En los últimos siete años Central vendió a todo juvenil que logró destacarse en el primer equipo. Algunos duraron semanas en el club, otros algunos meses y en el mejor de los casos llegaron a vestir más de un año la auriazul. Pero en casi todos hay un denominador común: Central no respetaba acuerdos firmados con los clubes de origen de cada uno de los chicos y los reclamos se suceden. El más significativo se produce por la situación de Facundo Buonanotte, ya que Mitre de Pérez exige más de 300 millones de pesos por su pase al fútbol de Inglaterra.

Buonanotte es el ejemplo de la tragedia deportiva de Central de las últimas décadas: jugó un par de partidos, no llegó a los seis meses en Primera y fue vendido. Brighton de Inglaterra le pagó a Central más de cinco millones de dólares por el juvenil. La ex dirigencia canaya, al momento del cambio oficial de la moneda norteamericana, anunció ingresos por 1800 millones de pesos por la transacción. Al asumir la nueva Comisión Directiva no encontraron un solo peso por la negociación firmada un mes antes del cambio de autoridades.

Por el contrario, la Directiva que preside Gonzalo Belloso al llegar al club se interiorizó que por Buonanotte se debía a la Asociación del Fútbol Argentino 300 mil dólares. Y ahora la directiva se informó de un reclamo por más de 300 millones de pesos del Club Mitre de Pérez, donde Buonanotte comenzó a jugar al fútbol a los cuatro años. En su momento el chico, con 15 años, pasó a formar parte de las divisiones inferiores de Central en acuerdo entre las instituciones. En dicho contrato Mitre de Pérez dice tener la propiedad del 20 por ciento del pase de Buonanotte, es decir algo más de 300 millones de pesos de los que recibió Central por su transferencia.

La institución de la vecina localidad intimó para su cobro a los ex directivos pero no recibieron respuesta. El conflicto ahora está en manos de las nuevas autoridades pero el club ya no tiene el dinero que abonó en su momento el Brighton. El caso de Buonanotte no es el único. Central tiene demandas pendientes de clubes formadores de sus jugadores desde 2016. Las transferencias de Walter Montoya, Víctor Salazar y Jeremías Ledesma generaron para Central demandas similares. El caso del arquero Ledesma es más llamativo porque quien tiene en su poder derechos económicos sobre el jugador es el propio padre.

La otra situación de gravedad que se detectó reposa en la administración de 15 millones de pesos que salieron de la caja del club en las últimas dos semanas de gestión de la anterior directiva y que no cuentan con documentación respaldatoria, es decir no se sabe para qué se utilizaron. El club giró intimaciones a ex directivos y ex contadores como paso previo a la presentación judicial. Por el caso, el Tribunal de Disciplina de la entidad analiza la expulsión en su condición de socios a ex directivos.