En el marco de los recortes y de las políticas neoliberales impuestas por el gobierno de Michel Temer, una corte de segunda instancia de Brasil autorizó un aumento de impuestos a los combustibles que busca reducir el déficit fiscal. “El presidente del tribunal aceptó el pedido de suspender la cautelar, que había anulado los efectos del decreto”, informó la Abogacía General de la Unión (AGU) en un comunicado. La decisión permite al gobierno brasileño contar con 10.400 millones de reales adicionales de recaudación en 2017 (3300 millones de dólares al cambio actual) previstos por la medida. El bloqueo de su entrada en vigor había sido determinado por el juez federal Renato Borelli, de Brasilia, para quien el reajuste era inconstitucional por haberse realizado mediante un decreto y no por ley.
El gobierno anunció la semana pasada un recorte de gastos y una suba tributaria para compensar una caída de 5800 millones de reales en la recaudación fiscal, entre otras razones, por un menor ingreso de recursos de un programa para regularizar activos no declarados en el extranjero. La medida expuso las dificultades que atraviesa la mayor economía de América latina, que lucha por cumplir una meta fiscal que contempla un rojo de 143.100 millones de reales para el sector público consolidado (45.000 millones de dólares), equivalente al 2,1 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) para el año en curso.
La crisis política que enfrenta Temer, luego de que la Fiscalía General lo acusara de corrupción pasiva, también dejó en suspenso un proyecto para reformar el sistema de jubilaciones, principal responsable del agujero fiscal según el Ministerio de Planificación. El aumento de tributos desató duras críticas del sector industrial, uno de los principales aliados que tiene el impopular mandatario.
En este contexto, e Banco Central (BC) brasileño redujo en un punto porcentual, hasta 9,25 por ciento, la tasa básica de intereses, lo que representa el séptimo corte aplicado de manera consecutiva y que deja el referente en un dígito, prácticamente en los mismos niveles de fines de 2013. Según la autoridad monetaria “el reciente aumento de incertidumbre en cuanto al ritmo de implementación de reformas y ajustes en la economía impactó negativamente los índices de confianza de los agentes económicos”. “La información disponible sugiere que el impacto de esa caída de confianza en la actividad ha sido, hasta el momento, limitado”, aseguró el BC, que dejó entrever que debe mantener el mismo ritmo de corte en la próxima reunión, si las condiciones de riesgo e inflación lo permiten.
La caída de los tipos de interés también pretende reactivar la economía, que se encuentra sumergida en la peor recesión de su historia. La Força Sindical, una de las mayores centrales obreras, dijo que Brasil pierde otra oportunidad de apostar en el sector productivo debido al exceso de conservadurismo.