"¿Dónde se empieza a cancelar cosas? ¿Dónde se frena?", dice Hugh Bonneville. "¿Nunca producís Titus Andronicus porque involucra el asesinato de niños y hornear tartas con cabezas humanas? ¿O El mercader de Venecia o La fierecilla domada? ¿O Hamlet, porque mucha gente muere al final?
Encuentro a la estrella de Downton Abbey en un café de bajo perfil justo fuera de Trafalgar Square. Estamos aquí para hablar de The Gold, su nuevo drama en la BBC One sobre uno de los más grandes atracos de la vida real en Gran Bretaña, pero ahora está luchando con uno de los debates de nuestro tiempo -la cultura de la cancelación- y hay una buena razón para ello: Notting Hill. El actor consiguió su primer papel importante en cine en la perennemente popular comedia de 1999 de Richard Curtis. Él interpretaba al hombre de bolsa que le preguntaba a Julia Roberts "¿Y vos qué hacés?" en una cena, antes de saltar como leche hervida sobre actores que ganaban 8 mil libras al año. Por supuesto, algunas comedias románticas ahora están siendo reexaminadas, y no siempre de modo favorable. Notting Hill quedó bajo fuego por fallar en expresar completamente la diversidad del área de Londres que representa.
Sin embargo, Bonneville piensa que deberíamos dejarla en paz. "Esas películas ciertamente no deberían ser canceladas", dice. "Había toda una secuencia acerca del multiculturalismo de Notting Hill. Pero las pruebas de audicencia dijeron '¿Dónde está la estrella? ¿Dónde está Julia Roberts?' Entonces los productores cortaron esa secuencia multicultural de tres minutos".
Y agrega: "Creo que todos necesitamos tomar una gran dosis de perspectiva y permitirle al arte ser arte. A todas las formas de expresión artística se les debería permitir respirar. Creo que el respeto siempre debería estar ahí, porque con la expresión viene la responsabilidad. Pero no creo que sea correcto decir 'No estoy de acuerdo con vos, por lo tanto vos deberías ser cancelado'".
El actor de 59 años no tiene escrúpulos en meterse con los temas del presente. "Soy un eterno optimista", asegura. De todas formas, admite, hoy es cada vez más difícil encontrar razones para ser entusiasta. "Me rehuso a estar deprimido", dice. "Pero encuentro más difícil ser positivo que lo que lo he estado probablemente en 30 años".
Para empezar, Bonneville está inquieto por la situación geopolítica. "Probablemente veo todo más negro que lo que lo hice desde la amenaza nuclear cuando crecía. En los '70 y los '80 me despertaba preocupado por eso. Mirá al mal -no hay otra palabra para eso- que se ha perpetrado en Ucrania e Irán, y la inhabilidad de nuestros políticos para actuar como una fuerza contra eso".
Pero Bonneville está igual de alarmado por lo que sucede en el Reino Unido. "Nuestra falta de liderazgo es impresionante. La vacuidad de los últimos dos o tres secretarios de estado respecto a la cultura es vergonzosa. Lo mismo va para nuestros secretarios de relaciones exteriores recientes, entre los que cuento a Boris Johnson, un hombre sin principios de ninguna clase.
Pero es el tema de la salud pública, sin embargo, con el que Bonneville realmente se indigna. Es un tema que le resulta muy cercano. Su padre era médico, su madre enfermera. Además, durante la pandemia, el actor fue voluntario en un centro de vacunación cerca de su casa en West Sussex. "Estoy enormemente preocuado por el futuro de la NHS", afirma el actor. "Era la institución para la que trabajaban mis padres. En los '70, lidiar con pacientes directamente era el centro de su mundo, no llenar papeleo. Hoy la NHS es una instución enorme que no es adecuada para su propósito. No es es coincidencia que el único gobierno que hemos tenido durante los últimos 13 años haya sido del Partido Conservador. Y ahora las enfermeras hacen huelga, ¡por el amor de Dios! Ninguna enfermera que conozca quiere hacer huelga, pero están literalmente subsidiando el trabajo que hacen. Es descorazonador. Es realmente un momento sombrío". Bonneville está igualmente enojado por el hecho de que el gobierno parece haber puesto a la BBC en su mira. "Es escandaloso que la BBC esté bajo amenaza. ¿Con qué vamos a terminar? Sólo Fox News por todos lados y opiniones a los gritos en GB News".
