Cuando cumplió los 18, Augusto Sinesi recibió el mejor regalo: tocar por primera vez en vivo con su padre Quique Sinesi, tremendo guitarrista y embajador de la música argentina en el mundo. Antes de eso, él pibe escuchaba las músicas que sonaban en casa –de todo laya, claro- e intentaba explorar sobre ellas con su guitarra. Desde entonces, la cosa empezó a pasar por poner en práctica todo aquello, con su padre como espejo. Una muestra más tal conjunción se dará este domingo 26 de febrero a las 21.30 en BeBop (Uriarte 1658), cuando Sinesis Dúo, acompañado por Fernando Silva en contrabajo, Quintino Cinalli en batería y Abel Rogantini en piano, vuelva a mostrar Hojas y rutas nuevas, su primer disco. “Este trabajo habla de los nuevos comienzos en la vida y en la música tras la pandemia”, introduce Agustín. “Así es, y la imagen que sugiere es la del tránsito del invierno a la primavera, cuando crecen de nuevo las hojas y se resignifica el paisaje”, apuntala su padre, ante Página/12.
Tal como expresa Quique -y refrendan las once piezas del disco-, padre e hijo comparten la valoración de la belleza y la profundidad en el arte, “así como también los valores en lo que respecta al trabajo y la entrega que ellas suponen”, asegura el guitarrista. “Aunque, claro, también gravitan naturalmente los contextos y las épocas en que cada uno se vio envuelto durante su crecimiento y recorrido profesional”.
-La autonomía necesaria, decís. ¿Es imposible encarar algo en conjunto sin ese “aire”?
Quique Sinesi: -Sí, totalmente, porque aunque exista una fuerte influencia al ser padre e hijo, las decisiones, los intereses y las formas se distinguen según nuestras vivencias e influencias individuales. Y eso se traslada a la música.
-¿No le quedaba otra que ser músico a Augusto?
Q.S.: -(Risas) En verdad, nunca le dije nada al respecto. Más bien se trató de algo natural, ya que él creció rodeado de música. Aunque, ahora que recuerdo, sí, una sola vez le dije que estaba bueno tocar algún instrumento para compartir música con gente. Pero la verdad es que nunca imaginé una profesión para él, siempre quise que descubriera su camino por su cuenta. No sé, en un tiempo le gustaba el tenis, en otro el teatro. Pero no generé ninguna presión o influencia consciente sobre sus decisiones.
Augusto Sinesi: -Es así como dice él. Antes de la música vino el teatro a mi vida, y antes de esto, el tenis. Pero luego llegó la música, que no cobró el valor necesario hasta ver las amistades y las experiencias que fueron viniendo con ella.
-¿A qué te referís, puntualmente?
A.S.: -A todos los tesoros que vienen detrás de la música, algo que le dio un significado tremendo para quedarse en mi vida. Además, hacer música con papá es un regalo inmenso.
Más allá de tocar guitarra y componer –cinco de las piezas del disco le pertenecen-, Augusto canta. Su voz es la que se escucha en temas como “Pacífico”, “Nativa” y “Oleajes”, y en parte de Mañana, su EP debut como solista. Tal es el único antecedente disquero de Hojas y rutas nuevas, concebido junto al experimentado guitarrista y compositor, cuyo background radica en la creación de un mundo estético propio, que amalgama folklore con jazz y músicas contemporáneas. “Canto, porque cantar siempre fue un pilar fundamental para mí. La necesidad de expresar, de sacar afuera una emoción es mi aproximación a la música, mi manera de componer. Crear melodías a través de la voz es una de las cosas que me hacen bien”, asegura Augusto, cuyo metié actual -autónomo de su padre- pasa por acompañar con su guitarra a la cantante uruguaya Cecilia de los Santos, grabar en el disco del Liemau Trío (Liam Newbery + Emi Franji) y formar parte militante de El Nido, productora independiente dedicada a impulsar jóvenes artistas y compositores de la escena porteña.
Las andanzas actuales de su padre, en tanto, pasan por el activo dúo que comparte con el vientista japones Hikaru Iwakawa, y por el Sinesi Quartet versión alemana que forma con Franzi Aller, en contrabajo; Nana Tarui, en violín y el “Topo” Gioia, en percusión. A la vez publicó en Alemania Corazón Sur, su último CD como solista.