Miles de manifestantes protestaron entre el miércoles y ayer en grandes ciudades de Estados Unidos, convocadas por la comunidad LGBTQ, contra el anuncio del presidente Donald Trump de que prohibirá el ingreso de personas trans a las Fuerzas Armadas.
Pese a que los detractores del mandatario no tienen duda de que el anuncio presidencial se convertirá en un medida legal en los próximos días, el Estado Mayor Conjunto aclaró ayer que la prohibición no se aplicará hasta que el Pentágono lo ordene. “No habrá modificación alguna a la actual política hasta que el secretario de Defensa (James Mattis) haya recibido la orden del presidente y emita directrices para implementarla”, informó el jefe del Estado Mayor Conjunto, Joseph Dunford, en un comunicado interno, que fue difundido a la prensa. El texto es un pedido para que los altos mandos permanezcan centrados en sus misiones militares y, mientras se define la nueva medida anunciada por Trump, instó a seguir tratando a todo el personal con respeto.
Trump anunció el miércoles que las Fuerzas Armadas ya no aceptarán a las personas trans por los enormes costos médicos y la perturbación que implicarían, una medida que generó el repudio de organizaciones civiles y políticos de todos los arcos, además de las protestas. “Las vidas trans no son una carga”, fue el lema de la principal manifestación de ayer, que tuvo lugar en la Plaza Harvey Milk de San Francisco, en honor al difunto activista por los derechos de los homosexuales.
En Los Ángeles, centenares de manifestantes, entre ellos varios veteranos trans, se reunieron en el centro de la ciudad con carteles que decían “Orgulloso Trans Vet” y “Solidaridad LGBT”, mientras los colectivos LGBTQ preanunciaban varias demandas al gobierno Trump por la prohibición. En Washington, mientras tanto, más de un centenar de personas se congregaron frente a la Casa Blanca, varios de ellos veteranos trans. Entre los manifestantes estaba Chelsea Manning, la ex soldado trans que estuvo siete años presa por filtrar documentos clasificados al portal Wikileaks y que fue excarcelada recientemente tras haber sido indultada por el ex presidente Barack Obama.
Manning, quien ingresó a las Fuerzas Armadas como Bradley y durante su encierro comenzó un tratamiento para cambiar de género, publicó ayer un artículo en el diario The New York Times en el que denunció que el costo del tratamiento es una vieja excusa ya que el Pentágono derrocha miles de millones de dólares cada día en proyectos que se cancelan o no funcionan. Además, acusó al presidente Trump de propagar mentiras y de deshumanizar a los transgénero. “Leyes terriblemente discriminatorias contra los trans se están proponiendo por todo el país, y ahora el comandante en jefe de las fuerzas armadas está propagando mentiras sobre nosotros, deshumanizándonos y quitándonos nuestra asistencia médica y nuestro trabajo”, dijo Manning. “No somos perturbadores ni caros. Somos seres humanos, y no seremos eliminados ni ignorados”, aseveró. Manning tachó la actitud de Trump de prejuiciosa y discriminatoria y le acusó estar reaccionando contra el progreso.
El ex vicepresidente Al Gore, por su parte, también sumó su rechazó a la decisión del mandatario republicano. “Esto es parte de un patrón en él. Escribe algo de golpe en Twitter sin consultar, en este caso con el Pentágono. Ni siquiera está claro que pueda hacer algo así por sí solo. Esto no es una dictadura. No es su elección”, manifestó el vicepresidente de Bill Clinton entre 1993 y 2001.
La medida anunciada por Trump deja al borde del abismo a los miles de trans que ya están prestando servicios en las Fuerzas Armadas ya que si bien el presidente sólo se refirió al reclutamiento de nuevos militares, tampoco dejó en claro cuál será el futuro de las personas trans que ya cumplen servicio. Las Fuerzas Armadas estadounidenses quedaron abiertas con efecto inmediato a los transexuales en junio del 2016 por decisión del ex presidente Barack Obama, aunque su reclutamiento debía empezar en enero próximo.
Las reacciones al veto de Trump a las personas transexuales en el Ejército no se ha hecho esperar. Por ejemplo, el Ejército canadiense los animó ayer a alistarse en sus filas. “Damos la bienvenida a los canadienses de cualquier orientación sexual e identidad de género”, dijeron en Twitter con el lema “la diversidad es nuestra fuerza” y una fotografía de una banda militar durante las celebraciones del Orgullo LGTBQ el pasado 3 de junio en Toronto.