Organizaciones de derechos humanos denunciaron los vínculos entre la Policía Nacional de Haití y las bandas armadas que operan en la nación caribeña. Un estudio realizado por la organización Sant Karl Lévêque reveló que entre el 40% y el 60% de los policías tienen conexiones con las bandas criminales.
Desde Médicos Sin Fronteras denunciaron que las acciones violentas de estos grupos armados dificultan el trabajo de la organización en el país. Desde junio de 2021 la ONG cerró tres centros de salud por problemas de seguridad.
La gangsterización de la policía
"Es una situación que existe desde hace años. La cuestión de la 'gangsterización' de la Policía está planteada desde la génesis del cuerpo", explicó el abogado y activista de derechos humanos Samuel Madistin, director de Je Klere (FJKL), una organización que defiende las libertades fundamentales.
Esta conexión entre la policía y los grupos armados es observada, por ejemplo, en las tácticas policiales que usan las bandas criminales para realizar los secuestros con los que financian la estructura armada. Además, en ocasiones los grupos criminales trabajan con información facilitada por los miembros de las fuerzas de seguridad.
El abogado y activista recordó las palabras de Jean Victor Arvel Jean-Baptiste, exinspector general jefe de la policía entre 2001 y 2002 durante el gobierno de Jean Bertrand Aristide: "No hay ninguna banda que funcione en el país que no tenga al menos un policía. Todas las bandas que están bien organizadas y estructuradas en el país es porque tienen policías".
"La 'gansterización' de la Policía es un problema muy preocupante, pero no es nuevo", puntualizó Madistin. Es un hecho conocido que "hay policías que trabajan con los jefes de las bandas. Las bandas están infiltradas en la Policía y no al revés", añadió. Además, aseguró que la Policía Nacional de Haití tiene entre sus filas a agentes infiltrados que espían para las organizaciones criminales.
"No es casualidad que, a pesar de todas las intervenciones policiales, no consigan arrestar a ningún jefe de banda", indicó. Tampoco se llevan a cabo incautaciones de armas o municiones.
Sanear la institución
Organizaciones como la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) lleva años exigiendo un proceso general para certificar a los agentes. Según la abogada Marie Rosy Auguste Ducéna nunca se tuvo en cuenta la importancia de sanear la institución.
Además, aseguró que el hecho de que haya “tantos policías implicados en corrupción y actividades de bandas o incluso delitos graves, desprestigia a toda la institución”.
"Nos hemos dado cuenta de que cada vez que la Policía tiene que ir a hacer una intervención en una zona afectada los bandidos lo saben. Tienen tiempo para escapar", afirmó Ducéna.
Hasta el momento, el mayor proceso de certificación en la Policía tuvo lugar con la presencia de la misión de la ONU en Haití, la Minustah, pero sólo había unos pocos agentes certificados y el procedimiento no tuvo continuidad.
Según la policía, están trabajando para limpiar la institución. "Nos interesa esclarecer las situaciones en las que hay quejas de la población", declaró una fuente de la fuerza policial. El año pasado fueron despedidas 1.422 personas, 1.242 agentes y el resto administrativos.
"Algunos tienen causas pendientes. Para enviar una señal clara, estamos tratando todos los casos. Si se les encuentra culpables, se les expulsa", añadió la fuente policial, quien recordó que la Inspección General se ocupó de 69 casos en 2021, frente a los 130 tratados en 2022.
Crisis política y denuncias de organizaciones humanitarias
La crisis política y social fue acentuada por el asesinato del entonces presidente Jovenel Moise en julio de 2021. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció que desde octubre pasado hubo ataques de grupos armados contra al menos 72 centros escolares. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), había revelado que el 60% de Puerto Príncipe está controlado por grupos armados.
Hace unos días la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció una serie de incidentes que ponen en peligro el trabajo de la ONG en la capital Puerto Príncipe.
"Los recientes incidentes que han afectado a los equipos y actividades de Médicos Sin Fronteras en Puerto Príncipe, así como las graves amenazas que circulan contra ella en las redes sociales, están teniendo un grave impacto en la seguridad de su personal médico y de los pacientes atendidos en sus instalaciones", advirtió la organización en un comunicado.
La semana pasada un grupo de hombres armados y encapuchados intentaron entrar al hospital de Médicos Sin Fronteras en la zona de Tabarre en la capital haitiana.
"Individuos no identificados apuntaron con sus armas al personal y golpearon la puerta con las culatas de sus fusiles antes de intentar escalar el muro para entrar en el hospital", declaró Mahaman Bachard Iro, coordinador de la misión de la ONG en Haití.
"Cada vez es más difícil trabajar en estas condiciones, y la repetición de estos incidentes está poniendo en riesgo la seguridad de nuestro personal médico y de los pacientes", reiteró Mahaman Bachard Iro.
En Puerto Príncipe, la organización cerró temporalmente el hospital de
Drouillard en abril de 2022, clausuró definitivamente su centro de urgencias de
Martissant en junio de 2021 y suspendió su apoyo al hospital Raoul Pierre Louis
de Carrefour en enero de 2023 por motivos de seguridad.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), el 60% de Puerto Príncipe está controlado por grupos armados.