Las soluciones a la emergencia de los habitantes de Dragones, municipio ubicado en el límite entre los departamentos San Martín y Rivadavia (en pleno Chaco Salteño), son de carácter coyuntural. En todas las entregas de ayuda publicadas por el gobierno provincial, se destaca la entrega de bolsones con alimentos no perecederos, agua mineral y plásticos.
“Con eso están armando sus casitas”, dijo a Salta/12 Claudia Sánchez, vecina de Dragones y encargada de un merendero wichí. La directora de Asistencia Crítica de la provincia, Luz Arévalo, por su parte, corroboró a este medio que la entrega del insumo es por el pedido mismo que realizan las comunidades originarias.
Esas casas que antes eran de adobe con paja, o de madera, y algunas siempre de plástico, se contrapone con la obra pública de envergadura en la zona de la ruta nacional 81, lugar por donde sale la producción de granos de las grandes fincas que se ubican en el sector.
Sin embargo, "acá en Dragones no hay obras lindas para evitar estas cosas”, dijo el fin de semana una vecina del pueblo tras las lluvias que llegaron a superar los 300 milímetros, según indicaron a los vecinos, y los dejaron con inundaciones cuyos efectos persisten.
“Debido a las restricciones económico-financieras que atravesamos, por el momento no es posible acceder a lo solicitado”. Esta respuesta oficial de hace tres años corrobora de alguna manera la visión de la vecina. La afirmación destacada es la respuesta que dio Vialidad de la provincia el 30 de junio de 2020 a los integrantes de la comunidad wichí El Carpintero de Coronel Juan Solá (más conocido como Morillo, ciudad cabecera de Rivadavia Banda Norte). Los intergantes de la población originaria habían pedido una “obra de alcantarillado en el acceso a la comunidad”, la cual está actualmente aislada por las lluvias en la zona.
La eterna deuda interna
“La inauguración de la ruta nacional 81 hizo realidad el sueño de muchas generaciones al consolidar la integración territorial, social, económica y cultural de esta región del Mercosur. Asimismo, posibilitará la exportación de una amplia gama de productos locales a diversos mercados de Asia, teniendo en cuenta la importancia del corredor bioceánico norte, que se complementa con la ruta 81 y la hidrovía Paraná-Paraguay (...) desde la inauguración de la ruta 81 y la recreación del corredor bioceánico se han fortalecido las condiciones para que la producción agropecuaria y forestal y la actividad industrial puedan ingresar en los mercados con garantías de competitividad”, indica un artículo de la Agencia de Noticias Formosa (Agenfor), en 2007, al celebrar la pavimentación de un tramo de la ruta.
“La mayor presión de desmontes comienza a registrarse en el área cercana la localidad de Dragones. Las empresas trataban de engañar a la gente con acuerdos que no eran una cesión de derechos, eran por lo general, contratos de comodatos con los que, sin saberlo, reconocían al titular dominial, reasignando su derecho a posesión”, menciona un artículo “Desarrollo Rural en Debate Estudios en el espacio agrario salteño”, que compila una serie de investigaciones de académicos.
“En los últimos meses de octubre a septiembre no hubo lluvias tan intensas, y a raíz de la sequía, los pequeños productores están con animales muertos y sin aguas las cañadas. También se ve mucho lo que es el desmonte. De la Media Luna para adentro hay desmonte. Hay una laguna que se llama Préstamo y ahí desemboca el agua que queda en las fincas y en las calles. Pero esa laguna es la que rebalsó”, cuenta Sánchez al esbozar una explicación sobre lo acontecido desde la vivencia de los habitantes.
El lunes al mediodía finalmente había llegado la ayuda a la comunidad El Carpintero por puente aéreo. “Solo los módulos. El agua mineral no”, contó una de las mujeres de la comunidad wichí aislada. Añadió que necesitaban pañales y colchones. Pero tampoco habían llegado. “Tenemos 12 viviendas que se llenaron de agua”, indicó al relatar que estas son de material. Sin embargo, la “cocina de barro se nos cayó”.
El ciclo lectivo no inició porque los docentes no pueden llegar al establecimiento. “Siempre cuando llueve quedamos aislados (...) nos cansamos de pedir ayuda para el camino. Lo único que pedimos es que tenga una buena alcantarilla”, sostuvo la mujer.
Sánchez por su parte, sostuvo que “en el pueblo no hay canalización fluvial”, lo que entendió es otra de las razones de la inundación por la que al menos 20 familias continuaban hasta ayer evacuadas en el Polideportivo de Dragones. Añadió que entre 2019 y 2020, se iniciaron las obras para conectar las cloacas y las calles quedaron “un desastre”. Hasta el día de hoy, dijo, ningún baño está conectado a esa red. “La gente entiende que se taponó la salida de agua. Y esa es una de sus indignaciones”.
La vecina, al igual que otras personas, realiza una colecta de donaciones en FM 100 de Tartagal.
Los costos de la deforestación
Es necesario recordar que según el informe del Banco Mundial, “Climate Risk Country Profile – Argentina” (Perfil de Riesgo Climático – Argentina), publicado en 2021, “el aumento de la aridez de los suelos y de los eventos de las sequías, dejan más expuestas a las regiones con producción agrícola y ganadera”.
El informe observa además que “la existencia de la producción primaria de la cual depende la economía argentina está ligada, a su vez, a la deforestación. Y es esta actividad una de las que más contribuye a su vez a la emisión de los gases de efecto invernadero a nivel global”.
Dicha situación genera mayor probabilidad de cambio climático que, entre otros efectos, tiene el de las inundaciones que “generarán pérdidas de 700 millones de dólares cada año”. Y al menos el 30 por ciento de la población argentina vive “en zonas proclives a inundaciones”. Parte de esa población en el llamado Gran Chaco.