La jueza de Instrucción 15, Karina Zucconi, volvió a cero la investigación por el crimen de Marianela Rago, la estudiante fueguina que en 2010 fue hallada apuñalada en su departamento de Balvanera. Zucconi sobreseyó a Francisco Amador, ex novio de la joven al no encontrar pruebas en su contra. Es la cuarta vez que Amador fue sobreseído, y en cada ocasión resistiendo una prueba nueva que resultó negativa. Hilos en una alfombra, una pisada, ADN, una huella dactilar y un pucho. Ni en Amador, ni en otros cuatro conocidos de la víctima, tuvieron resultado positivo a los peritajes. Contra lo habitual en los casos de femicidio, en los que el autor suele ser rápidamente identificado por su vinculación directa con la víctima, el caso de Marianela tiene cinco pruebas efectivas pero no tiene autor identificado con quien contrastarlas positivamente.
Amador (30) en su momento estuvo preso como principal sospechoso pero tuvo coartada y ninguna prueba científica lo incriminó. El año pasado, a pedido de su ex defensor Rodolfo Bembihy Videla –actualmente juez en Tierra del Fuego y reemplazado en la defensa por el penalista Luis Ricca–, Amador había sido sobreseído por la jueza Zucconi pero la Cámara del Crimen ordenó que había que esperar los resultados de un informe pedido a Facebook para ver si se podía abrir la cuenta que utilizaba la víctima asociada a un hotmail. La intención era identificar los números de IP generados por la apertura de la casilla de correo, la cuenta de MSN y la de Facebook asociadas al mail [email protected], que pertenecía a la víctima. Pero el intento resultó infructuoso: Zucconi ya había explicado en su momento que la dirección de mail “desde 2013 fue asignada a otra persona que activó la cuenta desde Estados Unidos, seguramente por haberse dado de baja por no usarse en el lapso que la empresa estipula para mantener activas las cuentas”. Por otro lado, Facebook consideró que por el momento no avanzaría en abrir las normas de privacidad estipuladas por la misma empresa.
Por otro lado, en la escena del crimen se realizó un minucioso análisis que dio como resultado cinco elementos para analizar y que fueron tomados como pruebas. Se tomó un trozo de alfombra del living donde fue asesinada la víctima y el pantalón de corderoy de su ex novio. Los profesionales del grupo de Física Forense del Centro Atómico Bariloche establecieron que de las 24 muestras de fibras y pelusas que tomaron de la alfombra y las 14 de la prenda, “sólo dos del pantalón eran compatibles con una muestra de la alfombra”, por lo que concluyeron que era un indicio “débil” y “no constituye evidencia suficiente”. En el trozo de alfombra también detectaron una huella de pisada incompleta de un calzado de trabajo, que precisamente por ser parcial no permite establecer el talle.
También detectaron ADN masculino aún no identificado en una mancha de sangre en el jean de la víctima –los investigadores suponen que quien la mató pudo haberse cortado–, además de en una colilla de cigarrillo y en un porro en el que se hallaron restos de ADN masculino y de la víctima. Los amigos que participaron en un encuentro con Marianela en su departamento horas antes del crimen aseguraron que fumaron marihuana pero en una pipa porque no tenían papel para armar un cigarrillo.
Asimismo hay una huella dactilar en una lata de gaseosa sabor pomelo que no fue consumida en la “previa” que la chica organizó en su casa.
Durante el proceso, la jueza Zucconi ordenó cotejar estas muestras con el perfil genético de siete allegados a la víctima, citados en su momento por el juzgado, todos los resultados dieron negativo. Incluso la jueza reveló que también dio negativa la comparación del ADN de esas muestras con el perfil de Lucas Ariel Azcona, luego condenado por el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez, cometido en julio de 2014 en el barrio porteño de Almagro.
La causa volvió a foja cero y la jueza ordenó que la investigación retorne como un expediente NN (con autores ignorados) a la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 30, a cargo de la fiscal Marcela Sánchez.
Marianela Rago Zapata (19) fue hallada por su hermano asesinada la noche del lunes 28 de junio de 2010 en el departamento que alquilaba en el 7º A de la calle Tucumán 2080. El día anterior, la chica, oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande y que estudiaba periodismo, no había ido a ver con sus amigos el partido que Argentina le ganó 3 a 1 a México por los octavos de final en el Mundial de Sudáfrica 2010.
La autopsia determinó que a Marianela la mataron de 23 puñaladas con una cuchilla como la que desapareció del cajón de la cocina de la casa de la víctima. La madrugada del domingo 27 había organizado en su casa una “previa”, a la que sus amigos del sur fueron a jugar a las cartas antes de ir al boliche “El Bárvaro”, de Cabrera y Anchorena, Palermo, donde la vieron por última vez a las 8. Para los investigadores, Marianela se encontró o fue abordada en la calle por alguien que esa mañana subió con ella a su departamento, cometió el asesinato y se llevó un reproductor de DVD, la laptop, un juego de llaves y un celular.