A metros de la estación Ramos Mejía, una formación del tren Sarmiento embistió a un automóvil que intentó cruzar con la barrera baja. El siniestro, que no registró víctimas, ocurrió dos días después de que un convoy de la misma línea arrollara a un colectivo en el que murieron el chofer y una pasajera. El delegado de la regional Oeste de la Unión Ferroviaria Rubén “Pollo” Sobrero dijo a este diario que “tenemos un gran problema en la línea por la baja velocidad de los trenes, que lleva a que las barreras estén bajas mucho tiempo. Los trenes en la década del 80 hacían el trayecto Once-Moreno en 55 minutos, hoy lo hacen en 80” lo que lleva a algunas personas a cometer infracciones e “intentar cruzar. Hay muchos compañeros heridos por haber tratado de parar a personas imprudentes”. El choque generó demoras en la zona de la avenida Rivadavia, y el tren no se detuvo por algunas horas en las estaciones Haedo y Ramos Mejía.
La colisión se produjo a las seis de la mañana, en el cruce ferroviario de avenida Rivadavia y General Soler, cuando un Volkswagen en el que viajaban dos personas intentó cruzar el paso a nivel y fue embestido por una formación que se dirigía a la estación de Once desde Moreno.
La delegada de la Unión Ferroviaria en la línea Sarmiento, Mónica Schlotthauer, dijo en declaraciones a un canal de televisión que la barrera automática funcionaba al momento del accidente, aunque advirtió que “el sistema de seguridad está colapsado”. “La barrera automática bajó. El banderillero advirtió a los autos con el silbato y uno de los autos frenó con la trompa dentro de la zona de vías”, tras lo cual se produjo el impacto, agregó la delegada gremial, y aclaró que las dos personas que iban en el automóvil “por suerte salieron los dos caminando”. La conductora resultó sólo con heridas leves. La investigación del hecho quedó en manos de la UFI 11 de La Matanza.