La balacera al frente del supermercado Único de la familia de Antonella Roccuzzo tenía un propósito y lo cumplió con creces: la noticia puso a Rosario en los titulares de los medios de buena parte del planeta y sacudió a la dirigencia política y las estructuras de seguridad de provincia y Nación. No porque se tratase de un hecho novedoso, ya que la modalidad de balear frentes lleva varios años y alcanzó a otros locales comerciales, empresas, familias, edificios públicos, casas de funcionarios políticos y judiciales. Pero desde que en 2013 balearon la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti, ninguna había repercutido como la que ayer agujereó la cortina metálica y los vidrios del local de la familia política de Lionel Messi, en Lavalle al 2500.
Dos personas que se trasladaban en una moto dispararon sobre el frente del local alrededor de las 3 de la mañana, dejaron un mensaje escrito en un papel de bolsa de carbón: "Messi te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar". Y una vez más se fueron sin que nadie los persiga ni detecte su rastro. Tampoco les resultó un impedimento que las cámaras de seguridad los filmaran.
La repercusión fue inmediata. A las 10 de la mañana la intimidación al 10 ya recorría los portales europeos y de América (ver aparte). El intendente Pablo Javkin bramó una vez más: "Esto ya es alevoso porque venimos de dos encuentros muy directos con las fuerzas que portan armas, que son las que nos tienen que cuidar, trabajando zonas de la ciudad y una de esas zonas es muy cercana a donde ocurrió esto”.
Javkin planteó sospechas porque el hecho se produjo horas después de reuniones donde se estuvo planificando el accionar de las fuerzas de seguridad en esa zona caliente, entre otras de la ciudad. Por otra parte, la balacera se dio 13 horas antes de que se reúna la Junta Provincial de Seguridad en la sede Rosario de Gobernación. El encuentro estaba previsto desde cuando se produjo el recambio de ministro en la provincia. Brilloni presentó su plan de acción a representantes de los tres poderes del estado (ver aparte).
Antes del mediodía, el ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández, que previamente había hablado con el intendente, anunció que cambiará a la persona que está a cargo de las fuerzas federales en el Gran Rosario (ver aparte). Y ante la consulta periodística, no descartó disponer custodia para el capitán de la Selección en su próxima visita para jugar partidos amistosos (ver aparte).
Molesto como pocas veces se mostró, Javkin estalló: "Está muy claro que es fácil hacerle daño a Rosario y que para Rosario no hay un carajo de ayuda concreta. Rosario está en la Argentina y en la provincia de Santa Fe y necesita respuestas", exigió. Abiertamente planteó dudas sobre sectores de las fuerzas de seguridad: "Yo dudo de todo. Hace muchos años que participo en política, a mí no me van a correr. Tengo dudas que esto sea una banda narco, porque esto no es un accionar tipo. También puede ser por acción u omisión de los que nos tienen que cuidar de los narcos”. Recordó que en la ciudad "hay 6 fuerzas de seguridad trabajando y es inexplicable la libertad con la que suceden estas cosas, con relación al accionar de las bancas narco y con la no persecución de quienes disparan”.
El intendente dijo que "justo ayer (por el miércoles) había estado reunido con las fuerzas de seguridad planificando la vigilancia de algunas zonas específicas y que una era la zona donde fue la balacera, muy cerca de Villa Banana, donde ocurrieron 15 o 16 hechos graves en los últimos días, “entonces yo dudo. Dudo de todo. Y mencionar a Messi garantiza la repercusión”.
El intendente habló temprano con miembros de la familia Roccuzzo, a la que pidió "cuidar porque se trata de gente de trabajo de toda la vida" y luego se fue al lugar del hecho. Llegó apenas unos minutos después de las 8.30, la misma hora que policías de la Agencia de Investigación Criminal comenzaban a hacer el relevamiento de la escena del crimen. Minutos más tarde llegó el fiscal que se encargará de la investigación, Federico Rébola, que dijo que tenían la filmación y se estaban relevando cámaras privadas. También se hizo presente el ministro de Seguridad de la provincia Claudio Brilloni.
Además de Aníbal Fernández, también el presidente de la Nación estuvo en diálogo con el intendente de la ciudad. Rato más tarde, desde un acto en la Puna, se hizo eco del ataque. Tras lamentarlo y reivindicar el papel del gobierno nacional, dijo que “habrá que hacer algo más porque el problema de la violencia y el crimen organizado en Rosario es muy serio”.
El ministro Aníbal Fernández defendió el trabajo de su cartera en la provincia de Santa Fe. Aseguró que el gobierno nacional trabaja para cambiar algo que “no se puede revertir en 20 minutos”. “Esto tardó 20 años en instalarse, no se va a desinstalar en 20 minutos".
“¿Están ganando los narcos?”, le preguntó una periodista a Fernández. El funcionario nacional respondió: “Si le digo que hace 20 años que están en esta situación. ¿Usted cree que no han ganado? Han ganado, hay que revertir la situación. Nosotros estamos dispuestos a hacerlo" destacó (ver aparte).
El gobernador se mantuvo en silencio, aunque estuvo en Rosario y en contacto permanente con el ministro de Seguridad Claudio Brilloni, que llegó al supermercado, en las horas preliminares. Por la tarde presidió la Junta de Seguridad.
Fue la ministra de Gobierno Celia Arena la que dio la mirada de la Casa Gris, y volvió sobre la teoría del "narcoterrorismo". “Con el ataque mafioso al comercio de la familia Roccuzzo se busca, a sabiendas de que será un hecho de trascendencia mundial, infundir terror en la población y desazón en quienes estamos en la batalla contra la violencia criminal. Es, ni más ni menos, la definición de terrorismo", escribió en Twitter.