A más de dos años del femicidio de Vanesa Olguín, la joven de 36 años que era madre de cinco y militante barrial de Villa Gobernador Gálvez, que murió por graves quemaduras, en agosto de 2020; comenzó el juicio a Adrián Bajo, quien era su expareja. El fiscal Adrián Spelta pidió que sea condenado a la pena de prisión perpetua. El hecho ocurrió el 3 de junio de 2020, cuando se conmemora la jornada de Ni Una Menos, contra la violencia machista, y la mujer falleció dos meses después.
Olguín vivía en Levalle al 2500, en barrio San Enrique de la vecina localidad. Estaba separada de Bajo, pero él alegaba su desempleo para continuar bajo el mismo techo que Vanesa. Sus compañeras de militancia en Barrios de Pie la habían oído relatar antes los episodios de violencia a la que el hombre la sometía.
El fiscal acusó a Bajo, de 43 años, de agredir "violentamente" a Vanesa, quien pasó sus últimos días internada en una cama del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, hasta que falleció el 11 de agosto de ese año.
Ahora el caso llegó a juicio y el tribunal integrado por Carlos Leiva, José Luis Suárez y Rodrigo Santana deberán resolver al final de las audiencias. Spelta le atribuyó el delito de "homicidio doloso calificado por él vínculo, en concurso ideal con homicidio doloso calificado por femicidio", solicitando la pena única de prisión perpetua, por el hecho cometido el 3 de junio de 2020 a las 11.35, cuando "el imputado se encontraba en la vivienda que compartía con su ex pareja, en momentos en que la agrede físicamente, la golpea con un objeto contundente en su cabeza, luego la lleva hacia el baño del domicilio y le provoca quemaduras". Para el fiscal, todo sucedió en el marco de un contexto de violencia de género "extendido y perpetuado en el tiempo", por lo menos durante el plazo de 3 años, en el que el imputado convivió con la víctima, sometiéndola a diferentes hechos de violencia en los que resultó lesionada.