Hasta hace algunos años, los cuerpos eran una ausencia estruendosa en la producción académica occidental. Si amaban, se enredaban en el amor, se entrelazaban en acciones colectivas, se sublevaban, su existencia era mediada por el espíritu, el alma, el intelecto. Y en la comunicación, donde el medio era el mensaje, de los cuerpos, poco. La sociología del cuerpo, su antropología, se hicieron materia académica en las últimas décadas y esa es la plataforma del Posgrado Cuerpo, comunicación, estética y política, perspectivas situadas y feministas, propuesto desde el área Cuerpo y Comunicación, problemáticas estético políticas en la producción de subjetividad de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Veíamos una vacancia en pensar sistemáticamente la comunicación desde los cuerpos. Encontramos que, en general, cuando hablamos de comunicación, automáticamente aparecía una asimilación con pensar los fenómenos mediáticos, y sin desconsiderar su importancia, sí había una necesidad de pensar qué pasaba en la comunicación entre los cuerpos, desde los cuerpos, cuando se formaban redes de activismo, toda una zona problemática que nos interesaba potenciar, trabajar, de manera más integral”, cuenta Mariela Singer, directora y coordinadora académica del Posgrado y Profesora Adjunta integrante del Circuito de Formación Feminista de la Facultad de Ciencias Sociales - CIRFFEM, UBA.
El interés es “trabajar de una manera más integral y a la vez desde perspectiva feministas, que eso sí era una vacancia sumamente importante”. Singer historiza la creación de esta oferta académica: “Podríamos decir que tenemos toda la tradición occidental encima, que es androcéntrica, racionalista, dualista, que en general no viene pensando el cuerpo, que cuando ha tendido a pensar el cuerpo, lo ha pensado desde un desdén, de la corporalidad que siempre está sujeta a una razón, una mente, un alma”.
Es así que la clave para este posgrado es la perspectiva feminista. “Lo que efectivamente viene potenciando la valorización del cuerpo, de los cuerpos como territorios políticos, de los lazos cotidianos también como territorios políticos, son las luchas transfeministas y los movimientos lgtbiq+”, subraya Singer y desde allí trabajarán: “Como vienen planteando y explicitando diferentes autoras, la cuestión de la corporalidad fue sumamente valorizada y potenciada desde estas perspectivas feministas, lo mencionan explícitamente Silvia Federici, Rosi Braidotti o Dona Haraway”.
En su segunda cohorte, el equipo docente propuesto concentra nombres rutilantes. “Trabajamos con docentes que estaríamos leyendo, incluso, si no fueran docentes del programa, son además de referentes a nivel internacional en las problemáticas que trabajan, bibliografía obligatoria en estos temas”, dijo. Y enumeró: Verónica Gago, referente del colectivo Ni Una Menos, con reconocimiento académico internacional, investigadora del CONICET. Marie Bardet, referente de temáticas del cuerpo, filosofía y danza, también en clave feminista. Paula Sibilia, referencia en temáticas de cuerpo, comunicación y tecnologías. También Julia Risler, que es referente del colectivo iconoclasista, abocado a mapeos colectivos, recursos cartográficos, socialización de recursos comunitarios. “Ahí trabajamos algunas perspectivas que son disruptivas en la academia, pero que a la vez ya son reconocidas, como epistemologías feministas, como la metodología autonográfica."
Laura Contreras y Nicolás Cuello, referentes de activismo gorde, forman parte de la apuesta de “pensar en la diversidad de los cuerpos, el cuestionamiento a la normatividad corporal, a la cisheteronormatividad obligatoria, las identidades generalizadas y los cuerpos generalizados siempre desde el binomio hombre, mujer y la exclusión que eso supone para para otras corporalidades o para otras identidades, la delgadez obligatoria, el capacitismo”.
En esa línea, trabajan “desde perspectivas que atienden a la singularidades corporales, o sea, rompiendo un poco con la noción de individuo como fuente de sentido, esa modulación en serie que sería el individuo que además nos hace creer que es fuente de sentido; es decir, pensar en singularidades corporales implica por un lado pensar que cada cuerpo es insustituible en su singularidad, justamente y a la vez es histórico, es una singularidad que siempre es una confluencia insustituible de multiplicidad de relaciones históricas personales”. Desde esa perspectiva, sumaron a la Cátedra Libre de estudios trans de la Facultad de Filosofía y a María Pía Venturiello, que trabaja diversidad funcional o discapacidad.
La novedad que tiene feliz a Singer es la incorporación de Sibila Sotomayor, integrante del colectivo de Las Tesis. “Estamos contentes, tenemos integrantes del colectivo Ni Una Menos, integrantes del Colectivo Las Tesis, ella es catedrática también de la Universidad de Valparaíso y viene trabajando fenómenos de performance en la protesta, muy ligado a su propia experiencia activista”, suma Singer, que también es docente del posgrado.
El artivismo tiene su espacio con Marilé Di Filipo, que trabaja ciclos de protestas en relación a la corporalidad, la misma línea de Singer y también da clases Hernán Ouviña, enfocado en experiencias de autogestión y de democracia de los cuerpos, para “pensar cómo la irrupción de las corporalidades masivas en las calles también implican pensar otras formas de democracia”. Y habrá invitades sorpresa, como ocurrió el año pasado.
“El programa atiende a fenómenos de corporalidad colectiva, en diferentes periodos históricos donde es importante. Por ejemplo, acá, en la post dictadura, en los años 80, que son conocidos como de irrupción del cuerpo, en el sentido de que después del disciplinamiento, la aniquilación de los cuerpos durante la dictadura, se produce una especie de explosión, una avidez por explorar con la corporalidad el encuentro entre los cuerpos. Por sus modalidades festivas artísticas, arte-activistas, los 80 son un período importante para pensar la corporalidad y todo el terreno de exploración, incluso, con identidades generizadas, experiencias que se pueden pensar como suelo que generó prácticas que después habilitaron prácticas posteriores como las que se masifican a partir del 2015”, plantea Singer sobre este posgrado, que mantiene abierta la inscripción hasta el 10 de marzo, en la página de la Facultad de Sociales. La modalidad de cursada es virtual, con clases sincrónicas los jueves, de 17.30 a 21.10.