"El grado de encubrimiento por parte de la Policía de la Ciudad es alarmante, no sabemos qué pasó con Arshak, pero sí sabemos que esa fuerza encubrió desde el primer momento" dijo Página|12 Horacio Pietragalla, secretario de Derechos Humanos de la Nación, sobre la desaparición del policía de origen armenio, de la cual se cumplen hoy cuatro años.
"En pleno Caballito, de 49 cámaras de seguridad apareció una sola; se borraron, se perdieron, dijeron que no andaban; la Policía de la Ciudad borró en una pericia el teléfono de Arshak que era clave, y además el Gobierno de la Ciudad nunca se posicionó, ni recibió a la familia, ni dió explicaciones", agregó el funcionario.
En diálogo con este diario expresó que "cada año debería ser el gobierno de Larreta, de D'Alessandro y de Santilli el que le rinda homenaje, exigiendo que aparezca y abriendo sumarios internos, pero nada de eso pasó, esta inactividad es sospechosa teniendo en cuenta la actuación de la propia fuerza". Este viernes 24 a las 17 la familia Karhanyan estará en el Congreso junto a los diputados Leopoldo Moreau y Victoria Montenegro para volver a exigir el esclarecimiento del caso.
"Como una casa sin paredes, así me siento", dijo Vardush Datyvian, la madre del policía de la Ciudad Arshak Karhanyan, desaparecido desde el 24 de febrero de 2019, ante la ausencia forzada de su hijo y la imposibilidad de tener al menos su cuerpo para elaborar el duelo. Ella se reunió en más de una oportunidad con el presidente Alberto Fernández, en la Casa Rosada y en la suya, pero el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la ha ignorado y jamás se pronunció.
Hace pocos días, esta mujer —cabeza visible de una humilde familia armenia— recibió un mensaje telefónico del Papa Francisco, a instancias de la diputada Montenegro, de "esperanza y fe para seguir en la búsqueda y saber qué pasó con Arshak". Fue durante una llamada desde el Vaticano, en la que Francisco le contó que leyó su carta y vio las fotos de su hijo.
La desaparición de Arshak Karhanyan
Arshak Karhanyan tenía 28 años. Fue visto por última vez el 24 de febrero de 2019 luego del mediodía en un comercio, mientras estaba de franco. Al día siguiente su hermano Tigran fue hasta su casa y no lo encontró. Esperó dos días e hizo la denuncia en la comisaría donde trabajaba Arshak y le dijeron que esperara hasta la madrugada del miércoles, el día en que regresaría a servicio después de su franco; pero nunca volvió a su trabajo. Arshak vivía solo en un departamento en Caballito y estudiaba ingeniería informática en la Universidad Tecnológica Nacional.
El 24 de febrero de 2019, Leonel Herba, compañero de Karhanyan en el área de Exposiciones de la Policía, fue a verlo a su domicilio. Tocó el timbre y charlaron durante media hora en la vereda. Arshak entró a su departamento y luego se retiró con la placa policial, el arma reglamentaria y la tarjeta de débito, que nunca fueron halladas. Una hora después, se lo vio en las cámaras de seguridad del cajero Link ubicado en la estación Primera Junta de la línea A, a diez cuadras de su casa; ahí retiró 2000 pesos y cambió su clave. Caminó hasta avenida Rivadavia y Paysandú, entró a un local Easy y compró la pala. Pagó en efectivo y se la colocó en su mochila. A partir de este momento, no hay más rastros de él.
"El objetivo es encontrarlo"
Más de cincuenta causas NN están llegando a los peritos gendarmes que participan de la búsqueda. "Nunca se logró cambiar la carátula a desaparición forzada de persona, la Secretaría de Derechos Humanos lo pidió en 2021 cuando solicitó ser querellante, la fiscalía y la familia también lo requirieron pero el juez lo rechazó, con el aval de la Cámara", explicó Pietragalla sobre el expediente que está en manos del juez Alberto Baños.
Desde agosto de 2022 la secretaría patrocina a la familia en la causa. "La novedad es que se pidió al juez que oficie a todos los juzgados y fiscalías de la Ciudad y de la provincia para saber si tienen en trámite alguna causa con un muerto NN sin identificar que haya aparecido luego del 24 de febrero de 2019, y en caso afirmativo que remita esos datos para poder cotejarlo con las huellas y el ADN de Arshak, peritaje que hará Gendarmería con la información que ya está llegando", declaró el secretario de Derechos Humanos ante la consulta de Página12. Y agregó: "El objetivo actual del expediente es encontrarlo, no queremos insistir con la desaparición forzada porque eso implicaría un camino recursivo que paralizaría la búsqueda".
Omisiones e irregularidades elocuentes
La fiscalía a cargo de Santiago Vismara pidió preservar todas las cámaras que estaban a cinco cuadras del local Easy y de la casa del policía desaparecido, pero cuando pidieron las del día y hora de la desaparición la Policía de la Ciudad mandó a la fiscalía las de dos días después. Así comienza la lista.
* Los registros de las cámaras de seguridad más importantes no existen. El primer rastrillaje de la policía, que era el más importante, duró pocos minutos y lo hicieron con poco personal.
* El peritaje sobre el celular personal de Arshak, un Iphone, fue realizado por Cibercrimen de la Policía de la Ciudad, que devolvió el teléfono con un cartel que decía ‘desactivado’ y así no se pudo saber con quién habló en los días en los que desapareció. El fiscal Vismara, a través de peritajes de otras fuerzas de seguridad, descubrió que el procedimiento fue mal hecho y que hubo una posible manipulación para hacer desaparecer el contenido original del teléfono.
* Gendarmería acató la orden de la Justicia y llevó a cabo allanamientos pero nunca obtuvo resultados. Por todas estas irregularidades es que la causa debería ser trasladada al fuero federal para que sean investigados varios efectivos de la Policía de la Ciudad y en particular Leonel Herba, la última persona que vio con vida a Arshak.
* Herba tendría que dar explicaciones por contradicciones entre lo que él declaró y lo que declaró su pareja, Jazmín Soto, y por audios de conversaciones telefónicas que se están investigando como indicios de conductas de presunto encubrimiento.
* Una escucha judicial confirmó las irregularidades en los peritajes realizados durante la investigación del caso: dos policías del área de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad (oficiales Flores y Méndez) hablan de un informe paralelo, diferente del que presentaron a sus superiores.