Pero no dejen que el pronóstico lúgubre de Bonneville sobre el mundo los engañe. En persona, el actor, que luce gemelos con los colores de la bandera de Ucrania, es una presencia cálida y graciosa. Su alegría está reflejada en Playing Under the Piano, sus memorias de reciente publicación. El libro contiene varias anécdotas deliciosas del showbiz, como el momento en el que casi arruina un ensayo de vestuario para su debut en el National Theatre. Encarnaba al zapatero en La escuela de las mujeres y destruyó por accidente una buena parte de la escenografía del volcán con un balanceo de su horma de zapatos del siglo XVIII. También hay allí varios pasajes conmovedores, como cuando Bonneville recuerda la demencia de su padre y la muerte de su hermano.
La tarde de la entrevista, Bonneville va a ir a un evento promocional del libro. Está vestido con el traje de lana azul profundo que viste en la portada. Dice que lo usa en todos los eventos del libro con la esperanza de que le provea de alguna publicidad subliminal. Pronto también volverá a las pantallas de la BBC con The Gold, de Neil Forsyth,un recuento en seis partes de lo que siguió al famoso robo Brink's-Mat (Forsyth es el guionista del hit "de boca en boca" Guilt, que volverá este año con su tercera temporada).
Cuando un grupo de criminales reincidentes se metieron por la fuerza en el depósito de Brinks-Mat en el Heathrow International Trading Estate el 26 de noviembre de 1983, al principio fue visto como un típico robo a mano armada de Old Kent Road. Pero pronto se convirtió en algo mucho más significativo. Los ladrones habían planeado robar 3.2 millones de libras en efectivo, pero después de meterse en el depósito con la ayuda de un infiltrado, descubrieron 26 millones de libras en lingotes de oro y diamantes. En un instante, el atraco se convirtió en el más grande robo de la historia hasta ese momento.
El robo cambió para siempre el crimen y la vigilancia policial en Gran Bretaña. También facilitó el lavado de dinero a gran escala por primera vez. El dinero sucio del robo impulsó el boom inmobiliario de los Docklands de Londres. Enfatizando que no hay honor entre ladrones, el crimen también desató los asesinatos y el caos en el interior de la banda.
En The Gold, Bonneville interpreta al DCI Brian Boyce, el policía de alto rango real que dirigió el comando especial encargado de encarcelar a la banda del Brink's-Mat. Educado en las duras calles de Rotherhithe, el Boyce que se ve en The Gold es un cana durísimo que es más un par de los viciosos criminales. Harto de los policías que siempre están entongados, Boyce también es absolutamente incorruptible. Para Bonneville, es un papel a años luz de distancia del adorable Mr. Brown de las películas Paddington o de la formalidad agarrotada del Earl of Grantham de Downton Abbey.
El actor se deleitó con la posibilidad de conocer a su alter ego en The Gold. "Brian tien 85 y está retirado. Tuve un almuerzo fascinante con él. Como era un verdadero policía recto, no podía soportar 'The Square', como llamaban a los masones. Él sabía perfectamente que no queria tener nada que ver con ellos". La incorruptibilidad de Boyce fue enfatizada en los '90, precisa Bonneville. "Cuando el caso de Stephe Lawrence explotó y claramente hubo una implicación de que los sospechosos eran tratados con liviandad o simplemente se los dejaba pasar, Boyce fue voluntario para investigar a la policía. Él dijo 'No quiero eso'. El supervisó una investigación acerca de si la policía había sido demasiado indulgente".
The Gold también tiene cosas muy actuales que decir acerca del sistema de clases británico. Los criminales vieron sus ganancias malhabidas como un modo de molestar al orden establecido. "El hilo oculto de todo es la movilidad social", dice Bonneville. "El establishment quiere mantener las cosas como están. ¿Cómo movés las placas tectónicas de la sociedad?". En el drama "hay todo un enojo burbujeando bajo estos criminales de Rotherhithe. Los labdrones están tratando de subir en la escala. Están preguntando '¿Por qué toda esta gente de la ciudad debería tener todo el dinero? Nosotros queremos parte de eso'".
