La editorial inglesa Puffin Books anunció que reescribirá los libros de Roald Dahl, uno de los nombres canónicos de la literatura infantil, para eliminar cualquier elemento que se considere ofensivo. Así, hay un grupo que se dedican la reescritura de clásicos como Matilda y Charlie y la fábrica de chocolate para que "puedan seguir siendo disfrutados por todos hoy", según Puffin.
The Daily Telegraph precisó que se eliminaron vocablos como "gordo" y "feo". Así, el rollizo Augustus Gloop de Charlie y la fábrica de chocolate deja de ser "gordo", para pasar a ser "enorme". En Los Twit, la señora Twit ya no es "fea y bestial" sino "bestial".
Otro cambio destacable es en Las brujas: en un párrafo se dice que las brujas son calvas debajo de sus pelucas, y se le agregó la siguiente oración: "Hay muchas otras razones por las que las mujeres pueden usar pelucas y ciertamente no hay nada de malo en eso".
También se reemplazaron alusiones de género por el uso del neutro. Los "hombres pequeños" de Charlie... pasaron a ser "personas pequeñas".
"Revisamos regularmente el lenguaje"
Alexandra Strick, cofundadora de Inclusive Minds, grupo que asesora esta reedición, afirmó que "apuntan a garantizar una representación auténtica, trabajando en estrecha colaboración con el mundo del libro y con aquellos que han vivido la experiencia de cualquier faceta de la diversidad".
El editor advierte a los lectores en las nuevas ediciones: “Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a mundos diferentes y presentarte a los personajes más maravillosos. Este libro se escribió hace muchos años, por lo que revisamos regularmente el lenguaje para asegurarnos de que todos puedan seguir disfrutándolo hoy”.
Un vocero de la Roald Dahl Story Company, propietaria de los libros, destacó que "al publicar nuevas tiradas de libros escritos hace años, no es raro revisar el lenguaje utilizado junto con la actualización de otros detalles, como la portada y el diseño de página de un libro" y que "nuestro principio rector en todo momento ha sido mantener las tramas, los personajes y la irreverencia y el espíritu afilado del texto original. Todos los cambios realizados han sido pequeños y cuidadosamente considerados”.
Santillana, que publica sus libros en castellano, anunció que no adaptará sus traducciones a las nuevas versiones.
Posturas antisemitas
Nacido en Galés en 1916, de ascendencia noruega, Dahl fue uno de los más reconocidos autores de literatura infantil. Su éxito se mantiene aun después de su muerte, en 1990. Sin embargo, la polémica lo envolvió en vida y eso es lo que llevó a los retoques en sus libros.
Es que el escritor tuvo declaraciones de índole antisemita. El momento álgido fue en 1983, cuando tomó postura tras la invasión de Líbano por parte de Israel. “Los judíos tienen un rasgo de carácter que suscita animadversión. Tal vez sea su de falta de generosidad hacia los no judíos. Detrás de todo anti-algo siempre hay alguna razón. Ni un canalla como Hitler se las agarró con ellos sin tener algún motivo", declaró a la revista New Statesmen. Más tarde dijo que no era antisemita, sino anti-Israel.
Algunas alusiones presuntamente racistas en su obra comenzaron a ser analizadas a la luz de sus dichos. En 2020, los herederos del autor pidieron disculpas públicas por sus dichos. El siguiente paso fue la modificación de su obra.
Cancelar o no cancelar
El caso se inscribe en la llamada cultura de la cancelación. El ejemplo más extremo quizás sea Michael Jackson. El cantante afrontó en su vida sospechas de abusos de menores e incluso salió absuelto de un juicio. Después de su muerte, el documental Leaving Neverland mostró testimonios estremecedores sobre los abusos en la mansión de Jackson. Así, le llegó el escarnio post-mortem, con cosas como el retiro del capítulo de Los Simpson en el que participó. "Si ves el episodio, sinceramente parece que el capítulo fue utilizado por Michael Jackson para algo totalmente distinto que para lo que nosotros lo hicimos. Para él no era sólo comedia, era algo que utilizaba como una herramienta", se justificó un productor de la serie.
La cultura de la cancelación podría sumar otros exponentes. Luis Ferdinand Céline, autor de Viaje al fondo de la noche, y uno de los principales novelistas franceses del siglo XX, era furiosamente antisemita y fascista, y resulta una figura incómoda en su país.
Ezra Pound, uno de los más grandes poetas, militó en favor del fascismo italiano. William Burroughs mató a su esposa de un disparo en la cabeza, jugando a ser Guillermo Tell. El filósofo francés Louis Althusser estranguló a su mujer. Norman Mailer acuchilló a su esposa, que sobrevivió. Pablo Neruda escribió la Oda a Stalin. Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato almorzaron con Jorge Rafael Videla en 1976 en la Casa Rosada. Estos y otros nombres serían susceptibles de un cambio de mirada sobre sus obras en base a la corrección que ahora alcanzó a Dahl.