Diez años no son poca cosa. El número redondo es un motivo más de festejo ante la llegada de la décima edición de la Semana de cine portugués en Buenos Aires, que llega recargada y dividida en dos partes, en sendas sedes. Desde este jueves 23 y hasta el domingo 26, Malba Cine será el ámbito en el cual se desarrollará el encuentro con films portugueses de realización reciente, acompañados como es habitual por algunos títulos del pasado, convenientemente restaurados por Cinemateca Portuguesa.
Como si eso fuera poco, apenas unos días más tarde la Sala Leopoldo Lugones será testigo de los nueve largometrajes dirigidos por Pedro Costa, uno de los realizadores indispensables del cine contemporáneo, en una retrospectiva dedicada a su obra. Varias de esas proyecciones serán presentadas por Costa, que viajará especialmente a Buenos Aires para acompañar el foco. Pero a no apresurarse: antes de eso, el Malba ofrece la oportunidad de acceder a dieciocho películas, entre largos y cortometrajes. ¿La novedad de esta edición? Todas las películas llevan la firma de cineastas mujeres.
Para Maria João Machado, cofundadora de Vaivem, la asociación encargada de realizar la Semana de cine portugués desde sus inicios, además de su principal programadora, “el interés por incorporar una perspectiva de género a la lectura del presente y el pasado del cine es una decisión política que, lejos de agotarse en la inclusión y la diversidad como objetivos deseables y necesarios, nace también de la necesidad de visibilizar un corpus de obras que se imponen por sus propios méritos cinematográficos, y sirven de vivo testimonio de la importancia central que estas autoras tienen para entender y pensar el cine de este país en su totalidad”.
El puntapié inicial será con Lobo e Cão, magnífica primera ficción de la directora Cláudia Varejão (ver entrevista), quien está de visita en la ciudad para acompañar la función de arranque de la Semana. Rodada en una de las islas Azores, la película cuenta con un reparto de actores no profesionales, habitantes de la Isla de São Miguel. Aprovechando la presencia de Varejão, la programación del encuentro también incluye su film inmediatamente anterior, el documental Amor Fati, que según afirma el texto del catálogo registra “el amor entre una madre y su hija, entre un animal y su dueño, entre amigos, en una pareja, en una familia. Así de transversal y específico es el objeto de este documental”.
Otro de los platos fuertes del programa, Mato seco en chamas –que pudo verse durante su paso por el Festival de Mar del Plata– fue dirigida por la portuguesa Joana Pimenta en codirección con el brasileño Adirley Queirós, una de las voces cinematográficas más originales y potentes del país vecino. Pimenta debuta en la dirección luego de haberse encargado de la dirección de fotografía de Era uma vez Brasília, el film previo de Queirós, en un relato de tonos postapocalípticos que cruza la ciencia ficción con una lectura política del presente brasileño, y está protagonizado por dos hermanas que se dedican al negocio de la explotación petrolera y la producción de nafta, en ambos casos de manera absolutamente clandestina.
Lo político también dice presente en el documental Sita: Vida e o Tempo de Sita Valles, de Margarida Cardoso, que recorre a lo largo de casi tres horas las experiencias de Sita Valles, dirigente estudiantil y militante del Partido Comunista portugués nacida en Angola. Desaparecida en 1977 durante el gobierno de António Agostinho Neto, del cual formó parte activa como miembro del Movimiento Popular de Liberación de Angola, el film revela las contradicciones de los primeros tiempos poscoloniales del país africano, tironeado entre el comunismo soviético, el maoísmo y las tendencias de centroderecha, iluminando cuestiones políticas universales, extrapolables a otros ámbitos geográficos e históricos.
Presentada en el Festival de Cannes el año pasado, Alma Viva entrelaza el costumbrismo realista con ciertas líneas crecientemente fantásticas. La ópera prima de Cristèle Alves Meira tiene como protagonista a Salomé, una niña de unos diez años que viaja desde Francia a la casa materna en un pueblo de Portugal para pasar las vacaciones. Por razones naturales o tal vez no tanto, la abuela de Salomé fallece de golpe y sin aviso, y a los conflictos intrafamiliares por razones de lo más diversas –desde rencillas del pasado a la discusión de quién paga el entierro– se le suma la posibilidad de que el cuerpo de la pequeña esté poseído por el espíritu de la anciana. Un debut más que interesante de una directora a seguir de cerca.
Fiel a la costumbre de presentar nuevos talentos sin olvidar a los cineastas consagrados, O trio en mi bemol, último largometraje de Rita Azevedo Gomes, rodado en pandemia a escasos metros del mar, forma parte indispensable de la Semana de cine portugués. El film narra el rodaje de una película basada en una obra teatral de Éric Rohmer, desprendimiento de Cuatro aventuras de Reinette y Mirabelle (1987), en la cual un hombre y una mujer, examantes, conversan durante una serie de encuentros sobre la música, el amor, el deseo, los celos y los conflictos de pareja. La actriz Rita Durão y los cineastas Pierre Léon y Adolfo Arrieta encarnan los papeles centrales.
El resto de la programación incluye la exhibición de copias restauradas de Máscaras (1976), de Noémia Delgado, Trás-os-Montes, de Margarida Cordeiro y António Reis, del mismo año, y los únicos veintiséis minutos que se conservan del primer largometraje portugués dirigido por una mujer, Três Dias Sem Deus (1946), de Bárbara Virgínia, preservados y restaurados por la Cinemateca Portuguesa, el “único testimonio sobreviviente de una obra fundamental, de una fuerza visual sobrecogedora”, según afirma el catálogo.
Además de Paz, cortometraje de Marta Ramos y José Oliveira, que complementa el largo Guerra, ya exhibido en la Semana en el año 2019, este nuevo encuentro con el cine luso presenta los films breves Tindergraf –realizado en base a diseños de la dibujante Júlia Barata, proyectados luego en un viejo Cinegraf, y las voces de una serie de actores– e Idade Óssea, proyecto de animación de Isabel Aboim Inglez que utiliza técnicas mixtas como el rotoscopiado, el stop motion y el registro en vivo con resultados que sólo pueden describirse como un collage audiovisual.
* 10° Semana de Cine Portugués. Del 23 al 26 de febrero en Malba (Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415) y del 1° al 8 de marzo en la Sala Leopoldo Lugones (Av. Corrientes 1530). Programación en los sitos de Vaivem y el Complejo Teatral.