El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) realizó este sábado a la madrugada un megaoperativo levantando puestos de los manteros en Retiro. Las autoridades de la administración de Horacio Rodríguez Larreta explicaron que se trató de un “reordenamiento” en el espacio público, pero los vendedores denunciaron una “ofensiva masiva”.
Durante la acción se decomisaron los puestos, sombrillas y productos con el objetivo de “recuperar, ordenar y mantener el entorno para que sea más seguro”, según informaron desde el Ministerio de Seguridad porteño, que realizó las tareas junto al de Espacio Público e Higiene Urbana y la Secretaría de Transporte y Obras Públicas.
En conversación con Página/12, el secretario general del Sindicato de Vendedores Libres, Omar Guaraz, sostuvo que el operativo “fue muy violento” y, aunque la mayoría suele llegar desde las 7 de la mañana, “por lo general hay un pequeño porcentaje que labura las 24 horas vendiendo café, alfajores y gaseosas”.
En un comunicado oficial, el GCBA informó que la medida se tomó para mejorar la circulación de 200 mil personas que se mueven a diario en esa zona con estaciones de tren, subtes y paradas de 28 líneas de colectivos.
Cerca de 4.500 metros cuadrados de veredas fueron intervenidos, se colocó un vallado perimetral y en esa zona se realizarán tareas de iluminaria, relocalización de contenedores, repavimentación de calzada y mantenimiento de la plaza Canadá.
“El Gobierno quiere mostrar acción ante la supuesta ilegalidad”, señaló Guaraz, quien calculó que en Retiro hay entre 600 y 800 vendedores desplazados. Los manteros denuncian una “ofensiva masiva” por parte del Gobierno porteño. El titular de Vendedores Libres planteó que el operativo de esta madrugada “obedece a una ofensiva masiva contra todos los vendedores” de la Ciudad. “Yo veo una motivación política electoral”.
“Tanto Mauricio Macri como Horacio Rodríguez Larreta llevaron una política muy ofensiva contra los vendedores”, remarcó Guaraz, quien recordó que en ese proceso hubo más de 10.000 detenidos, en su mayoría senegaleses, y dos vendedoras “muertas por la represión”. Y agregó que “desde principios de 2021, todas las calles están tarifadas por policías de la Ciudad. No existe hoy un vendedor que quiera tirar una manta y no tenga que ceder a la corrupción policial y de los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC)”, denunció el sindicalista. Por un “paño chiquito”, se debe pagar “como mínimo” $1.000 por día.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires viene realizando operativos de persecución contra los trabajadores de la vía pública. Anteriormente en Once, Flores, Constitución y Liniers. Los trabajadores organizados están armando una ley que regule el trabajo callejero porque consideran que es su derecho poder trabajar.