Desde Rosario
En medio de la conmoción por la balacera contra el supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo y las amenazas contra Lionel Messi, un brutal ataque a tiros contra una vivienda de la zona norte de Rosario dejó el escalofriante saldo de un niño de 11 años de la comunidad qom muerto y otros tres jóvenes heridos durante la noche de ayer. Las víctimas son parientes y se encontraban en la casa de un familiar cuando al menos una persona que pasó frente al lugar sacó un arma y comenzó a disparar contra las personas que estaban en la vereda. Luego del hecho, la policía realizó un rastrillaje por la zona y dio con un grupo de personas que fugaron pero al allanar un asentamiento precario secuestraron armas de fuego y una moto con pedido de captura. Con este nuevo homicidio ya son 61 los asesinatos que suma Rosario en tan solo 63 días que van del año.
Los disparos contra el local de la familia política del astro futbolístico --que tuvieron una amplia repercusión internacional-- pusieron la realidad que vive Rosario en el centro de la escena política del país. Después de los acuerdos entre el gobierno nacional y el provincial, el nuevo crimen --esta vez con niños como víctimas-- suma dramatismo a una situación que se volvió incontrolable y no para de crecer.
En ese marco, el Partido Justicialista de Santa Fe expresó su solidaridad con las víctimas de la violencia de la ciudad de Rosario y sostuvo "la firme necesidad de un diálogo franco entre todas las instituciones, fuerzas políticas y los tres poderes del Estado en todos sus niveles para continuar trabajando y profundizando los consensos y para avanzar en acuerdos de corto, mediano y largo plazo que brinden las soluciones que los santafesinos demandan". En el documento, repudió "las declaraciones y actitudes de algunos dirigentes de la oposición que, motivados en el oportunismo, hacen uso de esta tragedia con fines meramente electoralistas".
El nuevo y violento episodio se produjo cerca de las 2 de ayer en la calle San José entre Cabal y Olavarría, en el barrio Los Pumitas, cerca de la embocadura del arroyo Ludueña y la avenida Sorrento, a la vuelta del Centro de Salud Empalme Graneros. De acuerdo a los primeros datos y testimonios recabados en la investigación, al menos una persona, todavía no identificada, pasó caminando frente a una humilde vivienda en donde se estaba llevando a cabo una reunión familiar, extrajo un arma y comenzó a disparar reiteradas veces contra un grupo de personas que se encontraban fuera del inmueble, en la vía pública. Como consecuencia de esto, cuatro menores de edad resultaron heridos y uno de ellos falleció.
La víctima fatal fue identificada como Máximo Geres, de 11 años, quien llegó sin signos vitales al Hospital de Niños Zona Norte, efector público al que también fueron trasladados los otros jóvenes heridos. Dos de ellos tienen 13 años, uno recibió una herida de bala en la zona del tórax y el otro en la boca. Por su parte, una cuarta víctima tiene tan solo 2 años de edad y recibió un disparo en su brazo derecho. De acuerdo a la información brindada por el Ministerio Público de la Acusación (MPA), los tres se encuentran en estado reservado.
De acuerdo al testimonio de un familiar de los menores, los niños serían primos entre sí y se encontraban en la vereda, tras el festejo de un cumpleaños. "Estaba terminando el festejo, había sido sencillo, con pizza y jugo. Los chicos estaban en la puerta. Fue una locura", relató el familiar. Por su parte, una vecina señaló a los investigadores que vio a un hombre llegar y retirarse solo, aunque analizan si contaba con un vehículo de apoyo esperándolo en cercanías del lugar del ataque.
Ante la llegada de los niños heridos por un ataque con arma de fuego, desde el Hospital dieron aviso a la policía, que al tomar conocimiento del hecho realizó rápidamente un rastrillaje en inmediaciones de calle María de los Ángeles y Cabal. Cuatro patrulleros del Comando Radioeléctrico recorrieron la zona y encontraron a un grupo de hombres que al ver el despliegue policial se dispersaron a pie dando inicio a una persecución sin éxito ya que pudieron escaparse escabulléndose por los pasillos de la villa. Sin embargo, se llevó a cabo un allanamiento en un asentamiento precario de la zona en donde se encontraron armas de fuego, un silenciador y una motocicleta que contaba con pedido de captura activo desde el 24 de febrero pasado. Todos los elementos fueron secuestrados y enviados a peritar.
El caso está siendo investigado por el fiscal Adrian Spelta, de la Unidad de Homicidios Dolosos de la Fiscalía Regional Segunda Circunscripción, quien ordenó al Gabinete Criminalístico la preservación de la escena del hecho, toma de testimonios a vecinos del lugar, croquis del lugar y levantamiento de rastros. En el lugar del ataque se encontraron manchas de sangre y se secuestraron varias vainas servidas de grueso calibre que fueron enviadas a peritar. Por el momento, los investigadores están tratando de determinar la motivación del hecho y la identificación del o los agresores que se fugaron. Una de las líneas que se investiga es si el o los atacantes dispararon contra el frente de un local (un kiosco de la cuadra) o si directamente lo hizo contra una o varias personas del grupo donde estaban los niños. Con este nuevo crimen, Rosario acumula 61 asesinatos en lo que va del año, casi un homicidio por día.
Este fatal episodio no fue el único violento hecho del fin de semana sino que durante la madrugada de ayer también resultó herida de bala una joven en el barrio de Pichincha en un posible intento de entradera. En este caso, la víctima habría sido abordada por un hombre en una motocicleta al momento de ingresar a una vivienda de Catamarca al 3000 pasadas las 3 de la madrugada. La mujer recibió un disparo en el miembro inferior derecho luego de que resistirse ante el hostigamiento del agresor para ingresar al domicilio.