El conductor alcoholizado que fue detenido tras embestir y asesinar a dos motociclistas en la costa de la ciudad de Mar del Plata se negó hoy a declarar en el marco de la investigación del hecho, en la que se determinó preliminarmente que circulaba por lo menos a 120 kilómetros por hora al momento del siniestro, informaron fuentes judiciales. 

Fernando Martín González (39), turista oriundo de la Ciudad de Buenos Aires, fue imputado por el delito de "doble homicidio con dolo eventual" luego de atropellar y matar con su auto a Mariana Juárez (40) y Roberto Núñez (32), en la madrugada del pasado sábado, mientras conducía por la zona norte de la localidad balnearia.

González fue detenido tras el siniestro, y en la mañana de este domingo se negó a brindar declaración indagatoria ante el fiscal que lleva adelante la causa, Rodolfo Moure, de la Unidad Funcional de Delitos Culposos.

El hombre fue trasladado a primera hora a los tribunales marplatenses, desde la Unidad Penal 44 de Batán donde había sido alojado, y optó por no declarar tras reunirse con un abogado particular. 

Fuentes judiciales indicaron que Fernández veraneaba en la ciudad junto a otros amigos, y según estimaciones preliminares de los investigadores, manejaba su Volkswagen Golf al menos a 120 kilómetros por hora por la Costa, a cien metros de la rotonda de la avenida Constitución, cuando perdió el control luego de pasar en rojo al menos un semáforo, chocó contra un poste y volcó. 

Debido al vuelco, el vehículo embistió a Juárez y Núñez, que se desplazaban en una motocicleta y perdieron la vida en el acto. 

Según el test realizado minutos después del siniestro por parte de personal de la Dirección de Tránsito Municipal, el conductor presentaba 1,96 miligramos de alcohol por litro de sangre. 

El fiscal ordenó un peritaje mecánico que se realizará el próximo jueves y el análisis de las cámaras de seguridad de la zona, para precisar la velocidad del impacto y las características del siniestro.

Además, se realizará un peritaje químico, a partir de la extracción de sangre practicada al conductor, quien manejaba descalzo según se estableció.