Arsenal dio el golpe: logró su primera victoria en el campeonato y su primer triunfo en toda la historia en la cancha de River. El equipo de Sarandí, que lucha por mantener la categoría, llegó al partido como punto y después de sufrir un gol en el arranque parecía condenado a la goleada, pero se plantó de igual a igual y compensó su falta de jerarquía para elaborar juego, con mucha astucia para capitalizar los errores cometidos por su adversario.
El visitante terminó bancando la parada con un triunfo que dejó helado al Monumental repleto. En lo que va del campeonato Demichelis ensayó con varias formaciones en el fondo: Herrera, Rojas, Mamanna, Maidana, González Pirez, Enzo Díaz y Casco fueron alternándose, y del mismo modo el técnico optó por cuatro o tres en el fondo.
Ante Arsenal jugaron tres: Rojas, González Pirez y Enzo Díaz, y Casco se paró cerca de Enzo Pérez. Pero no hubo coordinación entre ellos y en algún momento se hizo muy evidente. A los 18 minutos, por ejemplo, Guzmán arrancó por el medio, que era tierra de nadie, recorrió 30 metros y disparó desde el borde el área sin que nadie lo molestara, exigiendo a Armani.
Del medio para atrás, River no es sólido; del medio para arriba tiene muchas variantes y por eso elaboró una buena jugada (toque de Díaz, pase de Nacho Fernández, centro de Beltrán) que coronó Paradela debajo del arco, con tiempo para parar la pelota y empujarla.
También generó otras chances con remates de Paradela y Beltrán y enganches de Solari, pero el técnico estaba disconforme con el rendimiento del equipo y metió a De la Cruz, (hacía cinco meses que no jugaba) Palavecino y Borja en la misma ventana. Y justamente en una de sus primera intervenciones, Palavecino dio un mal pase hacia atrás y Armani debió comterle penal a Paiva. Lo tiró Guzmán y fue el 1-1. Hasta ahí el resultado podía considerarse sorpresivo, pero lo fue mucho más y adquirió contornos de batacazo cuando después de un mal pase de Borja, Guzmán se fue por la punta y tiró el centro que conectó Leal y superó la resistencia de Armani.
De ahí hasta el final el equipo local martilló desordenada e insistentemente en la búsqueda del empate, pero no pudo con el arquero Medina (muy buena actuación), y se quedó con las manos vacías. Las críticas que habían empezado a caer a mitad de semana tras una ajustada victoria contra Banfield por un Copa fantasma, se van a multiplicar en estos días. Mientras tanto, Arsenal disfrutará de la victoria que no estaba en los planes de nadie, ni siquiera en la de ellos mismos.