La jueza María Verónica Straccia procesó por evasión agravada a una parte de los argentinos con colocaciones millonarias no declaradas en el HSBC Private Bank de Ginebra. Sobre un total de 52 grupos en los que se dividió a los 204 titulares e intermediarios de las cuentas denunciadas por la AFIP en 2014, la resolución de la magistrada alcanzó a 39. La decisión de Straccia a cargo del Juzgado Penal Económico Nº11 fue informada al fiscal Claudio Navas Rial que llevó adelante la investigación hace dos semanas. La medida alcanza a 175 individuos aunque solo una porción limitada fue procesada por evasión agravada. Sus nombres no trascendieron pero, según pudo saber este diario, se trata de algunas de las personas con las cuentas más abultadas y las maniobras más complejas de ocultamiento. A ellos se suma una serie de procesamientos por evasión simple, vinculados a los casos donde el monto involucrado en las maniobras es de menor envergadura, y cinco casos donde Straccia dictó la falta de mérito. La fiscalía tiene hasta el próximo jueves para apelar.
En septiembre de 2014, la AFIP recibió de parte de las autoridades tributarias francesas un paquete de datos encriptados con información sobre cuentas bancarias abiertas por contribuyentes nacionales en el HSBC Private Bank en Suiza. La información que originalmente fue sustraída de la sucursal del holding en 2006 por Hervé Falciani, un ingeniero en informática ítalo-francés que trabajaba en el banco, incluía datos sobre colocaciones vinculadas a 4040 individuos y empresas argentinas. Los depósitos e inversiones superaban los 3000 millones de dólares. Con esos registros del banco obtenidos en el marco del convenio para evitar la doble tributación firmado entre Argentina y Francia, la AFIP presentó una denuncia que no solo alcanzaba a los titulares de las cuentas sino a los intermediarios y al propio banco, incluida su subsidiaria local, por montar una plataforma facilitadora para la evasión de impuestos y la fuga de capitales. En el listado de usuarios argentinos que meses después se conocería en el marco de una megafiltración de datos internacional conocida como Swissleaks, figuraban las principales empresas del país y algunos individuos multimillonarios vinculados a esas compañías. Uno de los casos más reconocidos fue el de la fallecida dueña de Loma Negra, Amalia Lacroze de Fortabat, cuyas colocaciones bancarias contabilizaban 101 millones de dólares y tenían al ex ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, como apoderado para operar por Internet. La AFIP también denunció al ex banquero central y ex directivo del JP Morgan pero el año pasado, cuando todavía era funcionario, fue sobreseído.
Aunque no se conoció la identidad de los individuos procesados por evasión agravada el delito que se les imputa requiere que el monto evadido supere los 4 millones de pesos o los 800 mil pesos si la maniobra involucra la interposición de terceros. Por eso, quienes hayan sido procesados con esa carátula, son algunas de las personas con las cuentas individuales o familiares más abultadas. En ese grupo también figuran argentinos con cuentas en el HSBC Private Bank de Ginebra que para ocultar sus patrimonios en Suiza interpusieron sociedades en distintas guaridas fiscales. En la denuncia realizada por la AFIP en 2014 se observa como los titulares de una de las cuentas individuales más abultadas implementaron mecanismos sugeridos por los oficiales del banco para fortalecer la opacidad de sus depósitos por más de 29 millones de dólares. Para eso establecieron una sociedad en Panamá que pasó a ser la titular de los millones y que ellos controlaban evitando dejar huellas rastreables.
“Una de las más rentables áreas de negocio de los bancos internacionales ha sido la de ‘private banking’ (private, en el sentido de secreto o privacidad), que brinda el servicio denominado ‘wealth management’. Este consiste en asesoraría y gestión para las inversiones de personas con altos patrimonios –por lo general, con activos involucrados superiores a los 250 mil dólares– y de las entidades a ellas vinculadas”, sostiene la investigadora Magdalena Rúa en su libro El rol de los Bancos Internacionales y el ‘caso HSBC’. La contadora que se desempeñaba como parte del equipo del Cefidar encabezado por Jorge Gaggero explica que entre los servicios ofrecidos por los bancos como el HSBC o UBS figuran “la apertura de cuentas bancarias offshore de personas físicas y jurídicas; la interposición de sociedades fantasma, fundaciones o trusts constituidos en guaridas fiscales con la finalidad de encubrir a los beneficiarios reales; el asesoramiento en fusiones y adquisiciones, y en transacciones en el mercado de capitales; la planificación de sucesiones y asesoramiento de inversión en fondos mutuos, hedge funds y private equity”.