Tenerlo, tocarlo, no es fácil, prácticamente imposible para cualquiera del común. Su materialidad está destinada sólo a algunas personas de esas que se llaman “muy importantes”, o serán consideradas así después de advertir este objeto de lujo en alguna mesita del living como si se lo hubiera dejado al pasar. No se puede comprar, sólo se regala; aun cuando sus imágenes estén hechas para dar vuelta al mundo. Se trata del mítico, tradicional, longevo Calendario Pirelli que desde 1964 tiene de un lado de las cámaras a los fotógrafos más renombrados –y sólo a “ellos”– y del otro, al menos hasta 2011 cuando Karl Lagerfeld retrató a los primeros modelos, a las mujeres consideradas más bellas. Ahora, dos excepciones se conjugaron: en el elenco del  Calendario 2018 los géneros se mezclan pero el color de las pieles es siempre negro. Esa fue la elección de Tim Walker, conocido por sus producciones románticas en Vogue, que recreó en plan surrealista la historia de Lewis Caroll, Alicia en el país de las maravillas. Así, RuPaul, encantadora drag queen, es una Reina de Corazones para el infarto, Lupita Nyong’o -la actriz mexicana-keniata- se convierte en El lirón, Whoopi Goldberg es la Duquesa Real, y siguen los nombres de actrices, actores, raperos, cantantes en cuadros surrealistas que, otra vez, podrán verse en las pantallas pero pocas, muy pocas veces tocarse.

RUPAUL