Bonneville cruzó al lado oscuro para su papel más reciente en cine, cuando interpretó al atroz asesino serial y juez retirado de la corte Sir Hector Blake en la película de Netflix I Came By. El actor cree que la naturaleza escalofriante del ficcional Sir Hector es "su aparente normalidad". "No parece perverso en absoluto. Es como el asesino serial
Ted Bundy, un hombre apartentemente inteligente y capaz que se defendió a sí mismo en la corte. He visto imágenes de él yendo a la corte y era realmente animado y alegre, pese a que sabemos que tenía un costado verdaderamente espantoso. Entonces, en un modo gracioso, el placer de interpretar a Sir Hector estaba en la total ordinariez de eso".
La crítica social también aparece en I Came By, porque Sir Hector tiene un pase libre gracias a su apartente respetabilidad. Al final, dice Bonneville, "el establishment gana". "Este monstruo está oculto a plena vista. Tiene sus propios complejos y razones psicóticas para hacer lo que hace. Pero se le permite salirse con la suya por su posición en la sociedad".
Cuando era niño, Bonneville, que está casado con Lulu Williams y tiene un hijo llamado Felix, pensaba que era demasiado tímido para ser actor. Aterrado de actuar frente a su clase de jardín de infantes, el chico de cuatro años solía jugar bajo el piano en su casa familiar en el sudeste de Londres. En el libro, él recuerda: "El instinto para mantenerme en las sombras, simplemente jugango bajo el piano por temor a verme como un tonto". Pero después de actuar en obras escolares como Ernie’s Incredible Illucinations, de Alan Ayckbourn, rápidamente superó su timidez. Bonneville había sido picado por el bichito de la actuación.
Después de varias producciones amateurs en el National Youth Theatre de la Universidad de Cambridge, donde leyó teología, y la Webber Douglas Academy of Dramatic Art, él hizo su debut teatral profesional en 1985. Fue reemplazo de Ralph Fiennes en el papel de Lisandro en una producción de Sueño de una noche de verano en el Regent’s Park Open Air Theatre. A lo largo de los siguientes 37 años, Bonneville lo ha interpretado todo, desde un maestro titular en EastEnders y un oficial de marina en el HMS Bedford en El mañana nunca muere (Tomorrow Never Dies), hasta Ian Fletcher, el jefe de valores de la BBC, en W1A, y a Lord Mountbatten en Viceroy’s House.
Tras Notting Hill, Bonneville hizo un infortunado viaje a Los Ángeles. En 2005, firmó un contrato por siete años para protagonizar junto a Jenna Elfman una sitcom estadounidense titulada Courting Alex. Sin embargo, fue un desastre y la levantaron del aire a mitad de su única temporada. El actor no tiene recuerdos particularmente buenos de su momento en Hollywood. "Todavía me retuerzo cuando miro hacia atrás", dice. "Literlamente descubrí un año después que la sitcom había sido cancelada pero nadie le dijo al elenco. Todavía no se me ha anunciado oficialmente que el contrato ha sido cancelado ¡porque todo el mundo está aterrado en LA!".
La superficialidad de muchos en La-La-Land está resumida en el recuerdo de Bonneville de un encuentro que tuvo con un agente estadounidense. "Fui a verlo y me dijo 'Hugh, tu trabajo es increíble. ¡Amé cada cosa has hecho! Todo eran virtualmente abrazos y besos. Entonces me fui y cuando estaba en el corredor, pensé 'Dios, me olvidé el saco', así que volví a la oficina y dije 'Perdón, me olvidé el saco'. El agente no tenía idea de quién era yo. Simplemente dijo 'Seguro, tomá tu saco. Sí, lindo saco'". El actor continúa: "Algunos de mis amigos han ido a Hollywood e hicieron una vida ahí. Buena suerte para ellos, pero no es para mí".
Actualmente Bonneville está esperando luz verde para la película Paddington in Peru. "Hay un guión que se ve hermoso. Están en la pista, pero todavía no les dieron autorización para despegar". Mientras tanto, ¿hay posibilidades de otra película de Downton Abbey? "Supongo que no es imposible. Pero pienso que ahora que Maggie (Smith) ha dejado el elenco sería muy difícil. No podés simplemente meter otra viuda preguntando '¿Qué es un fin de semana?'. El castillo era el principal personaje en Downton Abbey, pero ella era segunda por muy poco. Creo que Downton Abbey probablemente ya tuvo su momento pero, nuevamente, nunca se sabe".
Una pausa. Un parpadeo. "Si firman un cheque suficientemente grande, quizá yo vuelva a hacerlo".
The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.