La Superliga del fútbol argentino quedó ayer oficialmente constituida con la firma de un convenio de cooperación entre el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y el gerente de la nueva estructura, Mariano Elizondo. El acto se celebró en las oficinas de la propia entidad, y también participaron, entre otros de sus dirigentes, los responsables de Independiente, Hugo Moyano; y de Defensores de Belgrano, Marcelo Achile; además del secretario general de la flamante Superliga, Carlos Montaña. La firma, a la que ambas partes calificaron de “histórica, por representar el inicio de un nuevo torneo para el fútbol argentino”, se realizó luego de una reunión entre los propios Tapia y Elizondo para ultimar los detalles del contrato.
“Fue un encuentro muy cordial, con muy buena voluntad de los dos lados para acordar cada uno de los detalles que restaban. Hay un vínculo excelente entre ‘Chiqui’ (Tapia) y Elizondo”, expresaron fuentes cercanas a la AFA. El convenio de reciprocidad supone un inicio de solución al conflicto económico que atraviesan varios clubes y, además, la garantía del pago de las deudas que las propias instituciones mantienen con los jugadores.
En principio, desde la Superliga se hará un aporte económico a la AFA para afrontar gastos administrativos acumulados, y luego le cederá un porcentaje anual del dinero que genere a través de la televisación de los partidos de la Primera División, derechos que fueron adquiridos por las empresas Fox y Turner.
El reparto de dinero entre los clubes será en principio el mismo que se venía realizando, con Boca y River en el primer grupo; Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez en el segundo; y el resto en el tercero, pero luego se renegociarán los porcentajes. El inicio del certamen, que contará con la participación de 28 equipos, está previsto para el 18 de agosto.
Por otro lado, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, se desligó ayer de la decisión de vetar al vicepresidente primero de la AFA, Daniel Angelici, para representar al país en el ámbito internacional. El dirigente paraguayo afirmó que el actual presidente de Boca “siempre será bienvenido” en el máximo organismo del fútbol sudamericano, pero aclaró que el examen de idoneidad que no aprobó es “facultad exclusiva” de la Subcomisión de Control, “un órgano independiente”.
“En la nueva Conmebol respetamos los estatutos, las normas y la institucionalidad. No tocaré temas que corresponden a órganos independientes”, avisó Domínguez en su cuenta de Twitter sobre la situación de Angelici, que ayer por la tarde visitó la sede de la entidad en la ciudad paraguaya de Luque.