La primera jornada de la huelga general de 48 horas convocada en Venezuela por la oposición dejó un muerto. La Fiscalía informó que, en el marco de las protestas, un hombre de 30 años fue asesinado. El presidente Nicolás Maduro aseguró que el “paro cívico” contra su gobierno fue derrotado y sostuvo que a los trabajadores de la nación petrolera no los detendrá nadie. Con el objetivo puesto en que el gobierno retire el llamado a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) antes del domingo, el primer día del paro convocado por la oposición tuvo acatamiento dispar: la necesidad y la lealtad al ex presidente Hugo Chávez mermó el apoyo a la medida de fuerza en los barrios más pobres de Caracas y en las zonas de clase media y alta donde el antichavismo se vuelve hegemónico, las calles fueron peatonales –como ocurrió el jueves pasado– y el andar de vehículos se limitó exclusivamente a las motos, que subiéndose a las veredas sortearon los obstáculos que las calles cortadas impusieron. Con todo, el chavismo inició ayer el cierre de su campaña para los comicios del domingo.
La persona que perdió la vida ayer fue identificada como Rafael Vergara y murió durante una manifestación en Ejido, en el occidental estado Mérida, confirmó el Ministerio Público, que no precisó la causa del deceso ni el posible responsable. Con la muerte de Vergara, la cifra de fallecidos en cuatro meses de protestas ascendió a 104 de acuerdo al balance realizado por dicho Ministerio. El diputado opositor José Manuel Olivares atribuyó los hechos en Mérida a la represión de la Guardia Nacional, que interviene en las acciones para contener las protestas.
Maduro afirmó que la huelga naufragó en su primer día. “Ha sido derrotado el intento de un paro general indefinido, y la victoria es de la clase obrera, han obtenido una victoria total hoy (por ayer) frente al intento de una huelga indefinida”, dijo el gobernante socialista durante un acto con sus simpatizantes transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión. “El pueblo no le paró al paro, la gente salió a las calles a trabajar, a vivir, a hacer, a construir. Mientras ellos quieren parar, el pueblo quiere paz”, añadió el jefe de Estado. Asimismo, indicó que sólo podría declararse una huelga en Venezuela “si sectores golpistas intentaran hacer algo” en contra de su gobierno, cuyo mandato acaba en 2019. “Y ustedes tienen la orden, si eso llegara a suceder se declara una huelga general indefinida hasta que la revolución vuelva a triunfar y se restituya la Constitución”, agregó.
A pesar de cierta resistencia que parece inspirar el llamado a la ANC, la situación era diferente en las partes más deprimidas de la ciudad, donde la circulación de automóviles fluyó sin complicaciones, más despejada de lo habitual, y la mayor parte de los negocios y los vendedores ambulantes operaron más allá de la menor afluencia de personas en las calles. Igual situación se vivió en lugares como Catia o La Vega, en el oeste de Caracas, donde el apego al chavismo, las estrecheces económicas y la propia densidad de esas barriadas empujó a muchos comerciantes y trabajadores a no sumarse al paro contra la Constituyente, que debe elegirse el domingo.
“Estoy de acuerdo con el paro, pero el lunes ya fue feriado y no podemos permitirnos cerrar todo el día”, dijo Gerson Montilla, encargado de una tienda de bicicletas. A pocos metros, un conductor de micros, que invocaba las mismas razones monetarias para explicar el porqué había ido a trabajar, hacía tiempo esperando a que se llenara el autobus. También en La Vega, Alexander Amarista se ganaba la vida vendiendo golosinas en su quiosco. “El Gobierno está intentando hacer algo para salir de esta; la oposición solo quema autobuses, clínicas y destruye”, afirmó el joven, que se declaró chavista pese a no mostrar entusiasmo por Maduro.
El argumento de Amarista para no plegarse a la huelga fue que nadie va a llevar comida a su mesa si cierra dos días su negocio; apelando al término despectivo con que Chávez designaba a sus detractores de buena posición social, culpó a los “empresarios escuálidos” de la “guerra económica” que, a su juicio, provoca el desabastecimiento y la inflación galopante en Venezuela.
Una mujer mayor, clienta del quiosco y vecina de La Vega, se metió en la conversación y coincidió con el joven al explicar el éxito del paro en las áreas más prósperas de Caracas. “Allí ellos pueden hacerlo porque no tienen tanta necesidad”, señaló la mujer, que rechazó los motivos de la huelga pese a estar en contra de Maduro y la Constituyente.
En medio de la huelga convocada por la oposición venezolana, la candidata del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y primera dama, Cilia Flores, pidió en Caracas a los simpatizantes opositores que se rebelen y tomen parte de los comicios para sumar en favor de la paz de la nación petrolera. “Sus líderes tienen una cultura de la muerte y no les importa nada de lo que pueda sufrir el pueblo. Es el momento de la rebelión, nosotros el 30 de julio tenemos que rebelarnos, rebelarnos contra esa violencia, rebelarnos contra la anarquía”, dijo Flores en un acto con seguidores. El jefe de campaña chavista Héctor Rodríguez pidió a sus seguidores “votar por la paz”, al tiempo que auguró un “voto castigo” para la oposición, que no participará en la elección del domingo.