El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, llamó temprano a Estela de Carlotto para verse. Era una reunión que estaba pautada, pero que venía bien en un contexto en el que arreciaban las versiones de que había discrepancias entre Abuelas y el sector que se referencia en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner –particularmente La Cámpora– de cara a la movilización del próximo 24 de marzo. “Venite con Wadito”, le contestó Estela. Y Pietragalla Corti –que en poco más de un mes celebrará 20 años desde que restituyó su identidad gracias a la búsqueda de Abuelas– llegó con el ministro del Interior Eduardo de Pedro, uno de los integrantes históricos de H.I.J.O.S. El encuentro se comunicó desde la cuenta de Twitter de Abuelas de Plaza de Mayo. “Como en cada 24 de marzo, unidos por más Memoria, Verdad y Justicia ¡Todos y todas a la Plaza!”, escribieron.
Más que los ánimos, la foto buscó aplacar las versiones que hablaban de rispideces por la organización de la marcha por los 47 años del golpe genocida. El martes, Estela de Carlotto había hablado de la persecución judicial contra CFK en una entrevista con FM La Patriada y había adelantado que posiblemente ese tema se denunciara en el documento que todos los años leen los organismos desde Plaza de Mayo, pero había sugerido que la marcha debía –como es costumbre– enfocarse en las banderas históricas del movimiento de derechos humanos, Memoria, Verdad y Justicia.
Los dichos de Estela se usaron para fogonear una discusión que tanto desde el movimiento de derechos humanos como desde el entorno de la vicepresidenta dijeron que no era tal, como adelantó Página/12. Pero hubo foto, desde la casa de las Abuelas, para que no quedaran dudas. De Pedro y Pietragalla fueron en su calidad de miembros del movimiento de derechos humanos, funcionarios del gobierno del Frente de Todos y referentes de La Cámpora. En el edificio de la calle Virrey Cevallos, los esperaban las abuelas Estela y Buscarita Roa, el secretario Abel Madariaga y varios nietos –entre los que se contaban Guillermo Pérez Roisinblit, la legisladora Victoria Montenegro, Manuel Goncalves y Leonardo Fossati–.
–¿Cómo fue el encuentro?-- le preguntó este diario a Pietragalla Corti.
–Hablamos acerca de cómo intentan romper algo que es sólido, que es la relación de los organismos de derechos humanos con una organización como La Cámpora o la relación con Cristina y con el kirchnerismo, que está muy marcada por la historia, por el legado y por todo lo que se llevó adelante conjuntamente. Por sobre todas las cosas, quieren desinflar la marcha del 24 de marzo, que es una fecha legítima de la sociedad argentina. La quieren manchar porque esa marcha hace mella cada vez que se realiza y es un lugar de visibilización y denuncia de los organismos sobre los retrocesos que tiene la democracia.
–Hay una convocatoria a marchar contra la mafia judicial, ¿piensa que más allá de esta consigna, los organismos se expresarán sobre la situación del Poder Judicial?
–Claramente. El documento va a estar impregnado por esa realidad porque la sufren los organismos cotidianamente. Lo ven en los retrocesos de los juicios o en el rol que toman los miembros de la Corte cuando tienen que fallar en algo que tiene que ver con responsabilidad empresarial en la dictadura. Yo no conozco el documento, pero, viendo históricamente cómo son, es claro que este tema va a estar presente.
–¿La Cámpora marcha desde la exESMA con la consigna que elaboren los organismos?
–Siempre adherimos a las consignas de los organismos. Las organizaciones también arman sus subconsignas. Eso es histórico también.
–¿Saldado el supuesto conflicto?
--Nunca hubo conflicto. Cristina nunca pensó en hacer un acto el 24 de marzo.