
-Es cierto, pero además de su pasado de adicción, ella tiene que lidiar con historias muy duras, como atender a víctimas de abuso sexual. ¿Cambió tu mirada sobre los médicos desde que sos parte del programa?
-Sí, ha cambiado. Si bien siempre tuve respeto por los médicos y enfermeros, diría que aumentó diez veces al tener diferentes consejeros médicos y gente con la que trabajamos bien de cerca en el set. Creo que los cirujanos son como superhéroes, gente que tiene un entendimiento diferente de lo que es ese mundo. Es interesante pensar que cuando uno llega a un hospital está atravesando lo que seguramente es uno de los peores días de su vida, pero para la gente que trabaja en medicina eso es lo de todos los días. Y sucede en todos los estamentos de ese trabajo. Hay que entender que su realidad es muy distinta y que a veces cruzarse con un doctor, una enfermera o hasta alguien del staff puede hacerte sentir cómodo en un escenario que es horrible para casi todo el mundo. Sí, hacer la serie me cambió la visión sobre las personas que trabajan en ese campo, las siento... extra especiales.
-Y tenés gente de tu familia que también te da consejos...
-(Se ríe) Mi cuñada es enfermera de emergencias y mi hermano es teniente de bomberos, así que también trabaja como técnico médico de emergencias, así que cuando tengo alguna pregunta sobre las escenas o necesito practicar algo les pregunto a ellos. A veces está bueno practicar antes cuando vas a hacer alguna escena con un procedimiento médico. Ellos adoran que les mande preguntas pero también me preguntan por qué hice las cosas de cierta manera o simplemente me dicen "lo hiciste en el orden incorrecto". Me critican mucho (se ríe), pero también me ayudan a ser mejor.
-Cuando vos llegaste a la serie, todos ya tenían entrenamiento médico. ¿Cómo fue adaptarse a eso?
-Yo llegué en la quinta temporada y recuerdo que charlando con Torrey DeVitto, quien interpreta a la doctora Natalie Manning, me preguntó cómo me había resultado el entrenamiento. Y yo le respondí: "¿De qué estás hablando?". Entonces de inmediato llamó y dijo "¡Jessy no hizo el entrenamiento!" Sé que ellos tuvieron una suerte de campamento para aprender, pero en mi caso fui al Hospital Rush, aprendí a hacer suturas y, debido a la especialidad de mi personaje, aprendí unos "ejercicios de dar a luz" con muñecos. Literalmente, hay un maniquí y te entrenan para que dé a luz a un maniquí bebé. Así que tuve que hacer eso y me voló la cabeza. Además tenemos gente en el set y también en mi vida privada, cada vez que tenemos una pregunta, los profesionales nos ayudan a ver cómo se hace. Eso sí, siempre practico mis suturas, me encanta y tengo la idea de que ¡si algo pasa, quizá yo pueda ayudar! Pero mejor se lo dejamos a los verdaderos profesionales de la medicina, no a los actores. No me gustan las situaciones de vida o muerte, prefiero simplemente las de vida (risas).
-La mayoría de los actores que trabajan en producciones de Dick Wolf aseguran que es una experiencia especial. ¿Qué tiene de diferente?
-Creo que realmente se arma una familia. Ya sé que es algo que se dice mucho en esta industria, pero este es un universo singular en si mismo, especialmente Chicago Med y los programas de Chicago. Los actores, los técnicos y hasta los oficinistas son personas en primer lugar; y todos están ahí para hacer el mejor trabajo que pueden. Y eso sólo sucede si derrama desde la cabeza: todos somos seres humanos y vamos a ser tratados profesionalmente y de buena forma. Es una fórmula que ha funcionado y me siento muy afortunada de ser parte de ella.
-¿Y respecto a los guiones y el modo en que se arma el programa?
-Lo que aprendí de los guionistas es que cada escenario que retratamos es al menos parcialmente inspirado en algo que salió en las noticias. Puede ser un estudio médico, un escenario... Tenemos un episodio demencial que acabamos de filmar... Demencial en el sentido de "mi dios, ¿eso realmente sucedió en la vida real?" Y sí, siempre hay una semilla de realidad, aunque luego se moldee para convertirlo en entretenimiento.
-En los últimos años se habla todo el tiempo de las plataformas de streaming, pero el éxito de la franquicia "Chicago One" demuestra que todavía hay espacio para dramas de procedimiento y la narrativa asociada a las series de cadenas (en Estados Unidos la emite NBC).
-Es cierto, pero también es como el último de su especie. No hay muchos programas que hagan 22 o 23 episodios por temporada, que antes era la norma. Wolf básicamente inventó los dramas de procedimiento con lo que hizo. Hay una fórmula que funciona y todo el mundo se engancha con eso. Y lo sé por experiencia propia: cada vez que estoy en una habitación de hotel, pongo un programa de Wolf porque puedo agarrarlo en cualquier punto e igual voy a disfrutar de ese episodio. Es realmente único en ese sentido, porque hay una historia que atraviesa toda la serie pero también podés agarrarla en cualquier momento y no te perdés nada.
-Los seguidores de la franquicia Chicago One siempre celebran cuando los personajes de una serie se cruzan con los de otra. ¿Es así también para los actores?
-¡Yo lo adoro! Justo acabamos de hacer eso en ese episodio loco que mencioné antes y fue muy divertido. Está bueno porque todos filmamos en el mismo estudio pero nunca nos cruzamos, entonces es muy divertido cuando hay un crossover porque hay gente como de un mismo universo con la que no te ves y esa gente lleva sus historias para que se mezclen con las tuyas sin que se vea forzado. Así que es divertido cuando chocan los mundos, al menos para mí. ¡Me encanta!