Este sábado, un día después de que la guerra entre Ucrania y Rusia cumpliera un año, el presidente Volodimir Zelenski siguió cosechando armamento de países europeos. Polonia anunció que ya había enviado a Ucrania cuatro tanques pesados Leopard 2 y prometió "muy pronto" otros 60 tanques polacos PT-91. Suecia indicó que entregará "aproximadamente" diez Leopard y Alemania anunció el envío de otros cuatro, además de los catorce ya previstos para reforzar la resistencia ucraniana. De esta forma, quizá la guerra entre en su etapa más mortífera después del invierno.
Envalentonado, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, prometió una contraofensiva general, en momentos en que se libran encarnizados combates en el este por la estratégica ciudad de Bajmut. Zelenski declaró que la victoria de Ucrania será "inevitable", si los países occidentales mantienen su ayuda. Todos sus aliados saben que sin esa ayuda, la derrota le sería inevitable. Pero eso no le garantiza en absoluto una victoria, sino una resistencia con avances y retrocesos. En un año ya se estiman un total de 150.000 muertos sumando los dos bandos y se espera aun una guerra larga.
Desde el lado ruso, el expresidente y número dos del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, se dijo seguro de la "victoria" y proclamó que las tropas rusas están dispuestas a llegar "hasta las fronteras de Polonia".
Más sanciones de EE.UU.
Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra Rusia, a sectores como la banca y la industria de defensa, para limitar el acceso de Moscú a tecnología estratégica. Sin embargo, el presidente Joe Biden descartó el viernes proveer por el momento a Ucrania con aviones de combate F16, al señalar en una entrevista con ABC News que Zelenski "no necesita F16 ahora". La verdad es que sí los necesita pero EE.UU. teme la reacción rusa.
La UE aprobó su décima ronda de sanciones, que prevén "restricciones contra individuos o entidades que apoyan la guerra, divulgan propaganda o aprovisionan a Rusia con drones". Hasta ahora, las sanciones le han hecho poco daño a Rusia, que comenzó a comerciar más fuerte con otros países. Y el G7 de las economías más avanzadas del mundo, amenazó con "fuertes costes" a países que ayuden a Rusia a eludir las sanciones.
La Asamblea General de la ONU aprobó el jueves por 141 votos a favor, 7 en contra y 32 abstenciones una resolución que exige que Rusia "retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares" de Ucrania. China, que se abstuvo, presentó el viernes una propuesta de doce puntos para una "solución política" en la que urge al diálogo y advierte contra el uso de armas nucleares. "Me parece que [en ese plan] hay respeto a nuestra integridad territorial (...). Debemos trabajar con China en ese punto", afirmó Zelenski, dispuesto a reunirse con el presidente chino, Xi Jinping. La cancillería rusa indicó que "valora" los esfuerzos de China, pero insistió en la necesidad de que se reconozca su control sobre las regiones ucranianas anexadas.