La escritora británica J.K. Rowling reveló que temía que su exmarido, el portugués Jorge Arantes, quemara el manuscrito del primer libro de la saga, "Harry Potter y la piedra filosofal", en el marco de una convivencia en la que sufrió violencia de género por parte del periodista, con el que estuvo casada poco más de un año.

Rowling, de 57 años, dijo que el vínculo con su exmarido fue agresivo y que era muy controlador, a tal punto que intentó secuestrar el manuscrito y dejarlo bajo llave el para extorsionarla y evitar que lo dejara.

"A esas alturas me registraba la cartera cada vez que llegaba a casa. No tenía llave de mi propia casa porque él tenía que controlar la puerta principal. Y creo que no es una persona estúpida. Creo que sabía, o sospechaba, que iba a intentar escaparme de nuevo", dijo Rowling en el primer episodio del podcast "The Witch Trials".

La escritora y Arantes se conocieron hace más de 30 años en un bar de Oporto en el que Rowling enseñaba inglés y donde a partir de la relación que entablaron descubrieron su pasión común por Jane Austen.

Poco tiempo después se casaron, pero el matrimonio apenas duró 13 meses, tiempo en el que, según la autora, sufrió malos tratos psicológicos y físicos. Por su parte, Arantes admitió haberle dado dos cachetazos y que al día de hoy no se arrepentía de lo que había hecho. 

Cómo Rowling salvó el manuscrito

Rowling manifestó que durante esos días vivía en "un horrible estado de tensión" porque tenía que ocultar sus intenciones de abandonar el domicilio familiar.

Aún así, ella seguía escribiendo. "El manuscrito seguía creciendo. Yo seguía escribiendo. De hecho, él sabía lo que ese manuscrito significaba para mí porque en un momento dado lo agarró y lo escondió", señaló la autora de la saga.

Para poder abandonar el hogar y salvar la obra que estaba escribiendo tuvo que pergeñar un plan. "Llevaba a diario al trabajo unas cuantas páginas del manuscrito, sólo unas pocas para que él no se diera cuenta de que faltaba algo, y las fotocopiaba. Y, poco a poco, en un armario de la sala de profesores, la obra fotocopiada crecía y crecía y crecía, porque sospechaba que, si no era capaz de salir con todo, él lo quemaría o se lo llevaría o lo tomaría como rehén". La autora, que estaba embarazada por entonces, aseguró que, aparte de su hija Jessica, que hoy tiene 31 años, ese manuscrito era lo único que quiso salvar en su huida.

"The Witch Trials of J.K. Rowling"

La autora lanzó el podcast esta semana con dos episodios: en el primero, “Plotted in Darkness" ("Planeado en la oscuridad", en inglés) cuenta la muerte de su madre y su matrimonio con Arantes; en el segundo, "Burn the witch" ("Quemen a la bruja") aborda las controversias que se dieron en torno al lanzamiento del primer libro de Harry Potter.

El podcast, que desde su título busca posicionar a la escritora como una persona juzgada "como una bruja", está conducido por Megan Phelps-Roper, exmiembro de la Iglesia Bautista de Westboro, conocida por sus polémicos comentarios y sus frecuentes protestas contra la comunidad LGBT y otras comunidades.

Rowling estuvo en el ojo público (y fue cancelada por buena parte de sus lectores) después de que realizara declaraciones transodiantes a través de Twitter y luego intentara "justificarse" en un ensayo que publicó en su sitio web.

Si bien todavía no se trató el tema en "The Witch Trials", la autora ya había declarado que no le preocupa cómo afectará a su legado la polémica que la rodea y que cualquiera que piense así la ha malinterpretado "profundamente".

"No me paseo por mi casa pensando en mi legado", dijo y señaló: "Qué manera más pomposa de vivir tu vida, andar por ahí pensando, ¿cuál será mi legado? Me da igual, estaré muerta. Me importa el ahora. Me importan los vivos".