La violencia callejera y el reclamo constante desde Rosario no baja de la agenda pública. Pablo Javkin no lo permite, es letra permanente para cada una de sus declaraciones públicas. El intendente reavivó el pedido de mayor compromiso del gobierno federal en el control de las cárceles como nidos del delito, mejor estructura judicial y mayor presencia de fuerzas preventivas. "Que el país no nos dé la espalda. Basta de home office del delito. No naturalicemos que maltraten a esta ciudad", dijo ayer en ocasión del acto por el 211° aniversario de la creación de la Bandera.
Fue un encuentro al pie del Monumento, sin la presencia del Presidente Alberto Fernández ni del gobernador Omar Perotti. Por eso el jefe municipal tuvo a disposición todos los micrófonos para arremeter con el caballito de batalla. Y la cita puso a la vicegobernadora Alejandra Rodenas a referirse también sobre el mismo tópico, puesto que estuvo allí en nombre del Ejecutivo provincial. Asumió que la gestión provincial está en deuda con la seguridad ciudadana, pero se alineó al planteo de Perotti y del propio Javkin para reclamar mayor colaboración de orden nacional.
En el discurso, y también luego en rueda de prensa, el intendente remarcó que "Rosario necesita con urgencia que nos cuiden más. Queremos volver a caminar con tranquilidad por la ciudad que amamos. Somos una comunidad de gente buena, laburante, y que hace mucho para que Argentina crezca, incluya, iguale y respete. Le exigimos al país que termine con la desidia ante cada hecho de violencia".
Javkin apuntó a la necesidad de "fortalecer la Justicia federal en la provincia, sobre todo en Rosario, con más fiscales que investiguen y más jueces para condenar a las bandas de narcotráfico", exigió.
El auditorio era apropiado: concejales de todos los bloques, pero también autoridades de distinto palo, Iglesia, Justicia. De paso, el senador Marcelo Lewandowski y también el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni.
"Es preciso que se deje de hablar de Rosario como si no perteneciera a Argentina. Que no se use el dolor de la gente. Debemos unirnos frente a las mafias, y necesitamos los recursos que nos corresponden", recalcó.
Como lo hizo tantas veces, con polémicas de por medio como la que sostuvo con el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, Javkin reiteró su exigencia de que se controlen las prisiones donde se planifican 8 de cada 10 delitos violentos, según fiscales de Rosario.
"Basta de home office del delito. Necesitamos control en las cárceles y terminar con las balaceras y asesinatos que se encargan desde las celdas. Basta de frustrar los sueños de una ciudad infundiendo el terror, llevándose tantas vidas. Rosario queda a 300 kilómetros nada más".
Rodenas, más tarde, aceptó las preguntas de la prensa en una de sus pocas apariciones de los últimos tiempos. Concedió que la gestión Perotti no satisface la expectativa declamada en campaña, pero lo supeditó también a factores de orden federal.
"Si permitimos que ingresen las sustancias a Rosario, con fronteras perforadas, sean nacionales o provinciales, ahí ya tenemos el problema y eso no se resuelve solamente desde la provincia de Santa Fe. Necesitamos que el gobierno nacional esté presente con todo su caudal de recursos, operatividad y eficiencia que se suele lograr cuando se dan esos desembarcos masivos", dijo quien en su rol previo a la función política ejerció largos años como jueza de instrucción penal de la provincia.
"Cuando el narcocrimen se instala en los barrios como lo ha hecho en Rosario, las articulaciones tienen que ser directas. Es obvio que el trabajo que iniciamos en 2019 todavía no alcanzó a demostrar resultados", aceptó.
Y en cuanto al eslogan con el que Perotti hizo campaña para la fórmula que ella integró –paz y orden–, Rodenas solo lo definió como "un lema deseable".