Una joven estadounidense recuperó la movilidad de su mano izquierda después de que se le colocaron unos implantes espinales desarrollados en la Universidad de Pittsburgh, al menos nueve años después de haber sufrido un accidente cerebro vascular (ACV).
La investigación fue publicado por la revista Nature Medicine, la cual destacó que la estimulación eléctrica de la médula espinal puede restablecer "instantáneamente" cierta capacidad para controlar las extremidades superiores de las personas que sufrieron derrames cerebrales.
El caso detallado por la publicación fue el de Heather Rendulic, que con 29 años, volvió, por ejemplo, a abrir y cerrar su mano izquierda y hasta cortar un trozo de carne, una acción que siempre se la hacía su esposo. A los 20, se le descubrió a la paciente un angioma cavernoso, un grupo de vasos sanguíneos anormales, que sangró varias veces y le provocó un ACV, con consecuencias permanentes en el lado izquierdo de su cuerpo.
En este contexto, a la joven Heather se le implantaron electrodos en el cuello para estimular partes de su médula espinal, los cuales, con mucho éxito, funcionaron el primer día que se le fueron colocados.
Cómo fue la primera prueba
El doctor Marco Capogrosso, de la Universidad de Pittsburgh y uno de los especialistas del estudio, destacó esta primera prueba y opinó que "nadie esperaba que funcionara tan rápido", como sucedió con Heather Rendulic.
"Comenzó a llorar, la familia estaba allí y comenzaron a llorar y luego todos nosotros comenzamos a llorar, así que fue un momento muy, muy emotivo. Heather estaba moviendo su brazo y su mano como lo estaba haciendo hace casi una década", señaló el científico.
Según la publicación, este dispositivo de electrodos funcionó en Heather y en otro voluntario, pero el experimento solo fue diseñado para que funcione durante un mes. Sin embargo, esta investigación mostró con optimismo una idea del futuro, en el cual los implantes podrían marcar "deferencias significativas" en las vidas de las personas.
"Nuestros pacientes se recuperan, pero no se vuelven completamente normales. Pueden recuperar mucha independencia y mucha calidad de vida, solo porque ahora pueden usar el brazo y la mano, aunque probablemente no puedan tocar el piano", explicó el doctor Capogrosso.
Por último, se indicó que este modelo podría avanzar rápido, debido a que ya se están utilizando tecnologías aprobadas y más prácticas para controlar dolores más intensos y también, trasladarla al hogar.