El Servicio Forestal de Estados Unidos anunció que matará a aproximadamente 150 vacas salvajes que habitan en el Bosque Nacional de Gila, en el estado de Nuevo México, alegando que "suponen una amenaza significativa para la seguridad pública y los recursos naturales".
Según un comunicado, la medida que se llevará a cabo en colaboración con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y el programa del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal, se hará disparando desde helicópteros en una operación que empezará este jueves y durará hasta el domingo.
Medida necesaria "para proteger la seguridad pública y especies amenazadas"
La supervisora del Bosque Nacional de Gila, Camille Howes, destacó en el comunicado que la decisión de eliminar letalmente el ganado fue difícil pero "necesaria para proteger la seguridad pública, los hábitats de las especies amenazadas y en peligro de extinción, la calidad del agua y el carácter natural de los Parques Nacionales de Gila".
El ganado salvaje que habita en esa zona es agresivo con los visitantes y su paso por las orillas de los arroyos y los manantiales provoca "erosión y sedimentación", explicó Howes, y añadió que esa es la forma "más eficaz y humana de abordar el problema".
Rechazo del sector ganadero
Luego del anuncio de la radical medida, los ganaderos de la zona mostraron su preocupación por la posibilidad de que el ganado marcado se haya extraviado en la zona silvestre, ya que sus cercos rurales fueron dañados por una temporada fuerte de vientos.
En este sentido, el Servicio Forestal se comprometió a seguir trabajando para retirar los animales marcados de las zonas en las que no están autorizados.
Por otra parte, la Asociación de Productores de Ganado de Nuevo México, junto a otras organizaciones como la Asociación de Ganadería Humanitaria, presentaron una demanda contra el Servicio Forestal estadounidense y el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal en el Tribunal Federal del distrito, con el objetivo de bloquear la "cruel e inhumana" matanza.