Viviana Alegre vive y respira por su hijo desaparecido, Facundo Rivera Alegre, más conocido como 'el Rubio del Pasaje', visto por última vez la madrugada del 19 de febrero de 2012 en Córdoba. "Luego de siete largos años del juicio por su caso, en el que hubo irregularidades, exigimos que lo busquen de verdad, lo extraño cada día", dice a Página/12 esta menudita mujer de pelo azabache que sonríe con tristeza en sus ojos, a 11 años de la desaparición de su hijo. La zona donde suponen que pudieron haber arrojado el cuerpo del joven músico cordobés son las lagunas del Barrio Maldonado, donde a pesar de los pedidos de la familia, nunca lo buscaron. "Nos parece muy bien que la gente de la zona tenga trabajo en esas obras que proyectan ahí, pero pedimos que las frenen mientras dure la investigación por Facundo", agregó. La justicia no hizo lugar al pedido de suspender la construcción de un parque acuático por parte de la municipalidad, por eso Alegre viajó a Buenos Aires a buscar apoyo en organizaciones como el Cels (Centro de Estudios Legales y Sociales), Amnistía Internacional en Argentina y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
"Mi nieta Rocío necesita a su papá, hay demasiadas preguntas sin respuestas para ella", cuenta mientras prepara unas mini vacaciones para compensar que a fines de enero tuvo que interrumpir su descanso cuando le avisaron sobre los movimientos en la zona donde sospecha que fue arrojado Facundo. "Hay que sacar fuerzas de donde sea para seguir, tengo una licencia por salud mental, 11 años son muchos, intento fortalecerme ahora que logramos ser querellantes", apunta Alegre.
Poco antes de desaparecer en Córdoba Capital, Facundo Rivera Alegre había sufrido hostigamientos por parte de la policía. Por su caso pasaron los fiscales Alejandro Moyano y Gustavo Dalma, de la Fiscalía 1 Turno 5, siempre sin respuestas. A fines del año pasado, la familia logró constituirse como querellante a instancias de la nueva fiscal Celeste Blasco, ante quien con su abogada Adriana Gentile presentó la medida de no innovar para frenar las obras para preservar el espacio en la posibilidad de encontrar a Facundo. Pero la solicitud fue rechazada. "Aportábamos datos y pruebas como para empezar el rastrillaje y en enero dimos con esta noticia, se dijo que ahí desapareció Facundo, muchos testigos apuntaron a esas lagunas", dice Viviana.
"Lagunas que queman"
En la zona este de Córdoba Capital existen unas lagunas en el Barrio Maldonado, atrás del Cementerio San Vicente y cerca del Campo de la Rivera, un centro clandestino donde desaparecieron personas durante la dictadura. Allí se encuentra la seccional 5ta, conocida por la detención arbitraria y tortura de jóvenes en nombre del Código de Faltas, hoy Código de Convivencia. "Esas lagunas queman, desde antes de la desaparición de Facundo, cuando vine de Entre Ríos a vivir a Córdoba se decía que es una zona de narcos y de la Seccional Quinta, siempre se dijo que ahí le hacían submarino a detenidos como forma de tortura", describe Viviana, y aclara que varios de sus testigos mencionan ese sitio, por eso en esta etapa en que lograron ser querellantes estaban aportando pruebas para que vuelvan a hacer rastrillajes. "Cambió el nombre del código pero sigue siendo lo mismo, es con lo que detienen y estigmatizan a pibes de gorrita, morochos, de barrios populares".
La mamá de Facundo no duda en enumerar las responsabilidades políticas por el caso. "(José Manuel) De la Sota, a quien en su momento le pedimos cuatro audiencias y nunca nos recibió, es el responsable político de su desaparición al igual que (Juan) Schiaretti, que después de ser elegido gobernador en su primer período impulsó que se hiciera el juicio y dijo que era 'para que le saquen este muerto de encima'. Martín Llaryora, que es el Intendente de su mismo partido, quiere hacer ese parque, y nunca nos dio respuesta, pero ellos saben dónde está". Ahora que es querellante, la familia Rivera Alegre analiza la posibilidad de hacer una acusación por encubrimiento agravado, "porque los responsables políticos y materiales nunca fueron imputados".
En su paso por Buenos Aires, Viviana participó de la ronda de los jueves con las Madres de Plaza de Mayo. Ella no está sola. Articula con otras madres y familiares de víctimas de la represión estatal, de casos similares al suyo, una desaparición en democracia de las casi 220 que hubo desde 1983. También la acompaña la comunidad académica y artística, como lo plasma la obra de teatro inspirada en la desaparición de Facundo La ilusión del rubio, escrita por Santiago San Paulo, dirigida por Gastón Marioni y protagonizada por Martín Slipak.
¿Qué pasó con Facundo?
Facundo Rivera Alegre desapareció el 19 febrero de 2012. Tenía 19 años, convivía con su pareja y tenía una hijita de 6 meses, en una casa ubicada en un pasaje de Córdoba Capital. Estudiaba música y tenía una banda que iba a eventos sociales. Era fanático de Boca y a su perro lo llamaba Palermo. "Sus amigos eran del grupo del colegio, de fútbol y de la banda, y cuando desapareció los interrogaron a todos. Los policías me decían que estaba en Brasil donde vive uno de sus hermanos", recuerda su mamá. El 18 febrero salió a un baile con los amigos y nunca volvió. Empezaron a buscarlo por todos lados. "Como usaba el pelo teñido y se ponía visera lo paraban siempre, los policías invocaban el Código de Faltas, que devino en Código de Convivencia. Eran verdaderas razzias, y lo metían preso porque no tenía el documento", agrega Viviana.
Al lunes siguiente recibió una llamada, le dijeron ‘te aviso que no lo vas a ver nunca más’. Recién a los dos años pudo tener copia del expediente. Hicieron allanamientos y rastrillajes, pero nada. “Unas chicas vieron a alguien parecido a Facu a dos cuadras de la seccional de policía, en un auto con cuatro policías que lo levantaban. Lo estaban golpeando y uno de los canas les dijo ‘sigan viaje porque les va a pasar lo mismo’. La versión de ellos es que Facundo fue a buscar droga para la banda que tocaba en esa fiesta, un cantante muy famoso cuyo padre es policía, tenía protección, lo llevaban a todos los actos políticos. En ese baile había tres narcos, mirá si van a mandar a mi hijo porque se les acabó la droga. Facu estuvo en el lugar y en el momento equivocados”.