"Se siente, se siente, Patricia presidente." El cantito, en medio del calor sofocante, se escuchó en un club de Lanús donde se lanzaron en su momento Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Fue la presentación del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, como candidato a gobernador bonaerense. Y sentó posición en la interna presidencial: lo hizo de la mano de Patricia Bullrich. La precandidata a presidenta prácticamente no tuvo que decir nada sobre su adversario Horacio Rodríguez Larreta, porque todo lo dijeron antes Grindetti y el candidato a intendente de Lanús, Diego Kravetz. Ambos cuestionaron el discurso que aboga por el diálogo y también a los candidatos que vienen de la Ciudad de Buenos Aires. Un misil directo al larretismo y su postulante bonaerense, Diego Santilli.
Grindetti no es cualquier dirigente del PRO: es el que tiene más cercanía con Macri. Fue quien sugirió una reelección del ex presidente y quien se animó a ponerlo es sus afiches. Que esté apoyando a Bullrich es, tal vez, una señal de que el ex presidente no jugará este año.
La alianza entre Bullrich y Grindetti no implicó que ella dejara de
apoyar a otros candidatos a gobernadores: Javier Iguacel y Joaquín de la
Torre (Grindetti, incluso, los saludó en su discurso). Pero sí dejó en claro que la presidenta del PRO va buscando
alianzas con todos los que no cerraron con Larreta. De hecho, mantiene
buen diálogo con Cristian Ritondo y todavía hay un acuerdo posible entre los dos.
En el acto estuvieron Hernán Lombardi, dirigente de Macri que hoy forma parte de la mesa bonaerense de Bullrich; Sebastián García de Luca, dirigente de Emilio Monzó, también parte del armado de Bullrich. Y el jefe de Gabinete lanusense, Diego Kravetz, que es candidato a suceder a Grindetti en el municipio. A Kravetz le tocó arrancar: "La etapa que viene en la Argentina necesita un cambio profundo. Tiene que ir al frente de patada voladora a cambiar esta realidad", planteó en sintonía con Bullrich. "La próxima presidenta tiene que ser Patricia, porque fue la que más coraje mostró cuando nos tocó gobernar la Argentina", afirmó entre dirigentes y militantes que chorreaban por el calor.
"Borom bombom, boron bombom, Néstor Grindetti gobernador", cantaron, quizás para espantar el calor sofocante.
A su turno, Grindetti no esperó para atender a su adversario interno: "No es lanzamiento porque estoy en la provincia desde hace 60 años. Es lanzamiento cuando uno está de un lado y pasa a otro", le tiró a Diego Santilli, que viene de integrar el gobierno porteño. "Para decir que sos bonaerense, tenés que tener calle. No soy improvisado. No tuve que cambiar mi domicilio", continuó.
"Les cuento lo que veo que podemos hacer con Patricia. Cuando llegamos a la Ciudad, intervinimos la obra social, porque era un acto de corrupción. El compañero Moyano copó las calles. Nos reputeaban en arameo. Mauricio me dijo: 'O gobiernan ellos o gobernamos nosotros'. Eso es lo que garantiza Patricia", sostuvo Grindetti, quien también tuvo palabras alusivas a Larreta: "La política se basa en el diálogo. Pero hay un momento en que hay que poner huevos u ovarios y darle para delante. Diálogo, sí. Verso, no". Y trajo a uno de los cucos favoritos del PRO: "No le tenemos miedo a Baradel. Vamos a hacer que las escuelas dejen de ser un lugar de adoctrinamiento. Ahí no puede haber diálogo. Que me explique alguien que fomenta el diálogo cómo se dialoga con Baradel". La frase fue calcada de un tuit que le dedicó Bullrich a Larreta en el momento de su lanzamiento.
Sonriente, como entre amigos, Bullrich no tuvo que dedicarse a cuestionar a sus adversarios: sus aliados de Lanús ya habían hecho todo el trabajo. Así que se dedicó a hablar más de lo que hará si llega a la Presidencia. "Tres puntos a los que le voy a poner toda la dedicación: el orden en la economía, en la seguridad, en la educación. Orden es una palabra que nos va a salir fácil", aseguró. "No podemos tener tantos trabajos públicos como privados. Vamos a sacar a varios que están de más", prometió.
Sobre su programa económico, advirtió: "Acá se habla de precarización (laboral). Y yo les pregunto: ¿qué más precario que un plan social?". "En la educación no se transa. La educación es un servicio esencial", dijo como argumento para no permitir más paros docentes. "En los cambios vamos a encontrar resistencia. Esa resistencia va a hacer que algunos tengan un poco de miedo. No nos paran. No me van a parar", concluyó, abrazada a Grindetti.