A instancia de la acusación llevada adelante por el Área de Atención Inicial de la Unidad Fiscal Salta, el Tribunal Oral Federal N°1 condenó ayer a Franco Emanuel Chaile a la pena de cinco años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes.
Ante el tribunal unipersonal, a cargo del juez Federico Santiago Díaz, la fiscal subrogante Paula Gallo ratificó la acusación seguida contra Chaile, detenido el 14 de septiembre de 2022 en la localidad de General Pizarro, ubicada a unos 273 kilómetros, al sur de la capital provincial.
Esta condena se suma a la dictada el miércoles pasado por el juez Mario Juárez Almaraz, del mismo tribunal, quien condenó a un motociclista a la misma pena y por la misma calificación legal, pero por un hecho registrado en la localidad de Aguaray, al norte de la provincia.
En el caso llevado ante el juez Díaz, la fiscal calificó como “muy grave” el hecho imputado a Chaile, quien comandaba una motocicleta Honda Tornado por un camino alternativo que corre paralelo a las vías férreas y a la ruta provincial 5, utilizado, casualmente, para evadir los puestos de controles fijos de las fuerzas de seguridad.
A sabiendas de ello, una patrulla de Gendarmería Nacional instaló un puesto móvil, el que pudo advertir, el día del hecho en horas de la mañana, una extensa polvareda que se levantaba al costado de las vías, por lo que tres gendarmes fueron enviados a fin de establecer que sucedía.
Los efectivos enviados relataron en el juicio que vieron a dos motociclistas que, al notar la presencia de esa fuerza, hicieron un giro en “U” e iniciaron la fuga, circunstancias en que una de las motos se estancó en un arenal, lo que le dio tiempo a uno de los gendarmes a llegar a pocos metros y ver la vestimenta del conductor, aunque no pudo hacer más nada, ya que el sujeto superó el trance y siguió la fuga.
Enseguida, y bajo la supervisión de la fiscalía, los gendarmes recorrieron la zona en busca de los motociclistas, instancias en que hallaron huellas en el acceso a la finca “Las Puntitas”, donde una empresa petrolera posee sus instalaciones.
Al seguir las huellas, los gendarmes hallaron una de las motos en el suelo y a los pocos metros, encontraron a Chaile, quien yacía en una pendiente con la esperanza de no ser visto. Una vez reducido, los efectivos hallaron su campera, un arma de fuego y un bolso, en cuyo interior llevaba 18 paquetes de droga.
El estupefaciente se trata de cocaína, con un peso de casi 18 kilos, droga que, al ser sometida a la pericia química, arrojó una pureza de casi 90 % y con una capacidad de producción de alrededor de 160 mil dosis, siendo este uno de los elementos sobre los cuales la fiscal fundó la gravedad del caso.
Alegato y sentencia
Al momento de expedirse sobre la responsabilidad del acusado, la fiscal repasó minuciosamente el hecho, respaldó sus argumentos con las pruebas producidas, entre ellas las testimoniales de los gendarmes, como así también el resultado de una pericia realizada sobre el teléfono IPhone que portaba Chaile.
Dicho informe describió el derrotero del acusado durante los días previos a su captura, del cual resaltan punto claves y neurálgicos del narcotráfico, como la zona de Bermejo, en Aguas Blancas y otras rutas de transporte utilizadas para evadir los controles.
De la información proporcionada por esta pericia, la fiscal dejó en claro que Chaile ya había realizado otros dos viajes previos, desde Aguas Blancas hasta Santiago del Estero y la localidad salteña de El Quebrachal, detalle que no fue pasado por alto por el juez Díaz, al dictar su fallo, pues coincidió con el razonamiento de la fiscalía.
Asistida por la auxiliar fiscal Vanina Pedrana, la representante del MPF destacó la planificación y logística que el acusado desplegó en su actividad ilícita, lo describió como un eximio conductor, cuya experiencia lo habían preparado para recorrer caminos alternativos, como en el que transitaba.
Resaltó también el alto grado de pureza de la droga secuestrada, su cantidad, el riesgo de afectación a la salud pública, tanto a nivel personal, familiar y a toda la sociedad. “Cada uno de los operadores del sistema tenemos la responsabilidad de combatir el narcotráfico, una responsabilidad que proviene de compromisos internacionales adquiridos por el Estado Nacional, lo que no podemos obviar”, señaló.
Asimismo, se refirió a las consecuencias del flagelo de la droga, como ser la comisión de otros delitos, aspecto que se nota con mayor intensidad, no sólo en ciudades como Rosario, en Santa Fe, sino también en esta ciudad, donde ya se suceden hechos de ajuste de cuentas vinculados al narcotráfico.
En vista de ello, dio por acreditada, y con grado de certeza, la responsabilidad del acusado en el delito de transporte de estupefacientes, en grado de autor. La defensa, por su parte, rechazó esta aseveración y cuestionó el proceder de los gendarmes, para finalmente reclamar la absolución del acusado.
Al resolver, el juez Díaz coincidió con los argumentos expuesto por la fiscalía, puesto que los mismos “permiten determinar con certeza la responsabilidad de Chaile”, a la vez que rechazó los cuestionamientos defensivos. “Las garantías constitucionales no fueron violadas”, afirmó el magistrado.
En tal sentido, lo declaró responsable y le impuso una pena de cinco años de prisión, tal como lo requirió la fiscalía al momento de alegar respecto a la determinación de pena.