Las amenazas que sufrió el futbolista Lionel Messi, mediante un mensaje mafioso dejado en la puerta de un supermercado de la familia de su mujer, Antonela Roccuzzo, pusieron en el primer plano internacional la situación de violencia y crimen organizado que viven la provincia de Santa Fe y, en particular, la ciudad de Rosario. Desde el gobierno nacional rápidamente salieron a repudiar lo sucedido, hubo múltiples reuniones de funcionarios y se tomaron medidas para tratar de contener la situación.
El presidente Alberto Fernández, durante un acto que encabezó en Salta, dijo sobre el tema: "Amanecí con una noticia muy fea. Me comuniqué enseguida con el intendente (Pablo Javkin), y con el jefe de Gabinete. Estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer. El problema de la violencia y del crimen organizado en Rosario es muy serio”.
La primera medida tomada por el Gobierno fue cambiar al titular del comando unificado de las fuerzas federales en Rosario, Ricardo Castillo, por el comandante de Gendarmería José Mario. También se acordó que, desde el Poder Legislativo, el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Rodolfo Tailhade, convocará para el próximo miércoles una reunión para tratar el proyecto de fortalecimiento de la Justicia Penal Federal en la provincia de Santa Fe. Por último, el gobierno nacional recordó que la semana pasada modificó el decreto reglamentario de la Unidad de Información Financiera (UIF) con el el fin de permitir la creación de más delegaciones del organismo, con lo cual Rosario podrá tener una oficina, tal como había pedido el gobernador, Omar Perotti.
Qué pasó en el supermercado de Roccuzzo
En la madrugada del jueves, un supermercado de Rosario que pertenece a la familia de Roccuzzo fue baleado por dos hombres: dispararon catorce tiros desde una moto. En el lugar, además, dejaron una amenaza por escrito: "Messi te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar". El titular de la Fiscalía Regional de Rosario, Federico Rébola, que tiene a su cargo la investigación, dijo que "por ahora nada indica que querían amenazar a la familia", y que "el primer objetivo de los que hicieron esto fue que se entere todo el mundo".
Según una hipótesis que manejan desde las oficinas de Inteligencia Criminal, el ataque podría tener que ver con un conflicto vinculado a las barras del club Newell's. "No pareciera ser un mensaje contra Messi, sino contra Javkin", arriesgaron quienes conocen parte de la investigación.
El impacto en el Gobierno
Tras conocerse los hechos, las reuniones y el diálogo entre funcionarios del gobierno nacional, provincial y municipal fueron permanentes durante la jornada. Por la mañana, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se reunió en su despacho con el comandante general de gendarmería, Andrés Severino; la secretaria de Seguridad Interior, Mercedes La Gioiosa; y su jefe de Gabinete, Lucas Gaincerain.
El ministro y el Presidente también hablaron entre ellos, con el jefe de gabinete, Agustín Rossi, y con el intendente de Rosario —horas después Javkin salió a cuestionarlos por los medios de comunicación y más tarde volvió a llamar al Presidente para bajar el tono de sus dichos—. Mientras tanto, los funcionarios nacionales se comunicaban con el comandante Castillo, quien hasta ahora tenía a cargo la región dos, incluyendo las ciudades de Santa Fe y Rosario.
En esas reuniones hicieron una evaluación de la situación y analizaron posibles medidas. En principio, definieron que el que va a viajar a Rosario y va a ser el enlace político con Gendarmería y las fuerzas de Seguridad es Gaincerain. Además de ser el segundo de la cartera de Seguridad, es quien maneja el presupuesto del ministerio. Pusieron al tanto a Alberto Fernández y quedaron en evaluar más medidas para los próximos días. "El Presidente, el gobernador, los ministros y el intendente están trabajando en el tema, que tiene la repercusión que tiene porque los involucrados son Messi y Antonela, no porque sea lo más grave que ha pasado en Rosario el último tiempo", aclararon cerca del mandatario.
Las palabras de Aníbal Fernández
"Hace 20 años que existe esta situación. Los narcos han ganado, pero ahora hay que revertirlo", advirtió el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. En esa línea, sostuvo que "desde el primer momento estamos con más de 4500 efectivos allí e invirtiendo dinero para tratar de revertir la situación. Ese es el camino". Fernández resaltó que durante 2022 hubo 2077 detenidos y dijo "es una situación severa en la que hay que meterse a fondo y nosotros estamos dispuestos a hacerlo".
El intendente Javkin rápidamente intentó despegarse del tema. Aseguró que había hablado con el ministro de Seguridad y con el gobernador. "Yo los quiero acá. ¿El Presidente a cuánto está de acá? ¿A media hora? Los quiero a todos acá. Vamos a poner las cosas en claro: no manejo las fuerzas de seguridad y cuando pedí no me mandaron", dijo con un tono elevado.
Desde Casa Rosada aclararon que Javkin estuvo reunido con el Presidente la semana pasada y que ayer por la mañana, media hora antes de decir lo que dijo, había hablado con él y no le pidió que fuera a la ciudad. Especificaron que, al contrario, habían intercambiado información sobre las posibles causas de lo sucedido y que Javkin "estuvo muy agradecido por todo lo que está haciendo Nación". Horas más tarde, según contaron en Casa Rosada, el intendente volvió a comunicarse con el Presidente y le pidió disculpas, dijo que las declaraciones "fueron sacadas de contexto".
De todos modos, Aníbal Fernández cuestionó a Javkin: "El intendente de una ciudad de una provincia tiene que hablar con la gente de la provincia", apuntó. Por la noche, el gobernador Omar Perotti mantuvo una reunión de la Junta Provincial de Seguridad y luego, rechazó las expresiones de Fernández. "Es una situación que podemos superar y Rosario siempre va a estar en manos de rosarinas y rosarinos de buena fe y no en manos de cualquiera de estas lacras que cotidianamente amenazan la tranquilidad y la convivencia".
Fortalecer la Justicia
Mientras desde el Ejecutivo se analizaban medidas y posibles salidas a la crítica situación, desde el Poder Legislativo también el oficialismo resolvió intervenir. El presidente de la Comisión de Justicia de Diputados, Rodolfo Tailhade, convocó para el miércoles que viene a las 11 una reunión de las comisiones de Justicia y Legislación Penal para tratar el proyecto de fortalecimiento de la Justicia Penal Federal en Santa Fe. Esa iniciativa había sido una propuesta de diputados de distintas fuerzas políticas de la provincia. El objetivo del proyecto es crear trece cargos de fiscal federal, cuatro defensorías y seis juzgados federales en distintas ciudades. Además de crear seis cargos de juez penal federal con funciones de revisión.
En paralelo, el ministro de Seguridad se reunió con la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, que le pidió que el gobierno arme una mesa de diálogo con representación de jueces y fiscales federales. Según informaron desde Seguridad, la reunión fue una continuidad de la que había tenido el ministro con el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, hace veinte días, en la que hablaron de la seguridad para los jueces federales de Santa Fe. La custodia de las cinco sedes de la Justicia federal en la provincia, de hecho, fue reforzada por la policía federal. "Ese tema es importante porque todas las causas de narcotráfico pasan por los jueces y fiscales", explicaron desde la cartera y agregaron que "otro pedido es que faltan nombrar dos jueces y fiscales". "Vamos a seguir trabajando", aseguraron.