En 1977, la banda de Aníbal Gordon usó como centro clandestino un local ubicado en la intersección de las calles Pomar y Chiclana, en el barrio de Pompeya. Durante 45 años, no logró determinarse su ubicación exacta pero una investigación llevada adelante por el juzgado federal de Daniel Rafecas permitió localizar esta base operativa de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Vecinos y familiares de víctimas del terrorismo de Estado elaboraron este sábado una baldosa que será colocada el próximo 17 de marzo para señalizar el lugar como uno de los más 700 espacios que la dictadura dedicó a la tortura y al exterminio.
En 1976, el grupo Gordon alquiló una casona en la calle Bacacay que fue usada como centro clandestino. Ese mismo año, se mudó al taller conocido como Automotores Orletti --que estaba ubicado en la misma manzana-- para continuar con los secuestros y las torturas. Después de una fuga de una pareja, los represores debieron buscar una nueva locación: así fue cómo rentaron el taller de la calle Pomar.
Gracias a la investigación de Rafecas y la secretaria Albertina Caron, se pudo saber que en Pomar estuvo secuestrado el empresario Pedro León Zavalía. Todo indica que éste es el lugar al que había sido trasladado un grupo de militantes del Partido Comunista (PC) que fue secuestrado el 20 de mayo de 1977 a la salida del local de la avenida Callao. Los mismos integrantes de la banda de Gordon hablaron de sus secuestros, dieron detalles de cómo maniobraron a plena luz del día o se jactaron de haberse llevado a un diputado nacional.
De este grupo, permanecen desaparecidos Luis Cervera Novo, Carmen Román, Ricardo Gómez y César Arano. Es probable que, en las próximas semanas, el juzgado de Rafecas haga un reconocimiento del lugar con el exdiputado Juan Carlos Comínguez, sobreviviente de esa redada. Mientras tanto, avanza en la recolección de testimonios de los familiares de las víctimas.