Más allá de los análisis de coyuntura, de los cálculos electorales y de las conjeturas sobre el destino político de Podemos, nos interesa en este caso presentar algunos de los efectos producidos por la emergencia de esta fuerza política en la escena española contemporánea. Pero, en primer lugar, se impone una precisión: por efecto entendemos algo que se genera mas allá de la intención explícita y del cálculo político. Los efectos verdaderos de Podemos pueden exceder a su propia organización, como suele suceder con las apuestas políticas nuevas. A su vez el “efecto” en este caso no puede ser presentado como resultado de una “causa” previa. En todo caso, las causas  son huidizas o pueden ser reconstruidas parcialmente a posteriori.

Sin pretender un orden jerárquico de estos efectos, mencionaremos los que nos parecen más relevantes para la encrucijada política española:

a) La resignificación de la denominada Transición española, no tanto como se les suele imputar, la impugnación total de la misma, sino la demostración efectiva de que dicha transición sólo fue posible a condición de que se borraran todas las operaciones institucionales que jugaban a favor de una readaptación del franquismo a la nueva situación. En este aspecto Podemos es el portador de un nuevo abanico de interrogantes acerca de qué fue el franquismo en su esencia, de qué historia de España es tributario y  cuales son sus prolongaciones subterráneas en el entramado institucional actual.

b) La incorporación de Izquierda Unida a una nueva lógica política basada en un cambio de bibliografía teórica donde la cuestión de la Patria, la Soberanía, el Pueblo y su construcción en un contexto plurinacional, hicieron que la izquierda clásica tuviera que afrontar las problemáticas conceptuales del llamado “posmarxismo”. Aunque la palabra “populismo” sea, al menos por ahora, inasumible políticamente, esto no ha impedido que los problemas teóricos que están implícitos en la misma, sean discutidos en su fuerza material concreta, a partir de Podemos, a saber: las articulaciones hegemónicas, el establecimiento de una frontera antagónica, la función crítica e inestable pero necesaria del líder, etc.

c) Una transformación radical de la percepción de Latinoamérica, diga lo que se diga, en España  bajo el término “Hispanoamérica” o “Sudamérica” se escondía una versión distorsionada y a veces grotesca donde los políticos, periodistas y escritores o bien proyectaban sus propios fantasmas de rechazo hacia algo que por razones históricas resultaba demasiado cercano o se mantenían interesadamente en una ignorancia flagrante. Podemos organizó un debate riguroso sobre los aciertos e impases de los denominados movimientos nacionales y populares latinoamericanos, sin identificarse con ellos, pero situándolos en su justa perspectiva.

d) La transformación reciente del Partido Socialista, donde sus bases “tocadas” en su orgullo de izquierda por la presencia de Podemos iniciaron un nuevo trayecto que les ha permitido abrirse a un nuevo espacio de izquierda sacudiéndose el socioliberalismo en el que estaba capturado su aparato.

e) Por último, al haber trazado Podemos, en tanto traducción política del 15M, un nuevo surco en la realidad, ha producido una torsión significativa en la cultura española actual. Nunca como ahora España se ha comenzado a indagar a sí misma, se ha interrogado por su memoria histórica, se ha preguntado por su lugar en el orden del capitalismo mundializado. Uno de los efectos sintomáticos de este “efecto Podemos” es que muchos teóricos , intelectuales y escritores  que estaban ungidos de un aura progresista y republicano han padecido un fuerte cambio de ánimo que se traduce en una furia inusitada hacia Podemos, sus representantes, su teorías y sus autores elegidos. Especialmente este asunto se refuerza cuando Podemos ,presenta sus lecturas de la Transición, de la plurinacionalidad de España y de su lugar en Europa. Como suele ocurrir, lo que demuestra que ha surgido un nuevo trazo en la realidad política, es la fuerte resignificación de todos sus actores y el potente cambio del lugar de enunciación de los mismos.

Como vamos entrando en un mundo acelerado donde todo el tiempo sucede de todo y a la vez nada deja una huella persistente, dejando a la vez la sensación paradójica de que no sucede nada. O que es muy difícil distinguir lo que es relevante de lo que no lo es, consideramos que este ejercicio de “distancia simbólica” frente a el efecto Podemos es pertinente para dimensionar su proyección histórica mas allá de su análisis interno o lo que suceda electoralmente con esta nueva fuerza política.

* Psicoanalista y escritor.