Trabajadores de más de 50 líneas de colectivos del AMBA realizaron este lunes un paro sorpresivo que se extendió hasta horas de la tarde. El conflicto se desató porque la empresa DOTA, que controla a la mayoría de las líneas más importantes del área, incumplió el pago de la cuota paritaria de febrero. El paro fue encabezado por la oposición a la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que también rechaza el acuerdo paritario firmado por el gremio recientemente, por debajo del 30 por ciento semestral. Finalmente DOTA se comprometió a abonar el pago correspondiente y las líneas comenzaron a circular pasadas las 17.
Incumplimiento empresarial
Las paradas de colectivos de los principales nodos de transporte del AMBA amanecieron este lunes con una imagen particular: la gente, amontonada, hacía largas colas a la espera de un colectivo que no iba a venir. Preguntaban, sorprendidos, qué había pasado o tomaban alguna de las pocas líneas alternativas que sí operaban, si es que podían subir a los vehículos abarrotados. No sabían que por la noche del domingo, en la terminal de la línea 161 del barrio de Villa Lugano, los choferes de la empresa DOTA habían votado una "retención de tareas" a partir de las cero horas y por tiempo indeterminado.
La razón de la medida de fuerza era concreta: DOTA no había cumplido con el pago de la cuota paritaria que los trabajadores debían recibir, a más tardar, el viernes pasado. La cuota rondaba aproximadamente los 20 mil pesos. Consultados por Página 12, fuentes del Ministerio de Trabajo, que intervino en el conflicto, confirmaron que todo se originó por el incumplimiento por parte de la empresa. Pasado el mediodía, Trabajo convocó a las partes a una reunión por Zoom en la que se terminó destrabando la situación. "La empresa se compromete a pagar y el servicio debería empezar a normalizarse", confirmaron desde la cartera laboral cerca de las 15.30, finalizada la reunión.
A esa hora, en la misma terminal de Lugano, los choferes de Dota volvieron a realizar un plenario para definir la situación, y finalmente decidieron levantar la medida de fuerza, aunque aún no se habían acreditado los pagos. La empresa se comprometió a ponerse al día entre este lunes y el martes. Pasadas las 17, las líneas de DOTA ya empezaban a circular en las calles y la situación comenzaba a normalizarse.
La interna de la UTA
La medida de fuerza de este lunes fue encabezada por el sector de la UTA organizado en la Agrupación Juan Manuel Palacios, liderada por Miguel Bustinduy, exsecretario de Organización del gremio que ahora comanda la oposición a Roberto Fernández, secretario general desde el año 2008. En diciembre de 2022 Fernández volvió a ganarle la elección a Bustinduy, en unos comicios que la oposición denunció por irregularidades.
Ahora, tras la paritaria firmada por la UTA a principios de febrero, el sector comandado por Bustinduy volvió a la carga para rechazar la suma acordada por la conducción del sindicato: 10 por ciento en enero --la cuota que adeudaba DOTA--, 10 en marzo y 7 en mayo, según informaron desde el Ministerio de Trabajo. Además, se acordó un pago único de 25 mil pesos en julio, mes en el que también se fijó la cláusula de revisión. Según datos oficiales, con el aumento de enero el salario de un trabajador de la UTA quedaría en un básico de 220 mil pesos.
Desde la oposición, sin embargo, cuestionan el acuerdo ya que aseguran haber sufrido, en el último año, una pérdida del 60 por ciento frente a la inflación. Además, sostienen que la firma del acuerdo fue inconsulta y que la suma no se discutió con los trabajadores. En el marco del paro de este lunes, en tanto, Fernández acusó al sector de Bustinduy de "jugar" para Dota en el marco de una supuesta extorsión al Gobierno por subsidios: "El Gobierno iba a a buscar la manera de poner esa plata para los trabajadores pero sorpresivamente hoy este grupo no le dio los coches a los trabajadores y un grupito, que juega para ellos, cruzó los coches y no los podemos sacar", dijo en declaraciones radiales.
El pulpo DOTA
El Grupo DOTA --sigla de Doscientos Ocho Transporte Automotor-- controla hoy, directa o indirectamente, la mayoría de las líneas que circulan a lo largo y a lo ancho del AMBA. Se trata, en algunos casos, de líneas que realizan varios de los recorridos más importantes del área, como la línea 5, que une Retiro con Villa Lugano, la línea 28, que bordea la Ciudad por General Paz hasta Retiro, o las líneas 51, 74 y 79 de la Empresa San Vicente, que unen la Ciudad con varias localidades de la zona sur del conurbano. DOTA opera San Vicente desde 2015, en un proceso en el que absorbió las líneas que lo fueron transformando en el pulpo que es hoy.
En la medida de fuerza de este lunes los trabajadores pararon un total de 54 líneas de colectivos, todas manejadas por DOTA. En la Ciudad circulan día a día 136 líneas y poco más de 100 lo hacen conectándola con algún punto del Gran Buenos Aires. En 2019, un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) determinó que para ese año DOTA tenía vinculación con el 66 por ciento de las 272 líneas operadas por grupos empresariales en el AMBA.
Desde la Secretaría de Articulación Interjurisdiccional del Ministerio de Transporte advirtieron este lunes que, en el marco del paro, la CNRT estaba "controlando, fiscalizando y multando" a las empresas que no prestaron servicio. El organismo se rige por el Artículo N°83 del decreto Nº 1395/1998, que establece que "la violación del régimen diario de frecuencias diurnas y nocturnas en los servicios públicos de transporte urbano de pasajeros será sancionada, en cada caso, con multas de hasta 525 mil pesos".