Desde Santa Fe
"Vamos a pagar", prometió ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, cuando le preguntaron por los 50 mil millones de pesos que su gobierno le debe a Santa Fe y las facilidades que ofreció Miguel Lifschitz para cancelar la deuda: 15 mil millones en 24 cuotas en 2018 y 2019 y el resto, en títulos públicos a 40 años. La sentencia de la Corte Suprema que el gobernador le pidió a Mauricio Macri que cumpla es de noviembre de 2015 y el plazo para acordar una propuesta de pago era de 120 días, que está más que vencido. "Vamos a cumplir. Nosotros somos respetuosos de la Justicia", dijo Frigerio, aunque después aclaró: "En la medida que tengamos los recursos, vamos a pagar". En una entrevista con la emisora LT10 vinculada al intendente de la UCR José Corral, el ministro habló de todo. Le preguntaron también por la avalancha de importaciones que amenaza a pueblos como Acebal y su industria del calzado y Cañada de Gómez y sus fábricas de muebles. Y ahí, le contestó a un "candidato del oficialismo" -al que no identificó‑ pero que es el ministro de la Producción y candidato a diputado nacional por el Frente Progresista, Luis Contigiani, quien llamó a "frenar" el "neoliberalismo" de Macri.
"¿Cómo es la relación del gobierno nacional con la provincia?", fue una de las preguntas a Frigerio. Y siguió otra: la demanda de Lifschitz por los 50 mil millones. El ministro respondió la segunda. "Lo primero es poner la verdad sobre la mesa", sacó pecho. "Santa Fe recibía 19 mil millones de pesos en los primeros seis meses de 2015 y en los primeros seis meses de 2017 recibió 36 mil millones. Esta es la verdad. Nunca Santa Fe recibió tantos recursos nacionales como en la presidencia de Mauricio. Nunca.", exageró.
"Y también reciben obras, como nunca antes", insistió Frigerio. Y mencionó "más de 4 mil millones de pesos" de su cartera destinados a "viviendas, agua potable, cloacas, transporte, caminos, ferrocarriles, aeropuertos (sic). Estamos haciendo lo que Mauricio se comprometió a hacer" en "Santa Fe que durante muchos años fue ninguneada y discriminada" y "hoy encuentra en el gobierno nacional un aliado para el proyecto" de la Casa Rosada.
-‑Hay un fallo de la Corte que ordenó el pago a la Nación, esto también es cierto --le recordó uno de los colegas.
-‑Una parte ya la estamos pagando y otra, la vamos a pagar. Somos respetuosos de la Justicia. Lo que estamos pagando es la restitución del 15 por ciento de coparticipación a tres provincias: Santa Fe, Córdoba y San Luis (las que ganaron el juicio) y al resto se lo vamos a pagar en los próximos cuatro años porque no tenemos más plata. En la medida que tengamos los recursos, vamos a pagar --respondió el ministro.
En otro pasaje, le reprocharon la "apertura indiscriminada de importaciones" que amenaza con quebrar cadenas productivas. Frigerio repitió el libreto: él se ubicó en "la verdad" y puso al "candidato del oficialismo" --Contigiani-‑ en otra parte. "La Argentina es uno de los tres o cuatro países más cerrados del mundo. Y esta no es una opinión, es un hecho de la realidad. La Argentina es un país profundamente cerrado. Por supuesto, que no existe ningún caso en la historia de un país que haya crecido de esta manera, cerrándose al mundo, pero también entendemos que como el resto de los cambios tiene que ser gradual. La transformación, la vinculación con el resto del mundo no puede ser de un día para el otro porque lamentablemente no estamos preparados para eso, pero tampoco podemos creer que cerrándonos al mundo vamos a crecer y progresar en el camino del desarrollo económico", parafraseó el ministro.
"En consecuencia, tenemos que ser inteligentes, abrirnos al mundo de manera inteligente, cuidar los sectores más vulnerables, como lo estamos haciendo. Pero no hay que mentirle a la gente. Más que un cambio económico y en las relaciones internacionales, este es un cambio de valores, el principal valor de la palabra, decir la verdad. Hay que empezar a poner la verdad arriba de la mesa y a discutir sobre la verdad, no sobre opiniones o chicanas, sobre la verdad", explicó.
"En Santa Fe, conviven de hecho sectores con gran competitividad y otros con menor competitividad. La integración tiene que ser inteligente y defender a los dos sectores de la producción", concluyó Frigerio.