Afectada por la sostenida caída en la demanda interna, la apertura comercial y la ausencia del prometido boom exportador, las actividades manufactureras profundizaron el proceso de destrucción de empleo. Las estadísticas laborales difundidas ayer por el Ministerio de Trabajo dan cuenta que durante mayo la actividad industrial anotó 1900 puestos menos que en abril. Los registros oficiales representan una caída de 34.200 empleos frente al mismo período del año pasado.
El estimador mensual industrial que elabora el Indec arrojó para el mes de mayo de este año la primera variación positiva en diecisiete meses con respecto al mismo mes del año anterior: 2,7 por ciento. Sin embargo, esta evolución no se reflejó en la cantidad de empleo demandado por el sector industrial, lo cual revela la endeble recuperación reflejada en esos números.
Sin embargo, para la cartera que encabeza Jorge Triaca el empleo “empieza a mostrar datos interesantes”. Se amparan en los datos para el total del nivel de empleo registrado que muestra una variación favorable. Una porción significativa de esa supuesta recuperación responde a la inscripción de nuevos monotributistas. No responde a una dinámica de creación de nuevos empleos sino de un proceso de “blanqueo” de una situación laboral precaria a través de esa modalidad, a partir de la extensión de la Asignación Universal por Hijo a ese colectivo de trabajadores en abril del año pasado.
La cartera laboral presentó ayer los registros del Sistema Integrado Previsional Argentina (SIPA) que muestran la creación de 31.600 puestos en mayo contra el mes anterior. Siete de cada diez de esos empleos fueron generados por el sector privado: 11.200 fueron monotributistas, 10.200 fueron asalariados en relación de dependencia y 1900 trabajadoras de casas particulares. Los restantes puestos de trabajo creados en mayo corresponden al sector público. En el segmento asalariado privado, los sectores que impulsaron la creación de empleo en mayo fueron el comercio, las actividades inmobiliarias y la construcción, aunque la industria contribuyó en sentido contrario. En comercio el crecimiento respecto de abril fue de 3000 trabajadores, mientras que las actividades inmobiliarias sumaron 3300 y la construcción 1900. La estabilización de las estadísticas laborales celebrada por la Casa Rosada desde comienzos de año no refleja una reactivación de la economía, sino como el resultado de una política social dispuesta por el Gobierno que balancea a nivel global las consecuencias de la política macroeconómica.