En medio de la expectativa por el anuncio de modificaciones en la meta de reservas del acuerdo del FMI con Argentina, se produjeron cambios en la cúpula del organismo que tendrán impacto en la relación con la región. 

La titular del Fondo, Kristalina Georgieva, anunció la designación del exministro de Economía y extitular del Banco Central de Chile, Rodrigo Valdés como director del Departamento del Hemisferio Occidental. Valdés asumirá el 1 de mayo próximo y sucederá en el cargo al brasileño Ilan Goldfajn, quien dejó el FMI para desempeñarse como el séptimo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Estoy encantada de que Rodrigo se incorpore a nuestro equipo como nuevo director del Departamento del Hemisferio Occidental. Rodrigo ya está familiarizado con el FMI, pues desde 2009 hasta 2012 fue subdirector en los departamentos del Hemisferio Occidental y de Europa, donde es recordado como un administrador generoso y de amplia influencia intelectual, ya que ayudó a los países a capear las secuelas de la crisis financiera mundial”, señaló la directora gerente.

Valdés es doctor en Economía por el Instituto de Tecnología de Massachusetts y se desempeña como profesor de Economía en la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica de Chile. Fue ministro de Hacienda de Chile desde 2015 hasta 2017, y se desempeñó durante más de 16 años en el sector público de su país, ocupando altos cargos en el Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Chile, así como en el sector bancario privado chileno.

Además, Valdés ocupó el cargo de economista jefe para América Latina en Barclays Capital, en Nueva York. “Cuenta con notable experiencia en los sectores público y privado y goza de enorme respeto por sus dotes de liderazgo y cualificaciones académicas", agregó la titular del Fondo al referirse a la designación. Georgieva destacó que "su brillante trayectoria como autoridad responsable de las políticas, sus notables aptitudes analíticas y de comunicación y sus profundos conocimientos sobre las finanzas internacionales y el FMI, serán invaluables para nuestros países miembros durante esta coyuntura crítica para la región y la comunidad mundial”.

Cambio de meta

Valdés asume como jefe para la región en un momento de renegociación de la meta de acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central argentino. Se espera que este miércoles se produzca el anuncio.

Según supo este diario, a lo que se comprometieron las partes es a un esquema de baja en la meta de reservas para el corto plazo, para salir del cuello de botella que supone marzo, abril y junio, y luego la meta irá subiendo, porque el ministro de Economía, Sergio Massa, cree que el país tendrá este año un nivel de recuperación paulatina en la oferta de dólares luego de la etapa más difícil.

La premisa de Massa para los negociadores técnicos, encabezados por el viceministro Gabriel Rubinstein y Leonardo Madcur, jefe de asesores de Hacienda, fue evitar que la corrección de la meta se haga a través de un "waiver" o "perdón", sino por medio de la concientización de un daño largo que hará la sequía y que sigue haciendo la guerra entre Rusia y Ucrania.

En efecto, el principal factor que explica la dificultad para alcanzar la meta de reservas es la sequía, cuyo impacto final sobre las exportaciones del complejo oleaginoso es todavía materia de especulación. De acuerdo a las estimaciones sectoriales, podría dar como resultado una caída de 12 mil millones de dólares en las exportaciones, en el peor escenario. En cambio, si las lluvias llegan, esa merma podría descender a un rango entre 6 a 9 mil millones de dólares. El elemento relativamente positivo está dado por la inauguración del gasoducto de vaca Muerta, prevista para julio. 

Una de las bases que sostiene el pedido argentino para renegociar de la meta de reservas del acuerdo con el FMI es el cumplimiento de las exigencias pautadas para el 2022 y la presencia de un terreno algo más allanado para llegar a los otros objetivos del primer trimestre 2023.

De acuerdo al CEPA, las metas de emisión monetaria y deuda flotante se cumplirían sin problemas. En tanto, el objetivo fiscal está más complicado, a raíz del mal resultado de enero. "De todas formas, con el ritmo actual de contracción del gasto público, la meta podría cumplirse", estima el informe del centro de estudios.