"No hay demora que se pueda sostener en el tiempo, es una cuestión de tiempo y va a haber un cambio en el sistema electoral argentino", afirmó el jefe de Gabinete Marcos Peña en una conferencia de prensa en Santa Fe, luego de que ayer el bloque de senadores del PJ-FpV anunciara su negativa a aprobar la reforma política impulsada por el Gobierno. El oficialismo no se resigna al fracaso de un proyecto sobre el que había fijado su prioridad el presidente Mauricio Macri.
Peña se esperanzó con que la posición “se revierta” y habló de una “presión de la sociedad” para que se reforme el sistema electoral. "Es el deber del Congreso, de la política, dar respuesta a esa demanda de la sociedad", insistió
“El voto de papel que tenemos es uno de los más obsoletos de la región”, postuló el funcionario, a pesar de que el único país que utiliza un sistema electrónico en Sudamérica es Venezuela. “El año pasado vimos claramente cómo se vulneró la transparencia y la institucionalidad que nos gustaría tener como estándar", afirmó al referirse a las elecciones que consagraron a Mauricio Macri como presidente y en las que Cambiemos se encargó de hacer barullo mediático pero no concretó denuncias que pusieran en duda el resultado.
El jefe de Gabinete se apoyó en la postura de los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Gustavo Bordet, que según dijo fueron “muy claros en que había que avanzar sobre esto".
"Pedimos que, más allá de tecnicismos puntuales, sean transparentes y puedan explicar sus posturas", reclamó Peña, quien no tuvo en cuenta que la postura definida ayer por los senadores peronistas junto a los gobernadores de ese espacio se basó en los cuestionamientos de seguridad efectuados por todos los expertos informáticos invitados a exponer en el Congreso.