La versión bangladeshi de "Muchachos" interpretada por un grupo de fans fue el telón de fondo de la reapertura de la embajada argentina en Daca, capital de Bangladesh. También había yerba mate, alfajores, y dulce de leche, algunos de los productos que llevaron las veinte empresas —sobre todo alimenticias— que acompañan al canciller Santiago Cafiero en la misión comercial que busca profundizar el intercambio con ese mercado de 170 millones de habitantes. Además de la potencial importancia económica, la apertura resignifica un hecho histórico: fue inaugurada en 1974 durante el gobierno de Juan Domingo Perón, y cerrada a los cuatro años durante la dictadura cívico-militar.
Embajada argentina en Bangladesh, importaciones y exportaciones
Con la reapertura de la embajada y de su sección consular, Argentina busca explotar las potencialidades de la relación bilateral, fundamentalmente en el aspecto comercial que tiene un amplio potencial de crecimiento teniendo en cuenta el tamaño del mercado —es el octavo país más poblado del mundo con 170 millones de habitantes—, los bienes que demanda —trigo, algodón y petróleo— y, sobre todo, la posición estratégica del país como puerta de entrada a Asia del Sur, una de las regiones del mundo que arrojó mayores tasas de crecimiento por el aumento del consumo, obras de infraestructura de transporte y energía, la urbanización, el aumento de las exportaciones y el gasto en defensa.
La Argentina le vendió a Bangladesh aceites, cereales, harinas y pellets de soja por cerca de 743 millones de dólares en 2022, e importó 22,1 millones, principalmente de prendas de indumentaria. El intercambio total fue de 762,1 millones de dólares, muy lejos de los 26 mil millones de dólares que alcanza el comercio con Brasil, principal socio comercial de Argentina, pero es importante: "Si sumamos el superávit comercial argentino con India, Bangladesh, Pakistán e Indonesia y agregamos Vietnam, prácticamente se compensa el fuerte déficit comercial que tenemos con China", asegura el doctor en Economía por la Universidad de Río de Janeiro y experto en Asia del Sur Manuel Gonzalo.
"Los desafíos comerciales de la vinculación entre Argentina y Bangladesh son similares a los que tenemos con la India: aumentar volúmenes, productos y actores", asegura el investigador experto en la región. La misión, sin embargo, no es fácil: "Más allá de la solidaridad en torno al fútbol, a Messi y a lo que podríamos llamar la "identidad marrón" de vínculos sur sur, Asia del Sur queda lejos, existen puntos de contacto culturales pero también fuertes diferencias y distancias", asegura y agrega que "se requieren esfuerzos sostenidos del sector público como del sector privado, apoyarse en empresas que ya estén exportando, hacer un trabajo en relación a potenciales socios, pensar en bases logísticas y de investigación de mercado para expandir negocios".
En esta linea Juan Fera, director de Marolio y uno de los miembros de la comitiva que acompaña al Canciller, sostuvo que "el objetivo nuestro es incrementar cada vez más las exportaciones. Tenemos productos que son muy distintos que en otros lugares y es importante empezar por entablar una relación comercial. La exportación de alimentos requiere un montón de aprobaciones pero así lo hicimos en París y así comenzamos".
Junto con Fera, acompañaron a Cafiero directivos de las empresas Ecofactory, Vetanco, Lipotech, Luna de los Andes Sabias Semillas, Letis, Santo Pipó, Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), The Halal Catering Argentina HCB, Havanna, Arcor, Baltazar-Alfa Pampa, Suplefeed, Ronalb, Club Atlético River Plate y Cargill.
Una deuda con la democracia
Los videos virales de los festejos futboleros en las calles de Bangladesh, primero por las victorias y finalmente por haber conseguido la tercera estrella de Argentina en el Mundial de fútbol en Qatar, acompañaron la euforia mundialista e hicieron visible una relación diplomática con historia.
"Hoy estamos cumpliendo un deber moral, ético e histórico reabriendo nuestra Embajada en Bangladesh. Se había puesto en funcionamiento en el año 1974, cuando la Argentina gobernada por el general Juan Domingo Perón reconocía a un pueblo hermano como lo es el de Bangladesh. Apenas unos años después, la Embajada fue cerrada por una dictadura militar que en nuestro país quiso borrar la huella de muchos compatriotas, pero también la huella de pueblos hermanos y de relaciones que teníamos establecidas hasta ese momento”, explico el canciller durante el acto de reapertura.
Argentina fue uno de los primeros países que reconoció la independencia de Bangladesh, declarada en marzo de 1971. El presidente Juan Domingo Perón habilitó la primera representación diplomática el 30 de octubre de 1973. La embajada se abrió en la ciudad de Daca en enero de 1974 y fue cerrada cuatro años después por decisión de la última dictadura cívico-militar.
La visita de Cafiero representa un hecho significativo para la geopolítica argentina, ya que Bangladesh se encuentra ubicado en el cruce de Asia del Sur, Asia del Este y el Sudeste asiático. Es la primera vez que un ministro de Relaciones Exteriores sudamericano asiste a Bangladesh. La apertura del expediente se inició en abril de 2022 y se confirmó el 10 de diciembre con los videos de los festejos bangladeshes por las victorias de la Scaloneta circulando en los teléfonos de los y las argentinas. Además de la profundización comercial, desde Cancillería aseguraron que la emabajada va a promover la cooperación en el ámbito deportivo, satelital, ayuda humanitaria y gestión de desastres.