Estudiantes del último año de la secundaria celebran este lunes su Último Primer Día de clases, más conocido como UPD. En los últimos años, esta celebración se popularizó entre los jóvenes, quienes organizan fiestas en la noche previa al inicio de clases. Entre las familias, la principal preocupación se centra en el consumo excesivo de alcohol.
El UPD un festejo organizado por los alumnos del quinto y sexto año de la escuela media y marca el inicio del último año de cursada. Otras de las celebraciones más conocidas, los estudiantes son el Día del Estudiante, los cierres de año, las fiestas de egreso, pero ninguna pone en vilo a autoridades, docentes y padres como esa.
Qué hacen los estudiantes para festejar el UPD
Por lo general, los estudiantes se juntan la noche anterior al último primer día de clases para festejar durante toda la madrugada. Luego, por lo general, van al colegio en caravana, con bombos, cotillón o incluso disfraces. Con el paso de los años, el festejo se volvió cada vez más desenfrenado, con jóvenes que se exponen a un consumo muy elevado de alcohol y de sustancias.
El Estado, las instituciones educativas y las familias debatieron durante años cómo abordar esta problemática. Las aguas se dividen entre quienes consideran que este tipo de festejos son inadmisibles y quienes creen que lo más seguro es elaborar alternativas no prohibitivas a las celebraciones.
Recomendaciones para festejar el UPD sin riesgos
A raíz de las dudas y preocupaciones por el UPD en Argentina, el exMinisterio de Educación de la Nación elaboró una guía con recomendaciones para sobrellevar este evento de la manera más consciente, segura y responsable posible. Algunas de las sugerencias para celebrar el Último Primer Día:
- Brindar, desde la escuela, propuestas construidas en conjunto con el estudiantado. Pueden ser actividades de reflexión en torno a la fecha y los festejos realizados el año anterior o una convocatoria a estudiantes para planificar el comienzo de su último año. Algunos ejemplos de actividades realizadas por distintas escuelas son recibirlos con un desayuno o una merienda para celebrar el día; organizar la jornada en un lugar amplio o abierto, como un polideportivo del barrio, en donde se puedan compartir actividades recreativas y de reflexión en torno a la etapa que están comenzando a cerrar las personas jóvenes; trabajar en la elaboración de un mural que quede como marca de su paso por la escuela.
- Generar acuerdos entre personas adultas y estudiantes, proponiendo un marco consensuado sobre los festejos de ese día. En este punto es muy provechoso trabajar con toda la comunidad educativa, incluyendo también a las familias.
- Fomentar espacios de participación como los centros de estudiantes o consejos escolares de convivencia para dialogar y establecer acuerdos para la organización de estas celebraciones.
- Abrir espacios de diálogo para conversar sobre cómo están transitando o quieren transitar la finalización de esta etapa: expectativas, necesidades, preocupaciones respecto al futuro y sus proyectos de vida, entre otras.
- Habilitar espacios para conversar sobre los sentidos de cada festejo y las formas de festejar, donde se pueda problematizar el lugar de los consumos en estas celebraciones y, al mismo tiempo, promover prácticas de cuidado entre pares.