La crisis hídrica en el norte de la provincia de Salta, favorece la propagación del Aedes aegipty, mosquito que transmite el dengue, zika y chicunguña. Ello ocurre porque, ante el faltante de agua, los pobladores deben acumularla en tachos. Esto es lo que a su vez, genera la posibilidad de que las larvas se puedan multiplicar y, por lo tanto, el mosquito.
La situación no es mejor en Bermejo, municipio boliviano ubicado en la frontera con Argentina, donde la misma situación termina por complejizar los trabajos para erradicar al mosquito.
“Se nos está complicando la situación en el norte por la emergencia hídrica, porque no se puede tirar el agua ni tampoco se puede aplicar el larvicida”, dijo el jefe de Vigilancia Epidemiológica de la provincia, Francisco García Campos, a Radio Nacional.
Luis Meneses, coordinador de la red de Salud de Bermejo (municipio de Tarija, en Bolivia), dijo a Salta/12 que la falta de agua también es un problema de ese lado de la frontera. De todas maneras, explicó que cuentan con un biolarvicida que un tiempo después de aplicado al agua, la deja potable para consumo. Sin embargo, y por la explicación que dio García Campos, cada país tiene su propio insumo para combatir el mosquito.
Según el último parte epidemiológico, en la provincia de Salta ya son 156 los casos de dengue confirmados. En la capital provincial se registraron 2 casos; en San Martín 103; en Orán 41; en General Güemes 9; y en Iruya 1.
En las ciudades de frontera, Orán (cabecera de ese departamento) y Tartagal (cabecera de San Martín) ya hay circulación comunitaria. Esto quiere decir, que se confirmaron casos de dengue que contrajeron personas que viven en esos lugares y no salieron a Bolivia (por ejemplo), para presumir que su contagio se produjo allí.
Sin embargo, se tiene presente que en la zona el intercambio comercial es constante, y esto pudo haber favorecido los contagios. Se suma también la cantidad de comercialización de neumáticos, que a su vez, favorece un nuevo elemento en el cual se acumulan las larvas.
Meneses indicó que en el caso solamente del municipio de Bermejo, desde el 8 de enero hasta ahora son 266 casos confirmados y 20 personas internadas.
Por el momento las medidas conjuntas entre los equipos sanitarios de ambos lados de la frontera, fue la descacharrización como actividad “espejo”, es decir, que realizan en tiempos similares.
El fin de semana pasado, en tanto, se generó un feriado en Bermejo a fin de poder realizar la limpieza total de cacharros en el municipio en pos de erradicar las larvas que permiten la propagación del mosquito.
García Campos, en tanto, afirmó que la epidemia se prevé que siga hasta fines de mayo o incluso principios de junio.
A nivel nacional, este fin de semana el Ministerio de Salud de la Nación informa que hasta la semana epidemiológica 7 de 2023 (del 12 al 18 de febrero) se notificaron en el país 673 casos positivos para dengue, de los cuales 587 no registran antecedentes de viaje. Al momento, la circulación de este virus se ha identificado en 6 jurisdicciones: Santa Fe (en 7 localidades), Salta (en 3 localidades), Tucumán (en 2 localidades), Jujuy, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En cuanto al virus chikungunya, se registran hasta el momento 3 casos sin antecedentes de viaje en dos localidades de la provincia de Buenos Aires, y otros 132 casos importados o en investigación en 7 otras jurisdicciones.
Reclamos de trabajadores nacionales
Uno de los apoyos sanitarios con el que cuenta la cartera sanitaria salteña es la Dirección Nacional de Control de Vectores, cuya delegación salteña se encuentra ubicada en la ex Palúdica.
Si bien el edificio aún los alberga, durante el macrismo fue donado al Municipio salteño, en aquel entonces en manos del hoy gobernador Gustavo Sáenz y actualmente representado por Bettina Romero.
Los trabajadores aún desconocen cuál será su destino laboral en cuanto al espacio a ocupar, dado que pese a los años que pasaron, hasta el momento no hay respuesta concreta.
A este reclamo, el delegado de ATE en ese espacio, Adán Alancay, dijo a Salta/12 que los trabajadores reiniciaron las asambleas esta vez por la falta de entrega de equipos de protección para actuar en la prevención y erradicación del mosquito que transmite el dengue.
“Nos dijeron que a fines de febrero se realizaría una entrega de equipo de protección, pero hasta el momento no se entregó nada”, afirmó el delegado al sostener que los trabajadores se encuentran en asamblea permanente.
Con respecto al lugar en el que trabajan, indicó que se van a quedar “hasta las últimas consecuencias”.